jueves, 8 de octubre de 2009

Los gritos de Edvard Munch







'El grito' de E. Munch (1893)

'El grito' de Edvard Munch es socorrida ilustración para publicidad farmacéutica, dígase benzodiazepinas por ejemplo, que tienen en el desgarrado gesto de la criatura afónica motivo para ofrecer alivio eficaz y rápido de todas las angustias habidas y por haber. Se asume que 'El grito' es una de las pinturas más reconocibles por el público general -de hecho hay hasta cuatro versiones originales del tema- y no sólo se ha visto en ella una angustia pánica, una ansiedad morbosa, sino la representación del sobrecogimiento de la humanidad toda ante la incertidumbre de la existencia. Una versión fue robada en 1994 y recobrada al poco tiempo. Otra versión -pintada en 1910- fue robada hace pocos años y sin angustia alguna por parte de los cacos quienes la descolgaron de la pared y se la llevaron frente a numerosos pávidos turistas. Por suerte fue también recuperada posteriormente.

Munch describió el instante de su inspiración así: "Caminaba yo con dos amigos por la carretera, entonces se puso el sol; de repente, el cielo se volvió rojo como la sangre. me detuve, me apoyé en la valla, indeciblemente cansado. Lenguas de fuego y sangre se extendían sobre el fiordo negro azulado. Mis amigos siguieron caminando, mientras yo me quedaba atrás temblando de miedo, y sentí el grito enorme, infinito, de la naturaleza". El título original en noruego de 'El grito' es 'Skrik' que puede también traducirse como 'The cry', esto es, el llanto. Durante la vida misma del pintor, 'El grito' se hizo tan famoso que Munch debió hacer un tallado en madera como molde para impresiones en serie. Otra de las anécdotas respecto a 'El grito' es que podría haber sido inspirada en Munch por la visión de una antigua momia inca en un museo, con su milenaria y descarnada expresión de inmutable asombro . También se afirma que la rojez intensa del cielo en aquella época se habría debido a la erupción del volcán Krakatoa.

Edvard Munch (Noruega, 1863-1944) fue pintor de tormentosa vida: la pérdida temprana de varios familiares víctimas de tuberculosis, las dolencias mentales de otros de ellos, y su existencia licenciosa y desordenada, entregada a la bebida, hacen sospechar que igualmente Munch haya sido portador de afectación psicopatológica importante.

Adicionalmente a 'El grito' hay muchas otras estremecedoras, impactantes obras de Munch en las que oscila entre sombrías visiones de la desoladora muerte e imágenes exultantes de la más esplendorosa vida:



Junto al lecho de muerte.


 La madre muerta.



Metabolismo.



Autorretrato



Fertilidad.



Primavera en el Paseo Karl Johann




El sol

Se ha especulado que Munch habría padecido psicosis maniaco depresiva (ahora llamada trastorno bipolar). De hecho una de sus hermanas estuvo internada en un sanatorio con tal diagnóstico y el mismo pintor pasó una estancia (corta para aquella época: 6 meses) en una clínica, aquejado de un cuadro depresivo severo. 'La melancolía', de la que también hizo más de una versión, es una pintura bastante menos conocida de Munch (comparada con 'El grito' todas las restantes lo son) y seguramente grafica la vivencia opresiva y desvitalizadora de la depresión sufrida por el pintor en carne propia a lo largo su vida. No es publicidad de psicofármaco como 'El grito'. No necesita, de hecho no puede siquiera, gritar.

La melancolía


ENLACE:



1 comentario:

sin pepas... dijo...

no, la pensadera no deja siquiera gritar. quién sabe un grito agudo ayudaría a salir del abismo... quién sabe

el de la madre muerta conmueve; nadie necesita más de alguien, que un niño de su madre