sábado, 31 de octubre de 2009

¿Cómo se fabrica una bruja?, de JJ López Ibor



"Los pueblos tienen sus mitos. (...) Don Quijote fue un hidalgo manchego, pobre en bienes materiales, rico en ideales y en afán de combatir por ellos. Sobre Don Quijote han llovido los diagnósticos psiquiátricos; unos han hablado de paranoia, otros de esquizofrenia, etcétera. Pero «él» se ha mantenido rebelde a cualquier etiqueta nosológica. Algo hay en Don Quijote que quisiera subrayar. Era loco, pero al mismo tiempo cuerdo. No me refiero al hecho de que recobrase su razón al ir a morir, sino a que en plena locura resultaba prodigiosamente sensato. Ahí se ve la genialidad de Cervantes. No se trata de que don Quijote fuese loco y Sancho cuerdo, que uno fuese leptosomático y el otro pícnico, sino de que en cada uno de ellos había locura y cordura,aunque en dosis y modos desiguales. Esto es lo que al psiquiatra interesa, lo que el psiquiatra ve, la convivencia, el diálogo entre cordura y locura, entre razón e insensatez, entre las luces de la razón y los fantasmas de la sinrazón. No existe el loco absoluto. No existe el cuerdo absoluto. Así es el hombre que hace de la vida una aventura abierta entre el mundo de la realidad y el de la posibilidad. Por eso avanza, por eso el hombre es capaz de hacer historia."


Dr. JJ López Ibor, discurso de apertura, IV Congreso Mundial de Psiquiatría, 1966.




No ha existido época alguna en la historia de la humanidad en que no haya concitado interés la brujería. Entremezclados el rechazo y la curiosidad, en ella y sus alegados cultores se ha proyectado diversidad de encontrados sentimientos humanos, no sólo en relación a lo oculto y lo demoniaco sino también lo sexual y lo femenino: baste recordar la multitudinaria quema de brujas en la era moderna. Este complejo fenómeno antropológico, con sus distintas aristas, no ha desaparecido y no tiene visos, a corto plazo, de desaparecer.


Juan José López Ibor (1908-1991), psiquiatra hispano, luminaria de la psiquiatría en nuestra lengua en el siglo XX, ocupó la presidencia de la Asociación Mundial de Psiquiatría en la década de 1960 y dejó profusa obra dentro del campo de la especialidad -como su clásica La angustia vital- e igualmente fuera de ella.



Dr. JJ López Ibor

En Cómo se fabrica una bruja, López Ibor pasa revista a las concepciones y hechos históricos relacionados con la brujería a lo largo del tiempo y aporta lúcidas interpretaciones de distintos casos desde el punto de vista de la psiquiatría. Explora asimismo fenómenos conexos como el ocultismo, las sectas gnósticas, la licantropía, la histeria, siempre con derroche de erudición e impecable donosura en el lenguaje.

Nuestro conspícuo colega Favio Vega, impenitente hurgador de la Internet en pos de bibliografía para su blog Docencia en Psiquiatría, nos ha alcanzado gentilmente con ocasión de ser hoy el Día de las Brujas, este atesorable documento que no queremos guardar para nuestro solo deleite.




Cómo se fabrica una bruja




ENLACE:


- Y para complementar la velada bibliográfica, una de las múltiples versiones que hay en Internet del Malleus Maleficarum (en castellano, vía Scribd).

viernes, 30 de octubre de 2009

Los secretos relámpagos cerebrales de Hans Berger



A qué punto habráse escindido la especialización psiquiátrica de la neurológica que el común de psiquiatras seguramente ya no sabe leer el trazado de un electroencefalograma -aunque desde luego sabe cuándo solicitarlo e interpretar sus resultados-. E indudablemente, además de la perplejidad ante el abigarrado número de ondas y de espículas, la mayoría desconocemos que el inventor del electroencefalograma fue un psiquiatra: Hans Berger (1873-1941).



H Berger

Este psiquiatra alemán, antes de consagrarse a la medicina pensaba consagrar su vida a la astronomía. Se cuenta que un accidente juvenil que sufrió mientras cabalgaba, incidente 'adivinado' casualmente por su hermana, lo inclinó a interesarse por la telepatía, luego por la medicina y finalmente por la psiquiatría.

Desde el inicio de su carrera psiquiátrica estuvo interesado en el estudio de la actividad objetiva del cerebro en su correlación con la vida mental subjetiva: evaluó parámetros fisiológicos tales como la circulación sanguínea y la temperatura corporal pero sus intentos fueron frustros. Hasta que, premunido de distintos instrumentos trató de captar la actividad eléctrica de las células cerebrales -experiencias que ya se habían efectuado antes en animales-. Pero esta actividad era del escaso orden de decenas de microvoltios, una cifra ínfima comparada con las más pequeñas pilas existentes... por lo que sus primeras experiencias debieron efectuarse en individuos portadores de trepanaciones óseas por lesiones traumáticas craneanas -esto es, los electrodos en contacto directo con las membranas cerebrales-. Pese a las enormes dificultades, entre las que no se debe dejar de enumerar su limitada formación en electrofísica, Berger logró su primer registro adecuado el 6 de julio de 1924.



Uno de los primeros trazados electroencefalográficos de Berger.

Varios años siguió desarrollando sus experimentos en absoluta discreción, sin ningún reporte publicado y empleando a su hijo para los registros electroencelográficos, ya con electrodos aplicados sobre el cuero cabelludo. De hecho, en su entorno era conocido como un médico excéntrico, más preocupado por la telepatía y el espiritismo que por su propia práctica científica. Sus mismos hallazgos eran descreídos hasta que fueron replicados por colegas suyos británicos y norteamericanos que confirmaron su genial hallazgo.

Se especula que tras el receso de la II Guerra Mundial, Berger seguramente habría obtenido el Premio Nobel por su contribución seminal al conocimiento de la fisiología cerebral. Pero el maltrato sufrido por el régimen nazi con el que mantenía marcada discrepancia y su jubilación en 1938, aparentemente lo sumieron en depresión profunda que lo condujo al suicidio por ahorcamiento en 1941.


Autógrafo de Hans Berger.

Ahora, en esos largos e intrincados pepelotes que a veces portan los pacientes con la reverencia de quien aquilata algun recóndito arcano sobre la magia del cerebro -aunque hay que reconocer que ahora su uso es limitado y le llevan la delantera en prestigio, para el común de la gente, las tomografías y las resonancias magnéticas- podemos atestiguar la primigenia labor de Berger cuando logró proyectar la presencia de los secretos rayos y relámpagos de la actividad cerebral mas allá de la calavera rústica que los contiene.


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ENLACES:


- Palacios L. Breve historia de la electroencefalografía. Acta Neurol Colomb 2002; 18 : 104-107.

- The Electroencephalographer's Couch, en el indispensable blog The Neurocritic.

- Y Hans Berger juega béisbol en el espacio: visite Cosmic Baseball Association.

jueves, 29 de octubre de 2009

Guardia nocturna







Edward Hopper, Night Shadows (1921).


Se me ha narrado cierta anécdota de reciente guardia nocturna. Un paciente fue atendido a las 2 am hace pocos días y el colega médico que ejecutó la atención anotó en la receta: cita de control en 24 horas.


A la madrugada siguiente, exactamente, cronométricamente puntual a las 2 am, el paciente empujó las mamparas de vidrio de la silenciosa sala de espera en la Emergencia: había llegado para su control.


ENLACE:

- Museum Syndicate con algunas de las desoladas pinturas de Edward Hopper (1882-1967).





Nighthawks (1942), la pintura más conocida de Hopper.

miércoles, 28 de octubre de 2009

¡Sonríe!







Un reciente artículo en Scientific American, postula en su introito lo siguiente:


"We smile because we are happy, and we frown because we are sad. But does the causal arrow point in other direction too?" (Sonreímos porque estamos felices y fruncimos el ceño porque estamos tristes- ¿Pero el sentido de la flecha no podría también invertirse?)


El interesante artículo informa acerca de un experimento de psicólogos de la Universidad de Cardiff quienes han examinado a personas con incapacidad para fruncir el ceño debido a inyecciones de toxina botulínica: en los tests administrados estos sujetos experimentaron mayores índices de emociones positivas , en promedio, respecto a la gente que sí podía fruncir el ceño. Aunque el tamaño muestral era reducido (n=25) no hubieron diferencias entre los grupos que recibieron o no botox, aún controlando el sentimiento de sentirse más o menos atractivo -supuestamente como consecuencia del botox que eliminaría las arrugas o 'líneas de expresión'-.

Estos datos fueron consistentes con otros previos, en donde pacientes que habían recibido bótox fueron estudiados con técnicas de imagenología cerebral funcional: al solicitárseles que hagan mímica de disgusto o ira, los pacientes mostraron menor activación en los circuitos cerebrales encargados de procesar las emociones (amígdala cerebral, hipotálamo y partes del tronco cerebral) en comparación con los controles.

Ciertamente hasta hoy no se explica porqué y cómo nuestras expresiones faciales podrían influir en nuestras emociones. De hecho, según estos y otros hallazgos, nuestra gestualidad reforzaría nuestras emociones como si las comunicase al mismo individuo que las experimenta -y no sólo al resto de individuos-.

La yuxtaposición de términos en el vocablo psicosomático -lo psíquico influyendo en lo corporal- por ende es también justificada en el término somatopsíquico -esto es, lo somático influyendo en lo psíquico-. Lo somatopsíquico, vocablo y concepto menos difundidos y valorados en la opinión pública, fueron ya intuídos por antiguas civilizaciones, verbigracia el famoso apotegma: mens sana in corpore sano.


Adición del 29.10.2009:
He aquí la versión completa del artículo original ( en Scribd) y las señas del autor principal M. Lewis:

Botulinum toxin cosmetic therapy correlates with a more positive mood.



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Declaración de interés: El presente post no es auspiciado por los fabricantes de Botox.

lunes, 26 de octubre de 2009

Keke de cerebro y arte de papel higiénico


Quisiera hoy ser feliz de buena gana
César Vallejo



Brain-cake, original de Instructables.com


Obra de Yuken Teruya.


Obra de Junior Fritz Jacquet.


Hoy nada de impostados desgarramientos metafísicos ni alarde de scientific papers de último minuto. Nada de sabiduría de Wikipedia u oficiosos postgrados virtuales de Google University. Sólo dos enlaces divertidos y de contenido festivo, disolvente, dionisíaco: Brain-cake, que vimos en Dr. Shock, a propósito del inminente Halloween. Y arte ejecutado con tubos de papel higiénico, hallazgo aportado desde Brain Pickings.

En el Perú y otros países latinoamericanos se denomina keke (o queque) a una especie de bizcochuelo -a partir del vocablo inglés cake-, aunque a veces puede usarse el término también como expresión de replana para ciertas apetecibles y esponjosas prominencias anatómicas. Por otra parte, inolvidable escena aquella en que Hannibal Lecter degustaba circunvoluciones cerebrales de Paul Krendler, la receta del keke puede permitirnos emular semejante impajaritable escena.

¡Provecho!

domingo, 25 de octubre de 2009

El gay trinar y Nietzsche





¿Qué vale un libro que no sirve siquiera
para transportarnos más allá de todos los libros?
Nietzsche, en La Gaya Ciencia



Joan Miró, Mano agarrando a un ave, (1968).




SUSPIRO


Cogí aquella idea al vuelo y eché mano de las primeras palabras que se me ocurrieron para fijarla, temeroso de que se me volara otra vez. Y ahora la han matado aquellas palabras vanas, y cuelga flojamente de este guiñapo verbal, y apenas me doy cuenta de la alegría que sentí al coger aquel pájaro.


Recién he reencontrado un libro que tenía extraviado: La Gaya Ciencia de Friedrich Nietzsche. Escrito poco antes de Así habló Zarathustra, su título hace referencia a la gaya doctrina, esto es, el arte de versificar, el arte de la poesía. Y sin duda ésta es, de las obras del filósofo teutón, la más poética de todas. No deja de ser paradójico que la carátula del tomo de marras apele a iconografía de hard science para ilustrar el concepto -como si tratase de un manual de estequiometría-.



Es valioso saber que la palabra 'gay', tan poco empleada en su antigua acepción -el Diccionario de la Real Academia Española actualmente sólo reconoce significados vinculados a la homosexualidad-, parece derivar del provenzal antiguo 'gai' o 'guai', aunque comparte raíces en otras lenguas (francés: gai, español arcaico: gayo, portugués: gaio, italiano: gajo) y se postula entre otras teorías, su origen desde el vocablo latino 'gaudium': contento, gozo, alegría, placer de los sentidos.

Y el vocablo ciencia, en sus albores etimológicos, se refería a cualquier cuerpo organizado de conocimientos. Por ello era perfectamente lógico hablar de gaya ciencia o gay saber. En ese sentido, el mismo Niestzsche remarcaba el papel que la poesía había jugado en la invención del amor como pasión, como vital, gozosa afirmación de la existencia.

Aquí otro fragmento de Nietzsche. Seguramente valdría la pena intentar el rescate de esta olvidada rama de la 'ciencia':


LO QUE DEBEMOS APRENDER DE LOS ARTISTAS

¿De qué medios disponemos para conseguir que las cosas se vuelvan bellas, atractivas y apetecibles para nosotros cuando no lo son? -y yo creo que en sí mismas no lo son jamás-. En este punto los médicos pueden enseñarnos algo, como por ejemplo, cuando atenúan el amargor de sus drogas poniendo vino y azúcar, pero más todavía los artistas que continuamente están dedicados a este género de invenciones y habilidades. Alejarnos de las cosas hasta no verlas del todo, hasta el punto de que tengamos que poner mucho de nuestra parte para seguir viéndolas, o contemplar las cosas de perfil para no ver más que su contorno, o mirarlas a través de un cristal de color o iluminadas por la claridad del sol poniente, o prestarles una superficie o piel que no tenga transparencia completa, todo eso debemos aprender de los artistas, sin perjuicio de ser más cautos que ellos, pues en ellos esa fuerza sutil que les distingue acaba allí donde termina el arte y empieza la vida. Mas nosotros queremos ser los poetas de nuestra vida hasta en las cosas más menudas.


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NB: Solía ser incuestionable la enfermedad sifilítica del filósofo como causal de su locura y muerte, pero nuevas investigaciones en base a discordancias clínicas que ya existían en la época del fallecimiento de Nietzsche, hoy propugnan diagnósticos distintos como los de etiología tumoral, causalidad congénita como la arteriopatía cerebral autosómica dominante con leucoencefalopatía e infartos subcorticales o una probable demencia frontotemporal.


Caricatura de Nietzsche

sábado, 24 de octubre de 2009

Schumann


"Music creates order out of chaos; rhythm imposes unanimity upon the divergent; melody imposes continuity upon the disjointed; and harmony imposes compatibility upon the incongruous.”


Yehudi Menuhin






Quizá porque en mis manos hasta una humildísima pandereta tórnase un instrumento absurdo, complicado e inmanejable, siempre he albergado hacia a la música una especial reverencia adunada a la secreta frustración de ser un analfabeto en su doctrina.

Por ello no han dejado de sobrecogerme aquellas biografías de músicos cuya existencia se hallaba signada por la enfermedad: patografías de literatos, vaya y pase, me eran en cierto modo más comprensibles y cercanas -creyéndome alguna vez yo de tal gremio- pero la música parecíame un arte más delicado y evanescente, intocable por el perverso hado de la prosaica enfermedad y el dolor.

Robert Schumann (1810-1856) fue el príncipe de los compositores alemanes románticos. Su vida breve se inició en la búsqueda de la maestría como ejecutante del piano hasta que una distonía del dedo medio de la mano derecha coartó su perspectiva vocacional: sin arredrarse ante ello, Schumann abordó profícua carrera de compositor musical y una de sus primeras obras fue precisamente una tocata (Opus No. 7) donde no era menester el uso de tal dedo para ejecutarla.



Los primeros compases de la Tocata (Op. No. 7) de Schumann y la posición de su dedo medio distónico.




Por añadidura a las tempranas pérdidas vinculares en la vida de Schumann -separado de la madre a la corta edad de dos años por una enfermedad de ella, la muerte durante su adolescencia del padre y el suicidio de su hermana Emile-, el músico debió soportar un tortuoso noviazgo con su amada Clara -también consagrada al arte de Euterpe e hija del maestro musical de Schumann- y a la temprana edad de veinte años sufrió el primero de sus episodios maniacos y al corto tiempo un severo episodio de depresión psicótica -se sabe que adicionalmente Schumann sufrió de sífilis pero ésta no explicaría cabalmente la psicopatología de fondo del artista-. Luego de innumerables sinsabores y crisis nerviosas, Schumann, dos años antes de su muerte, intentó el suicidio arrojándose a las aguas invernales del río Rhin, en medio de los tormentos de sus delirios de culpa y honda desvitalización depresiva; sin embargo una barcaza de comparsas carnestolendas lo rescató para pasar al fin sus postreros días confinado en un frenocomio.

Tradicionalmente se ha adjudicado la capacidad de desmesura creativa de muchos intelectuales y artistas con supuesto diagnóstico de trastorno bipolar (antes llamado psicosis maniaco-depresiva) a sus episodios patológicos de elevación del estado de ánimo, pero esa tentación de aureolar de romanticismo tales episodios resulta devaluadora e injusta para el creador puesto que soslaya la capacidad de afronte y ajuste del mismo caudal de talento humano. Sería más ponderado valorar este proceso en su dimensión positiva de resiliencia y de adaptación. Esto es, no creadores tanto por la enfermedad sino pese a ella y a partir de ella. La cita de Menuhin es apodíctica al respecto.

Escuchar a Schumann es evocar su vida fracturada pero de la que logró extraer tan bellas melodías: y es constatar asimismo que la enfermedad mental es un desafío a la medida humana y de todas las potencias personales. "El hombre y el músico en todos los momentos han intentado expresarse simultáneamente, y creo que ese sigue siendo el caso -pero he aprendido a ser más dueño de mí mismo y de mi arte también, en cierto modo-." (Schumann, en un artículo suyo en Die Neue Zeitschrift für Musik).



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Con un cariñoso recuerdo para mis colegas y melómanos amigos: Tony Chávez, en Angola; José Manuel Brea, en Galicia.


Referencias:

- Graves JS. Composition and adaptation in the life of Robert Schumann. Bull Menninger Clin 2005; 69: 313-330.

- Altenmüller E. Robert Schumann's focal dystonia. Bogousslavsky J, Boller F (eds): Neurological Disorders in Famous Artists. Front Neurol Neurosci. Basel, Karger, 2005, vol 19, pp 1–10.

- F. H. Garrison. The Medical History of Robert Schumann and His Family. Bull N Y Acad Med 1934; 10: 523–538.

¿Hacia dónde va la Psiquiatría?








Cóncavo y convexo, CM Escher, 1955.


Francisco Traver es un psiquiatra hispano que conduce tres amenos y enjundiosos blogs, cada cual más y mejor dotado de originales puntos de vista y derroche de información, no sólo de la especialidad médica sino de vertientes múltiples del conocimiento:



Es muy interesante conocer por ejemplo la manera en que Traver rescata conceptos como la tensegridad de otras ramas de la ciencia, y además resalta favorablemente doctrinas discutidas y discutibles como la homeopatía. La solvencia intelectual indiscutible del Dr. Traver hace inevitable de todas formas mantener la mente abierta y evitar la cerrazón de ideas estimulando el cuestionamiento y el debate. Como él mismo comenta en uno de sus posts -cito de memoria- debiéramos evitar que la ciencia llegue a ser una especie de religión en el futuro -si se consolidan dogmas, se evitan polémicas, se persiguen disensos-.

No podíamos dejar de ofrecer el reciente enlace del blog Neurociencia-Neurocultura intitulado: ¿Hacia dónde va la psiquiatría? cuya lectura nos parece no sólo recomendable sino imprescindible. Confiamos en que adonde sea que hayamos ido, sea factible el regreso.

jueves, 22 de octubre de 2009

El área de Broca no ha dicho la última palabra




Estando en la palabra todo el misterio y toda la luz del mundo, tendríamos que hablar como encantados, como deslumbrados.
J Maragall




Como advierte Joan Maragall en su célebre Elogi de la Paraula (Elogio de la palabra), es un deslumbramiento lo que debiera presidir el ejercicio de nuestra capacidad de lenguaje y, desde luego, la virtualidad de poder comunicarnos unos con otros. Recientemente una experiencia que pudiese parecer diminuta y prosaica, añade una nueva vislumbre al conocimiento de la base biológica de nuestro lenguaje.




P. Broca


Como sabemos, Paul Broca (1824-1880) fue un médico francés que, guiado por sagaces observaciones clínicas y análisis de cerebros procedentes de autopsias, postuló en 1865 que un área de la corteza cerebral inferior y lateral del hemisferio izquierdo estaba encargada de la producción del lenguaje -en aquella época se asumía que las funciones superiores que definían al humano poseían todas el sustrato en la parte anterior del lóbulo frontal-.


El área de Broca.


Sin embargo desde aquella época pocos han sido los avances en el estudio fino del área de Broca: en primer lugar, el lenguaje no puede ser estudiado en modelos animales -obvio- y la reputada como omnipotente resonancia magnética consolida en imágenes la actividad de miles o millones de neuronas en periodos demasiado extensos como para discernir la sutileza de la actividad en el área de Broca: escoger el significado de las palabras, adecuarlas a una estructura sintáctica y traducirlas en lenguaje, todos estos procesos no se podían deslindar convenientemente hasta ahora.

En un artículo recientemente publicado en Science, un grupo de investigadores norteamericanos -entre ellos el renombrado psicólogo Steven Pinker- usaron técnicas de electrofisiología intracraneal para estudiar la actividad neuronal en el área de Broca en pacientes que incidentalmente estaban sometidos a evaluación antes de cirugía del cerebro. Los electrodos aplicados a la superficie cerebral permiten distinguir con gran facilidad actividad de diminutos grupos neuronales en milímetros de distancia y medirla en infinitesimales fracciones de segundo.

Así procediendo, el grupo de investigadores expuso a los pacientes a ver enunciados incompletos en una pantalla de computador, elegir mentalmente la estructura gramatical correcta -como conjugar el verbo correspondiente- y repetir mentalmente la frase.

Los tres momentos de actividad eléctrica correspondieron sucesivamente a la elección de significados (200 milisegundos), la elaboración gramatical correcta (320 milisegundos) y la elaboración fonológica (450 milisegundos), esto es, en total menos de medio segundo. Y todos los procesos se localizaron en el área de Broca: quedó así patente que el área susodicha no tiene el rol de producir únicamente el discurso verbal: ¡Don Paul habráse estremecido de regocijo en su catafalco!



Los tres procesos implicados en el área de Broca.



No se vea aquí un elogio reduccionista de la primacía biológica y menos un sahumerio de la mitología cerebral. Pero entender cómo a partir de la humilde y prosaica materia se esbozan los sustratos de la vida mental no es tarea sencilla. Mal hacemos entonces cuando exigimos del fisiólogo cerebral respuestas simples y rápidas para problemas complejos. Ese trozo de sustancia cerebral gelatinosa y fofa es el cúmulo de materia más compleja del universo conocido; quizá este poema de José Watanabe pueda graficar mejor nuestro perenne deslumbramiento.

SALA DE DISECCIÓN

Un cadáver puede provocar una filosofía del ensimismamiento,
sin embargo los estudiantes admirablemente
estaban entusiasmados con su muerto,
lo rodeaban
y discutían con fervor la anatomía de ese cuerpo de piel coriácea.
Yo aprendía otra lección:
la vida y la muerte no se meditan en una mesa de disección.
Los estudiantes me previnieron
que iban a extraer el cerebro. Permanecí con ellos:
a veces soporto lo siniestro sin perturbarme demasiado.
No hay sofisticación instrumental para retirar un cerebro,
una modesta sierra de carpintero
cortó el cráneo a la altura de las sienes,
luego sumergieron el órgano mítico en un frasco lleno de formol.

Yo me dediqué a observarlo, solo, en otra mesa
mientras los estudiantes seguían cotejando su denso libro con el
muerto.
Sorpresivamente
una burbuja brillante brotó del interior del cerebro
como un mensaje venido de la otra margen,
y no había boca que lo pronunciara.
No había boca.
La burbuja, muda, se deshizo en ese aire levemente podrido.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Ese modo somático de existir




"Mi propio cuerpo es consciente para mí, así como mi existencia, y al mismo tiempo lo veo con mis ojos y lo toco con mis manos. El cuerpo es la única parte del mundo que simultáneamente es sentida por dentro y -en su superficie- percibida. Es un objeto para mí y yo soy ese cuerpo mismo."
K Jaspers



Imagen deformada del David de Miguel Ángel, cuya panza provoca problemas no sólo estéticos.

La preocupación por la forma y la figura corporal debe haber sido parte de la conciencia humana desde los tiempos más primitivos, sobre todo a partir de la disposición de superficies reflectivas. Los parámetros de belleza han sido cambiantes de acuerdo a los valores culturales y sociales de turno, desde la llamada Venus de Willendorf o de Dolní Vestonice -que no necesariamente eran íconos de belleza sino tal vez amuletos de fertilidad-, a las ampulosas féminas de Rubens cuando la rubicundez y doble papada eran sinónimo de fortuna económica . Ya en tiempos más recientes como el siglo XIX, la apariencia escuchimizada era inapetecible pues atrás podía ocultarse la mortal tuberculosis u otras dolencias. Y esto sólo refiriéndonos a volumen corporal, a gordura o delgadez.

No deja de ser irónico que actualmente sociedades desarrolladas o en vías de serlo alberguen entre sus nuevos problemas de salud a la obesidad -como factor de riesgo de patologías- mientras una gran proporción de habitantes del globo no tienen qué comer y se mueren, literalmente, de hambre.

Pero no debiera confundirse tampoco la preocupación legítima, valedera por la obesidad y su imperioso desincentivo, con la obsesión morbosa y angustiante por la esbeltez y hasta por la nefanda, exagerada delgadez. El hecho evidente es que la excesiva obesidad tanto como la excesiva delgadez acarrean diversos y serios riesgos para la salud y es menester conocerlos para proceder en consecuencia -no sólo los riesgos cardiovasculares frecuentes sino hasta de problemas psiquiátricos-. Por ende, el problema no es un simple asunto de "verse bien". Y el énfasis tampoco debiera ser en la forma física por sí misma y mucho menos en el supuesto canon de belleza que quiérese imponer a mansalva



Siluetas esquemáticas del individuo 'normal', con 'sobrepeso' y 'obeso'.

Adicionalmente la preocupación exagerada por la dieta correcta, la tortuosa inquietud por el número adecuado de calorías que llega a restringir la existencia y sosiego del normal comer y vivir, ha recibido un nombre: ortorexia. Por supuesto, es un discutible constructo de patología mental pero hay situaciones donde indudablemente se configura un cuadro clínico urgido no sólo de análisis psicopatológico sino de atención y tratamiento. (El mismo proponente del término, el médico Steven Bratman fue inicialmente un practicante de la medicina y dietética 'naturista' hasta que, consternado, observó las deformaciones descontroladas, obsesivas, abrumadoras de tal prédica en ciertos individuos).

El justo término medio entonces no es siquiera el exacto punto equidistante entre extremos sino un rango amplio de 'normalidad' -recuerdo cuando era médico comunitario y las madres conmovidas llegaban a interrogar si sus críos estaban en el 'peso ideal' y lo difícil que era convencerlas de que lo ideal no era un número exacto sino que estaba entre dos cifras relativas-. Y hallar ese término medio es la imprescindible tarea.

Por ejemplo, he aquí una campaña reciente en la ciudad de New York sobre la prevención de la obesidad por el consumo excesivo de bebidas gaseosas (calorías sobrantes que se acumulan como tejido adiposo). El aviso es dramáticamente expresivo:




Calórica y espumeante gasesosa. ¿La chispa de la vida?

O las imágenes -las palabras están demás- de una publicidad ucraniana respecto a los excesos de la comida chatarra sobre la salud cardiovascular (nótese como en todos estos ejemplos el hincapié es sobre los hábitos alimentarios per se y no sobre la figura corporal):

Una hamburguesa en medio de las paletas del desfibrilador.

En vez de un frasco de suero en Cuidados Intensivos, este rico fiambre. ¡Ahí será el crujir de dientes!




Asimismo, en una reciente entrada del blog World of Psychology se hace referencia a cuán fácil es enzarzarse en conversaciones sobre la circunferencia de nuestro vientre o de nuestras extremidades siempre en comparación con la de nuestros prójimos y las probables consecuencias sobre nuestro autoconcepto de esas simples pero insidiosas chácharas; también se brindan oportunos consejos para adoptar una actitud saludable respecto a nuestro peso corporal y la forma de nuestra figura corporal. Incluso se publicita la Fat Talk Free Week (O 'Semana libre de conversaciones sobre la gordura' entre el 19 y 23 de octubre) como un recordatorio de esa falsamente inocua seguidilla de comentarios sobre la esbeltez con que tanta gente, tantas mujeres sobre todo, son bombardeadas. He aquí el video de la campaña:




La vivencia de nuestra corporalidad es compleja, como advertía Jaspers, sometida a los recios embates de distintas influencias por doquier que muchas veces doblegan la independencia de nuestro propio atisbo personal, y así pueden entremezclarse preocupaciones legítimas y adecuadas con preocupaciones vanas y hasta nocivas por el peso y la figura corporal. Alguien ha hablado recientemente del modo somático de existir de ciertas culturas, ciertas sociedades, ciertos individuos. No lo permitamos: que el cuerpo no nos sea una jaula, y no seamos tampoco una jaula para nuestro cuerpo.



Otras entradas relacionadas en el blog:

lunes, 19 de octubre de 2009

El Rey de las Azoteas





J. R. Ribeyro


Ha sido muy grato enterarnos de la existencia de un cortometraje peruano inspirado en el cuento 'Por las azoteas' de Don Julio Ramón Ribeyro. Tal vez se recuerda que una entrada de esta temporada del blog se inspiraba precisamente en esa bella pieza narrativa y en la polisemia de la azotea y sus confinamientos, sus cachivaches y sus claroscuros.

Gracias a la gentileza de su autor, nuestro polifacético paisano Rodolfo Pereira, afincado actualmente en Washington, nos es permitido engalanar nuestra bitácora con este corto donde se condensa el tono poético y nostálgico de la narración a través de la lograda fotografía de las azoteas -¿barranquinas?- y la irreprochable actuación de nuestro recordado y ya fallecido primer actor Don Pablo Fernández.

Se ve asimismo a un joven Jaime Lértora encarnando prejuicios vitandos sobre la vinculación del pequeñín, entre las palomas y los cachivaches, con El Rey de los Azoteas.

Rodolfo Pereira nos cuenta que el mismo Ribeyro disfrutó la versión fílmica de su cuento. Nos regocija imaginarlo en tal manera. Sin más dilación queremos compartir aquí con Uds. la feliz recreación.







El Rey de las Azoteas (Spanish Version) from Rodolfo Pereira on Vimeo.

domingo, 18 de octubre de 2009

Psicosis, onirismo, estrellas







Carátula de Metrópolis N° 16


Estos días han sido pródigos en actividad del blog pero sobre todo por parte de los distinguidos amigos lectores que nos han dispensado sus interesantes comentarios. Ahora, mientras languidece el fin de semana y no se decide a principiar la primavera, queremos compartir el hallazgo de esta hoja de poesía editada en México y llamada Metrópolis.



Un par de poemas nos han sorprendido por su calidad y la fuerza evocativa de contingencias psicopatológicas. No necesariamente los poetas han pretendido tales connotaciones pero al leer sus versos nos sobrecogen ramalazos de psicosis, de fenómenos oníricos, de poesía al fin.


NATURALEZA MUERTA

 Hubo noches
En las que buscaba
Con un cuchillo de cocina
El origen de las voces
Aterrorizada
Con el rostro amoratado
Y revuelto

Hubo noches
En las que hacía barricadas
Para que no me asesinara
Abriéndome lentamente

Hubo noches
En las que me golpearon tanto
Que caí al suelo
Con un diente destrozado
Y la cabeza rota
Como una granada hirviendo

Hubo noches
Sin dinero
Sin cortes profundos

Caminando por la carretera
Con la boca sangrando
Los ojos perdidos

El rostro blanco
Resplandeciente

Entre los reflectores
De los automóviles





Gladys González, Chile, 1981.



UN SUEÑO

 Brama la noche por un valle de gaitas
Florecen circuitos bajo la piel

Tres mujeres
arrullan a un niño sintético
con música que escapó
de labios de un demente

Los maniquíes despiertan,
se quitan las piedras de los ojos
y miran el horizonte,
recuerdan el camino a casa

Ecos de motores cimbran las calles,
y una horda hambrienta disputa
por una luminosa miga de dios.





Hazzel Yen. México, 1987.



Al acercarse el nuevo día, a la diminuta ventana asomados y en un ángulo distante, atisbarse parecen inéditas estrellas.

viernes, 16 de octubre de 2009

Una breve historia de la medicina





La raíz de la  mandrágora.

Circula anónimamente por internet una breve humorada que no podemos resistirnos a trascribir aquí. No será la Historia Universal de la Medicina de Laín Entralgo pero con su fácil jocundia brinda un apretado resumen cronológico de ciertos avatares del quehacer médico y la concepción de salud y enfermedad.


Historia de la medicina




500 AC: Coma esta raíz.


100 DC: Esta raíz es cosa de paganos. Rece esta oración a Dios, que está en el cielo.


1792 DC: Dios no está en el cielo. Quien reina es la razón, beba Ud. esta pócima.


1917 DC: Está pócima es para engañar a los oprimidos. Le sugiero que tome este comprimido.


1960 DC: Este comprimido es obsoleto y exótico. Llegó el momento de tomar un antibiótico.


2009 DC: El antibiótico lo hace débil e infeliz. Es artificial. He aquí un nuevo tratamiento: coma esta raíz.


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Indudablemente hoy se halla en prominente auge la inclusión de novedosas terapias alternativas, insurgen puntos de vista holísticos que rescatan la ancestral sabiduría de la medicina folklórica y atesoran el entorno cultural y social del individuo y su comunidad, se atiende cada vez más a la autonomía y albedrío del usuario de los sistemas de salud en cuanto a sus valores y tradiciones. Una onda new age recorre la medicina. Se deconstruyen los conceptos establecidos. Se mira con sospecha al establishment médico, se mezquina su mérito, se presume su obsolescencia.

Trazar con meridiana precisión los linderos entre lo auténtico de una tradición histórica y la mistificación de una charlatanería no es empresa simple, sin embargo distinguir entre lo luminoso de una vigencia histórica y lo tenebroso de una prédica malsana y oscurantista se impone en esta encrucijada. Esclarecer la colisión de derechos y deberes cuando amenazan la vida de un individuo en nombre de una determinada fe, es tarea urgente. Así como evitar la confusión entre la tolerancia, el diálogo y apertura a la diversidad, imprescindibles en la vida colectiva, con la indolencia, la permisividad o la más escandalosa indiferencia.

Obviamente volver a las raíces no implica el prosaico sentido de la frase. (Eso queda para aprendices de mago como el joven Potter. O para el mismo rey del truco: Mandrake.)

He dicho.





miércoles, 14 de octubre de 2009

Princesas decapitadas desde la cintura





Una flagrante muestra de la deformación malsana de la figura femenina a merced de ciertos cánones antojadizos e inalcanzables, fue ofrecida recientemente por la firma Ralph Lauren que mediante el photoshop redujo la cintura de su modelo Filippa Hamilton a una dimensión menor que la de su propia cabeza. (!) Aunque la firma ofreció sus irrisorias y extemporáneas excusas, ha quedado patente la enorme presión mediática que se ejerce sobre la imagen y la mente del bello sexo en cuanto a supuestos parámetros deseables -y deleznables- de perfección física.




Filippa Hamilton cercenada y Filippa real y saludable.

Ahora, a la luz semejante despropósito, cuando uno pudiera imaginar inminente y cabizbaja reparación por la trasnacional firma, nos damos de bruces con la inmisericorde noticia: Filippa Hamilton, la modelo trastocada, ha sido despedida de la susodicha empresa de la moda. Filippa, quien ostenta la espigada talla de 1,78 m. y pesa 55 kilos (con lo que ajustadamente araña un índice de masa corporal de 17,36) fue sacada de la firma por su "incapacidad de cumplir con sus obligaciones contractuales", aunque no sería descabellado suponer que la disparatada concepción de belleza femenina de la firma Lauren considere a la guapa modelo como supuesta portadora de sobrepeso. (Ojo: en Europa se ha presentado recientemente una iniciativa para que las fotos retocadas por photoshop lleven una advertencia al respecto y no confundan a quienes las contemplan).

Ya quisiera Filippa tener sobrepeso. En realidad no es sino esmirriada, filiforme muchachita. Los verdaderos amantes de la mujer opulenta y bien despachada, a lo Rubens, no cesaremos de corear este inmortal tema: Big girl (you are beautiful). ¡Todo un himno!





lunes, 12 de octubre de 2009

'Alucinaciones' hechas en casa





Es interesante verificar cómo entre los muchos prejuicios que tiene el estudiante de pregrado que llega al curso de psiquiatría se encuentra aquel que concibe a la actividad mental como mayoritariamente voluntaria, racional y consciente. Este prejuicio se convierte fácilmente en un descrédito de la enfermedad mental al reputarla como una patología falseada o simulada, reprensible o incomprensible, dado que las funciones mentales son a priori "voluntarias, racionales y conscientes" -y consecuencia lógica: el enfermo siempre 'puede y debe poner de su parte' para superar su mal-. Entre los muchos prejuicios que se deben abordar antes de pasar a otras materias del sílabo del curso éste es uno muy frecuente. Y es muy decidor de la necesidad de incorporar conocimientos básicos de neurociencias en época temprana de la formación.

Desmontar tales prejuicios no es tarea siempre fácil. No basta el argumento verbal sino la experiencia práctica y tangible. Por ejemplo, las ilusiones ópticas vienen a ser instancias versátiles que permiten cuestionar al estudiante sus creencias en base a su propio y desconcertante funcionamiento mental, de tal manera que se introduzca la bienhechora duda respecto a la monolítica actividad mental "voluntaria, racional y consciente".




Ilusión de Müller-Lyer: ¿a y b son líneas de la misma longitud?


A propósito se me ocurre evocar una conferencia en la página de TED -ideas worth spreading- ágilmente dictada por el neurólogo Vilayanur Ramachandran en que se abordan algunos fenómenos psicopatológicos desde el punto de vista neurobiológico, lo que resulta bastante iluminador y didáctico -el público es lego- respecto al funcionamiento mental.





Si se toman la molestia de apreciar el video de Ramachandran -todos los videos TED son de por sí valiosos-, aparte de la explicación de las delusiones de falsa identificación y de las sinestesias, apreciarán la interesante aplicación que se puede obtener de la coordinación inconsciente y automática que se establece entre la percepción visual y la percepción táctil o dolorosa: por ejemplo el alivio del miembro fantasma doloroso. Esta aplicación se puede verificar en otros ámbitos clínicos: el blog The Neurocritic brinda una completa revisión de este fenómeno de crossmodal integration, esto es, cómo las señales de una modalidad sensorial se integran con las señales de otra para producir una percepción unificada. El post It hurts less when I can see it obligará a replantear aquel dicho popular: 'Ojos que no ven, corazón que no siente'.

Purkinje, considerado uno de los padres de las neurociencias, descubrió una pseudopercepción visual que lleva su nombre y que está reseñada en este simpático artículo del Boston Globe: Hack your brain - how to hallucinate with ping-pong balls and a radio, junto con otros pintorescos fenómenos de ilusiones sensoriales para practicar en casa e impresionar a los amigos. Todas son experiencias inofensivas pero The Pinocchio illusion puede tener variantes no muy recomendables.

De ninguna manera estas domésticas gracias serán una tromba sacando de sus goznes a Las puertas de la percepción. Pero ofrecen una ranurita para asomarnos a ese desconocido mazacote arrugado que late dentro de nuestra caja craneana con su actividad ¿mayoritariamente racional, voluntaria y consciente? Háganme el favor...

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NB: No está demás remarcar que empleo el vocablo alucinaciones en sentido figurado y las comillas lo patentizan. Las alucinaciones siguen siendo, como Esquirol dijo hace dos siglos, 'percepciones sin objeto'. Formalmente debiéramos hablar de ilusiones. Agua de borrajas será todo lo que añada al respecto mientras no lea las 1500 páginas del Traité des Hallucinations de H. Ey.


domingo, 11 de octubre de 2009

Locos por el fútbol





Ahora que sólo nos falta un partido más de las eliminatorias (anoche perdimos ante Argentina en el último minuto) y asistimos al más estrepitoso fracaso de este cuarto de siglo transcurrido en que no clasificamos al Mundial, habrá que hallarle un lado positivo al fútbol.

Ello, desde la perspectiva de la rehabilitación psiquiátrica, no es difícil. Un estimulante y conmovedor reportaje en la página electrónica de la FIFA nos informa sobre el desarrollo en Italia de un campeonato de fútbol para pacientes psiquiátricos que ha logrado muy positivos resultados: El fútbol desafía a la esquizofrenia del 05.05.2008. (De hecho, accedimos al reportaje desde el portal Voz Pro Salud Mental, envidiable iniciativa mexicana que agrupa a familiares de pacientes psiquiátricos).




Afiche del torneo del presente año.


He aquí el texto del reportaje:

El fútbol desafía a la esquizofrenia.-


"Si uno fuera conduciendo en la autopista y echara un vistazo al pequeño partido que se disputa más abajo, en la Bufalotta, un suburbio de Roma, quizá ni siquiera se daría cuenta de que no es un partido normal.

Solo cuando se baja a las líneas de banda y se puede observar bien el juego se nota que hay algo raro en estos saques. Muchos jugadores, por ejemplo, parecen moverse con una extraña rigidez. Uno o dos de ellos hacen muecas y hablan entre dientes. Entretanto, el guardameta gatea por el área de penal sin ninguna razón aparente.

Es entonces cuando se adivina de qué se trata en realidad: la mitad de estos jugadores son esquizofrénicos. Es, literalmente, un partido para enfermos mentales. Y es que este es el club Gabbiano, un equipo creado y reclutado por un psiquiatra, como una asombrosa forma de terapia psiquiátrica de gran éxito.

Mauro Rafaelli es el responsable del original concepto del Gabbiano. En un respiro del partido (le gusta jugar con sus pacientes) se acerca para contar la historia.

"El concepto de terapia futbolística se me ocurrió por primera vez hace catorce años cuando trabajaba en un hospital romano. Allí trataba a uno de los pacientes que ve aquí, Alessandro. Mientras le ponía una inyección en las piernas, me di cuenta de que eran muy musculosas, como las de un atleta, así que le pregunté si alguna vez había hecho deporte, y me dijo: 'Sí, antes jugaba al fútbol.'"

Para Mauro, esa revelación fue el detonante crucial que le hizo comprender que sus pacientes podrían recuperar el vínculo con su infancia feliz y saludable, jugando a la pelota e incluso disputando auténticos partidos.






Los gestores de campos de deportes no querían tener "locos" merodeando por allí

Al principio, la terapia futbolística de Mauro no fue bien acogida y tuvo muchos detractores - no solamente en el campo de juego. Los gestores de campos de deportes no querían tener "locos" merodeando por sus vestuarios. Algunos temían que los pacientes atacaran a los transeúntes o los que miraban los partidos.

Los psicólogos persuadieron a los poderes fácticos de que tales temores eran infundados. Desde entonces, el concepto ha ido ganando una gran popularidad. Actualmente hay 50 equipos diferentes compuestos por pacientes psiquiátricos repartidos por toda Italia, que disputan campeonatos y torneos. Y la razón por la que todo el mundo ha cambiado su actitud al respecto es muy simple: al parecer, la terapia futbolística funciona.

Mauro vuelve a señalar a Alessandro: un jugador alto y desgarbado que se parece un poco a Zinedine Zidane.

"Antes de animarle a que jugara al fútbol, Sandro estaba muy enfermo. Sufría terribles alucinaciones y oía numerosas voces. Ahora, muchos de estos síntomas han mejorado gracias al fútbol."

Está a punto de empezar la segunda mitad del partido. Antes de reanudar el juego, Mauro llama a voces a algunos pacientes. Conocemos a Luca Denei, un ex guardia de seguridad que se parece a Jeremy Clarkson. Hace diez años, nos cuenta, era prácticamente catatónico como consecuencia de una grave depresión. Actualmente está casado, tiene cuatro hijas y acaba de empezar un curso en la Universidad de Roma.

Obviamente, el fútbol no puede curar totalmente la enfermedad. Otro jugador, Benedetto Quirino, de 41 años, lo confirma. Se crió en un entorno rico y culto, habla muy bien inglés, y además, ironías de la vida, él mismo es licenciado en psicología. Piensa que se ha beneficiado enormemente de la revolucionaria terapia de Rafaelli, pero sigue estando muy perturbado, y es uno de los esquizofrénicos más gravemente afectados de todo el equipo de Bufalotta.

Tras su sonrisa, la angustia

Benedetto intenta hablarnos de su enfermedad, pero no puede concentrarse, y es que parece que está oyendo voces dentro de su cabeza - y habla entre dientes con un interlocutor imaginario, completamente invisible para el que le observa. Su inteligente rostro se agita por los muchos tics que le afectan y tras su sonrisa se percibe claramente su angustia.

Es descorazonador, y al mismo tiempo nos permite comprender más profundamente el gran valor que tienen que redescubrir en sí mismos para poder desafiar los retos de una enfermedad tan debilitante como la esquizofrenia. Al final, Benedetto acaba por vagar hacia la salida, mascullando algo entre dientes. No obstante, cuando se reincorpora al juego, la transformación es evidente. De repente ya no es un "lunático", simplemente corre en el campo como todos los demás, tratando de hacerse con el balón, haciendo un estupendo pase en la meta. "Cuando corres por el campo de juego, las voces guardan silencio," explica. "Tu oponente ya no está dentro de ti, ha salido y tú puedes regatearle el balón y ganarle."

Otro médico jadeante se acerca a nosotros. Santo Rullo trabaja en Villa Letizia, una residencia psiquiátrica a las afueras de Roma; junto con Mauro, Santo fue uno de los creadores de la terapia futbolística.

Ahora nos explica detallamente en qué consiste el proceso curativo:

"Un equipo de fútbol es un grupo social en el que cada individuo juega un papel, cada uno tiene una función social; las reglas y las relaciones son lo más importante. Así, cuando una persona aislada y excluida se incorpora a un equipo, este le enseña a vivir en el mismo y con el mismo, en una comunidad más amplia. Por eso es importante que los médicos jueguen con los pacientes, para que no haya una separación entre los supuestamente normales y los anormales."

Los médicos, dice Santo, no solamente utilizan el fútbol en su terapia, siguen usando medicamentos antipsicóticos, como cualquier otro especialista moderno; pero han descubierto que cuando aplican la terapia futbolística, los pacientes necesitan menos medicación.

"Esto es muy importante," dice Santo, "porque los medicamentos que solemos usar normalmente producen en los esquizofrénicos síntomas similares a los de los pacientes de Parkinson. Estos fortísimos fármacos bloquean el cerebro y el cuerpo y reducen la movilidad, mientras que el fútbol desbloquea a la gente y les proporciona energía. Un cincuenta por ciento de nuestros pacientes necesita menos medicación después de jugar."

Se seca el sudor de la cara con una toalla - hace calor para ser un día invernal - y acto seguido añade: "Otra gran ventaja de la terapia futbolística es que los jugadores aumentan con ella sus niveles de concentración de endorfinas - las llamadas hormonas de la felicidad que hacen que uno se sienta bien cuando ha hecho ejercicio. Muchas enfermedades mentales discapacitantes, como la depresión, están vinculadas a una reducción del nivel de endorfinas."

Ha terminado el partido. Los rojos han ganado, pese a la fuerte oposición de los blancos. Para celebrarlo, todos nos dirigimos a una zona de Roma cercana, algo abandonada, el barrio portuario en el que se crió Alessandro Faraoni.



Algunos cracks del Gabbiano F.C.


"De repente se puso a hablar solo y a dirigirse a la televisión"
Nos reunimos con Sandro y su madre en su pequeño pero acogedor apartamento. Mientras se ducha Sandro, su madre nos cuenta los antecedentes de su hijo. Sandro era un joven italiano totalmente normal y bastante guapo. Trabajaba como guardaespaldas del presidente italiano, pero el estrés de llevar una pistola y la preocupación de un posible intento de asesinato actuaron de catalizador de una psicosis latente.

Como dice su madre: "De repente se puso a hablar solo y a dirigirse a la televisión. Perdió el trabajo. Sufría unos cambios de humor terribles. Yo quería saber si estaba fingiendo, así que cogí una guitarra y se la partí en la cabeza. No fingía, sencillamente se quedó sentado ahí. Unos días después se escapó de casa y mi otro hijo tuvo que llamar a la policía. Tuvieron que inmovilizarle. Y ahí empezó todo."

Sandro vuelve y abre una botella de vino. "Yo creo que mi madre fue mi primera medicación. Supongo que el fútbol fue la segunda. El fútbol me hizo efecto porque me ayudó a escapar de la prisión que supone la locura. Mucha otra gente que padece esta enfermedad ha muerto violentamente, sufre accidentes o se suicida. Y yo iba también en esa dirección: Estaba completamente loco. Era como si estuviera a punto de explotar, con millones de voces que me hablaban."

Es un momento muy tenso. Su madre le pone la mano en el hombro; él continúa. "Pero entonces comencé a jugar al fútbol y así pude empezar a arreglármelas por mí mismo. Lo raro es que el equipo contrario empezó a oír las voces que yo tenía en la cabeza, se encarnaron en ellos, y esto fue una gran ayuda para mí, porque de repente se convirtieron en algo real, y así pude afrontarlas."

Suena el timbre: Mauro, el psicólogo, se reúne con nosotros. Abren una segunda botella de vino y las carcajadas de la familia aumentan de volumen. Hay un cierto aire de fiesta en el aire. No es de extrañar, para gente como Sandroque todo haya salido bien un día más es un pequeño pero importante triunfo.

Por así decirlo, es algo parecido a ganar un partido de fútbol. "



Afiche del torneo 2007.

Puede observarse que el nombre del torneo futbolístico del que hablamos es Matti per il calcio (Locos por el fútbol). La denominación no es gratuita: de hecho en el año 2006 se filmó un documental así llamado: Matti per il calcio, con los siete equipos participantes en el torneo italiano de pacientes psiquiátricos y los promotores de tal iniciativa, los psiquiatras Mauro Rafaelli y Santo Rullo, quienes iniciaron la 'futbolterapia' desde el año 1993 en sus servicios asistenciales en Roma. Entremezcladas entre las vivencias de los distintos protagonistas y sus familias están salpicadas las escenas de los emocionantes partidos, las hábiles jugadas y los celebrados goles. He aquí el tráiler del film (de autoría de Volfango De Biasi y Francesco Trento). Quienes aparecen al inicio son los colegas Rafaelli y Rullo:





Sean propicias estas noticias para renovar nuestra exangüe fe en el fútbol, no como la feria de las vanidades que suele ser el deporte profesional y de alta competencia, sino como la bienhechora oportunidad de socialización, ejercicio y sano esparcimiento que puede coadyuvar de manera importante en la rehabilitación de nuestros pacientes. Lindo ejemplo a seguir el de los amigos italianos. Cualquier día de estos les haremos la parada con el Atlético Noguchi o el Sport Honorio. ¡Y tendremos barra brava!




Matti per il calcio: carátula del DVD.


ENLACES:

- Entrevista a Santo Rullo en Newsweek con motivo de la aparición de Matti per il calcio.

- Reseña en The Global Game sobre ídem.