Un inteligente y anónimo comentario ha aparecido en el blog de Duncan Double,
Critical Psychiatry:
"I trained in the UK many years ago and have crossed the Atlantic twice. I work in Ontario at the moment. I am reluctant to give the diagnosis of ADHD to an adult. In fact, I strongly feel that we are overmedicalizing human frustration. However, I feel very threatened when my clinical acumen is questioned by ADHD "Believers."
I wonder who or what is behind this; further, nobody wants to be labelled as taking an antipsychiatry stance and thus risking jobs, mortgages, etc.
This is a terrible problem that is extensive to other diagnosis and certainly to the future dsm5 manual."
D. Double relataba en la
reciente entrada que motivó el comentario anterior, una conferencia en el
Royal College of Psychiatrists del Reino Unido donde la mayoría de psiquiatras asistentes fueron encuestados y remarcaron que este diagnóstico (TDAH del adulto) había florecido en la década de 1990 y luego descontrolado sin límites, haciendo las reservas del caso:
"The diagnosis of adult ADHD has been led by the Americans, and it has been said that it is the most common undiagnosed chronic psychiatric disorder in adults (...), and British psychiatrists are following their lead in diagnosing it more commonly.
The point I'm making is that psychiatry doesn't seem to be in control of this development. The majority of psychiatrists, at least British ones, have reservations, but they don't seem to express them. There is a problem with voicing concerns about such trends for fear of being labelled as anti-psychiatry (see eg. previous post). We need to encourage a more open debate on issues within psychiatry."
He aquí un llamado de atención que no debiéramos desoír. Mientras tanto, nuestro recordado amigo virtual y virtuoso, el Dr. Miguel Ruiz-Flores, desde su apreciada bitácora
Psiquiatría Ibiza, nos informa, en una primera parte, sobre la historia de la búsqueda de la lesión neurológica subyacente en el TDAH:
Como su blog no tolera actualmente el copy & paste, trascribimos este comentario suyo en un post nuestro de otrora:
"...este espinoso tema da para mucho. Es el arte de birlibirloque: del síntoma inespecífico (alteración de una función tan compleja y sensible como la atención) pasan a una enfermedad incurable pero tratable. ¿¡Soy el único al que esto del TDAH en el adulto le recuerda a los certificados médicos de fallecimiento que en el siglo XIX ponían como causa de la muerte masturbación!?"
Esperamos anhelantes la segunda parte de la entrada de nuestro dilecto colega allá en las Baleares.
Y el siempre saludablemente polémico
The Last Psychiatrist en su entrada
If Psychiatry Is Committing Suicide, Does That Mean It Needs More Meds? nos recuerda, comentando una conferencia de David Healy y otros textos de interés, la situación de la atención psiquiátrica en Estados Unidos, sometida a los controles de las compañías prestadoras de servicios de salud. Los acápites III y IV están dedicados específicamente al TDAH y hunden el dedo providencialmente en la llaga:
"The question of whether ADHD or bipolar "exists" is loudly debated because it is utterly meaningless, in battlefield psychiatry no one is treating the diagnosis regardless, we are all treating symptoms; and we're not treating symptoms, we're calling them symptoms because otherwise we don't get paid, you don't get the med, somebody's going to get punched and somebody's going to get sued because somebody didn't "manage the underlying psychiatric process that mediated the assault" which doesn't exist but for some weird reason is widely prevalent in poor blacks and hispanics and whites with calf tattoos."
Y finalmente apuntilla:
"For example, if impulsive and aggressive behavior by a child is viewed as being caused by a neurological abnormality such as Attention Deficit Hyperactivity Disorder (ADHD), then it is considered to be behavior that a child or their parent cannot consciously control and one that requires medical assistance to remedy (assuming of course it has been decided that the behaviors need to be changed), thus shifting activities previously considered pedagogic and the remit of parents and teachers into the medical arena."
Sami Timimi es un psiquiatra británico de larga producción en cuanto a psiquiatría infantil y sobre quien transcribimos un párrafo en español (tomado de
aquí) para que tengamos una idea de su perspectiva y que es la que tratamos de transmitir:
"El primer artículo que leí del psiquiatra infantil Sami Timimi se publicó en el 2004. El título traducido libremente venía a ser “Desarrollando abordajes no tóxicos para ayudar a los niños que podrían ser diagnosticados de TDAH y a sus familias: reflexiones de un clínico británico”. En él explicaba cómo había tratado en los tres años anteriores a los niños que heredó con diagnóstico de TDAH y que estaban tomando metilfenidato. Contaba Timimi: “me encontré con niños que echaban de menos a su padre ausente, con niños cuyos padres discutían, niños de escuelas sin recursos, niños de madres deprimidas que no podrían afrontar el día a día, familias sin apoyo social, niños con problemas de apego, niños adoptados, o acogidos acostumbrados a ser rechazados, niños que no podían expresar el duelo por la pérdida de un ser querido... Vi niños brillantes que utilizaban su inteligencia para evitar el sistema, padres atemorizados de hijos que sabían exactamente qué tecla pulsar, profesores asustados que dudaban sobre cómo tratar a los chicos en el aula, profesores agotados y quemados que ya estaban hartos de enseñar...etc. Y me pregunté, ¿a nosotros, los médicos, porqué nos pagan tanto?”"
Y otro párrafo que pinta de cuerpo entero a este excepcional psiquiatra británico:
“Transparencia: intento no mantener mis ideas en secreto. Comparto mis pensamientos y sentimientos incluso cuando la situación es muy difícil. A veces siento que no sé cómo ayudar a alguien y se lo digo. La transparencia es también una parte de la deconstrucción de la jerarquía. Cuanto más ocultamos nuestro conocimiento profesional de nuestros clientes, más poder tenemos sobre ellos, y creo que más vulnerables se sienten los clientes en nuestra compañía”.
La editorial SAGE, entre otros textos, ha puesto a libre disposición este ensayo de S. Timimi:
"The McDonaldization of Childhood: Children’s Mental Health in Neo-liberal Market Cultures", texto muy recomendable y que nos estimula a ubicar esta temática controversial y compleja en un panorama amplio y enriquecedor, rubricando lo que dice el mismo autor:
“el verdadero don de la psiquiatría es lo que puede ofrecer al resto de la medicina y que es único de su campo: una comprensión de la persona en su contexto”.
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