sábado, 8 de agosto de 2009

El nacimiento del manicomio en el Perú




"La ciencia sin el corazón no podrá jamás formar un médico digno de ese nombre. Quien no tenga filantropía, por muchos conocimientos que alcance, no será más que un explotador de las miserias humanas."
Casimiro Ulloa





Dr. José Casimiro Ulloa Bucello

Suelen ser algo más accesibles, por su cercanía temporal a nosotros, la obras y las trayectorias vitales de Hermilio Valdizán, de Honorio Delgado y otros prohombres de la psiquiatría peruana. Empero, la figura de sus antecesores suele quedar borrosa en los idos tiempos o en el mejor de los casos, evocada en publicaciones hoy difícilmente hallables -como la Historia de la Psiquiatría Peruana de Óscar Valdivia Ponce-.

Tal es el caso de Don José Casimiro Ulloa (1829-1891) quien, entre otras meritorias obras, encabezó la formación del primer Manicomio de Lima -antes existían las llamadas "loquerías", lugares abyectos cual mazmorras para mantener confinados a los orates-.

En este artículo del historiador Guillermo Ruiz Zevallos se ofrece un panorama de los vectores sociales y culturales que conllevaron a la formación del Manicomio de Lima. Es una versión abreviada del capítulo 'Medicina mental y modernización: Lima, 1859-1900' que se incluyó en Mundos Interiores: Lima 1850-1950. (Edición de Panfichi A y Portocarrero F. U. del Pacífico. Lima, 1998).

Ruiz Zevallos es también autor de 'Psiquiatras y locos -entre la modernización contra los Andes y el nuevo proyecto nacional de modernidad. Perú: 1850-1930-' (Lima, 1994).


El nacimiento del Manicomio en el Perú



ENLACE:


- Vínculo original del artículo en Observatorio del Derecho a la Salud.

5 comentarios:

sin pepas... dijo...

pero lo que tú denominas "loqueríos" es lo que se sigue usando en otros lugares de nuestro país, ¿no? yo visité uno en cierto lugar y era para llorar, me dijeron que eso era un paraíso comparado con lo que había en otros lugares, sin contar que en la mayoría de los casos, los locos andan por las calles porque no hay dónde recluirlos. triste, muy triste en verdad, sobretodo pensando que los gobiernos regionales muchas veces regresan dinero que no han usado al erario porque no se encontró en qué usarlo

Lizardo Cruzado dijo...

Desde aquellas épocas (incluso antes de la República) se usaba ya el término 'loquerías'. El Informe de la Defensoría del Pueblo recientemente hizo hincapié en las condiciones de muchos de los establecimientos actualmente dedicados a los pacientes psiquiátricos:
http://desdeelmanicomio.blogspot.com/2009/02/informe-de-salud-mental-y-derechos.html

Anónimo dijo...

Y pensar que al hospital que lleva su nombre muchos le llaman "Casi-muero Ulloa". Qué injusto...

Santiago Stucchi-Portocarrero dijo...

Me atrevo a señalar un error en el escrito de Ruiz Zevallos, que no desmerece por supuesto la calidad global del mismo. En el segundo párrafo de la segunda página hace referencia a la existencia virreinal de la loquería de hombres en el Hospital de San Andrés y la loquería de mujeres en el Hospital de Santa Ana. Tal diferenciación por géneros entre aquellos hospitales se dio recién en la República, pues durante la Colonia el criterio era de tipo étnico, de modo que el Hospital Real de San Andrés tenía como público a los españoles, en tanto que el Hospital Real de Santa Ana de los Naturales se dedicaba a la atención de los indios.

Lizardo Cruzado dijo...

Muchas gracias por la pertinente aclaración, Dr. Stucchi, y por su visita a este menoscabado blog.
Cordiales saludos.