lunes, 9 de noviembre de 2009

Del diario soñar




Es un sueño la vida...
Bécquer








Ciertamente dormir y soñar nos parecen usualmente muy triviales menesteres, aun cuando en sólo fenómenos oníricos nos pasamos cincuenta mil horas o dos mil días o seis años enteros de nuestra vida -para no tirar más números sobre el dormir-.

Se han enunciado como características más distintivas de la actividad onírica:

- Contenido y organización ilógicos, en que se desobedecen las leyes naturales,
- Experiencia de impresiones sensoriales formadas, por estrafalarias que sean,
- Emoción sentida con tanta intensidad que puede interrumpir el fenómeno onírico,
- Aceptación acrítica, como si la experiencia fuera normal o cotidiana,
- Dificultad para recordar un sueño una vez que termina. (1)


Estas cualidades parecen compartirse en parte con las alucinaciones, las delusiones y varias alteraciones de conciencia. Como si cada noche el dormir nos proporcionase una porción regulada de locura para mantener la supuesta cordura de las horas diurnas -de hecho se ha verificado que la deprivación total y prolongada de sueño altera groseramente el funcionamiento mental y producir puede cuadros cuasi psicóticos-.

No es excepcional tampoco la queja aquella de quienes luego de angustioso sueño lamentan : "quería correr pero no pude...", "quise pegarle y no se movía mi brazo..."; pues Natura, en su infinita sabiduría, dotó a la fase del dormir en que se producen los ensueños de atonía muscular completa -excepto para los músculos respiratorios-. Sino serían desasosegantes los amaneceres con todos los individuos actuando sus sueños en los alféizares, en las avenidas, en los lechos ajenos.

Y qué decir de la parálisis del sueño, aterrador simulacro de la muerte, donde hasta el más cuerdo alucina, donde el más sugestionable se cree secuestrado por alienígenas verduscos.

O del sonambulismo, o de la actividad electroencefalográfica durante los ensueños tan agitada como durante la vigilia, o de la poiquilotermia que nos hace despertar ateridos en la madrugada, o de la tumescencia puntual que recibe al nuevo día, o del despertar que nos resucita de esa pequeña muerte de recámara.

Aquí la lógica del día se disuelve, lo real se funde con lo irreal, un bostezo es una expresión de asombro ante el inminente sueño.



ENLACES:

- Una máquina de los sueños: Meulen BC, Tavy D, Jacobs BC. From Stroboscope to Dream Machine: A History of Flicker-Induced Hallucinations. Eur Neurol 2009; 62: 316-320.

- Comunidad de los sueños en línea: The Collective Unconsciousness Project.

- Calientito: A dream interpretation: Tuneups for the brain, by B Carey. En: The NY Times.

- Ah, y la viñeta... XKCD, ahora en español.

Referencia:

1. Hobson JA. El cerebro soñador. FCE. México, 1994.

12 comentarios:

todopsicologia dijo...

Interesante. ¿Seria descabellado pensar que algo fundamental a la hora de desarrollar una psicosis es precisamente la deprivación de sueño?. Quiero decir, que debido a la tensión, la angustia o el miedo, la persona empiece a no dormir y esto provoque en cascada todos los problemas....¿o mas bien es a la inversa, es decir, el no dormir es consecuencia del brote psicotico?. A mi en cualquier caso, me parece que casi siempre, en lo que he visto, una cosa va de la mano de la otra.
Por otra parte, has llamado al sueño, "muerte de recámara", algo muy poético. Sinembargo a mi me sorprende siempre lo vivos que estamos cuando dormimos. Yo por ejemplo, no necesito despertador me levante a la hora que me levante, siempre despierto a la hora que tengo que despertarme, como si de alguna forma estuviera pendiente del reloj. Con el nacimiento de mis hijos, también estoy pendiente de ellos, si tosen lo oigo, si piden agua también. Es como si dormidos estuvieramos sensibles y pudieramos discriminar.
Un saludo.

Lizardo Cruzado dijo...

Ah, pero yo digo deprivación de sueño, no insomnio. Lo primero se da en condiciones experimentales, lo segundo es prolegómeno usual, como otros quebrantos de las funciones biológicas básicas, de diversos cuadros como la psicosis y otros de índole diversa, enrevesado con los penosos síntomas de la patología incipiente.
De lo segundo, vea Ud., le diré que me pasa lo mismo, y esto depende mucho de los temperamentos individuales. Felizmente es una pequeña muerte, nomás:
http://antiguospoemasdelizardocruzado.blogspot.com/
2009/06/poiesis.html

Mas no una 'petit morte', que para los franceses es otra cosa bien distinta.
Un saludo.

Karen M. dijo...

Lizardo!!! mi querido Lizardo, has tocado un tema muy pero muy cercano a mi. Toda mi vida tuve problemas con el sueño, desde insomnio y demás cosas, pero mucho más que todo eso ha sido todo lo que describes anteriormente. Un tiempo tuve miedo porque pensé que me estaba volviendo loca. Las características que comentas arriba las experimento siempre, exceptuando el no recordar el sueño, porque yo si lo recuerdo. Porque, es más lo siento y es terrible, aunque ya me acostumbre, no me queda más que aceptarlo como tal.
Siempre, en la fase de la paralisis del sueño (tan cotidiana en mi) siento unas manos que me tocan, ya sea los brazos, muslos o lo que fuese, antes (cuando esto recien comenzó) hace dos años por ahí, me palpaban y nada más, con el tiempo esas manos me comenzaron ha hacer cosquillas y luego a hacer daño. Ahora ya no se, porque cuando me tocan (lo peor es que siento el momento en que va a pasar porque primero no puedo moverme y luego cierro mis ojos y no me queda más que esperar) no se si me harán consquillas o me lastimaran; ya me han torcido hasta la mano y aunque yo se que es pesadilla, que no es real, cuento los minutos para que termine pero a veces se prolonga demasiado y quiero gritar, pero obvio no puedo.
A este acontecimiento "cotidiano" ahora se le agregan personas en siluetas que nunca puedo ver y que siempre me quieren hacer daño o cosquillas y la cuestión es que no me dejan dormir.
En lo que se refiere a soñar, pues sueño las mas grandes incoherencias del mundo jajaja, pero eso me da un toque de humor, aunque a veces sueño cosas que a mi me parecen totalmente enfermas.
No se, es un tema todo esto. Hubo un tiempo en el que vivía asustada y solo me sentía a salvo con mis clonazepan, pero ahora que deje ciertas pastillas, he tratado de resistirme al miedo y aceptarlo.
A veces puedo predecir el curso de sus manos. Es demasiado raro.
Si me explicas algo que sepas de ello, te lo agradecería mucho.
Redactaré un post sobre esto en mi blog, mi experiencia personal, si quieres lo chekas despues para que veas de que hablo.
besos inmensos!!!
K-M-

todopsicologia dijo...

Claro, claro....no es lo mismo. Vamos a ver, normalmente el insomnio está provocado, descartado el uso de determinadas sustancias, por cuestiones o acontecimientos vitales mas o menos angustiosos. La custión clave creo que es si todos estos cambios biológicos y fisiológicos son la consecuencia lógica del no dormir, ya que la deprivación de sueño, de forma artificiosa, también provoca esos cambios.
Yo soy psicólogo, Ud. es psiquiatra así que estos temas los maneja mucho mejor que yo, por eso pregunto, aunque me da la impresión de que en esto, acabaríamos con la típica discusión del huevo y la gallina.
A propósito: inspiradora poesía.
Un saludo.

Lizardo Cruzado dijo...

La parálisis del sueño es un fenómeno que de forma aislada puede presentarse en cualquier persona aunque es repetitiva en diversos cuadros psiquiátricos y neurológicos. Muchas veces está asociada a situaciones de estrés y se produce por una disociación entre la vigilia -que se suscita- y la atonía muscular del sueño que aún no desaparece. En este intervalo el cerebro puede producir fenómenos alucinatorios distintos, como los que describe Karen, y que no son sinónimo de psicosis aunque son ciertamente amedrentadores. Por otro lado, el estudio del sueño involucra aspectos experimentales como en voluntarios sanos que se someten a deprivación de sueño y pacientes con dolencias cuyo estudio está a veces circunscrito a las herramientas de la clínica, ambos aportan datos valiosos, como apunta Jesús.
Antonio Machado habría añadido:
"Tras el vivir y el soñar, está lo que más importa: el despertar."
Muchas gracias por sus comentarios.

Karen M. dijo...

Bueno si, se que son fenómenos con los que debo convivir jajaja, lo bueno es que por ahora no han aparecido, quizá en las próximas semanas... trato de no asustarme. Me alegra saber que no me vuelvo loca.
Pd: leí tus poemas. Buenos ehh! la verdad es que disfrute leerlos.
Ya sabes que me gusta todo lo que tenga que ver con literatura.
besos

Tony Chávez Uceda dijo...

Mi querido amigo, me atrevo a compartir dos poemas inspirados por mis sueños, en realidad, mi musa innombrable, que aparece en mis sueños es la que me inspira casi siempre, aunque no todo es inspiración en esta vida. Ambos poemas aparecen en "los dialogos con un joven poeta", como las tareas que Don Godofredo le va dejando a su novel discípulo. Leer este post me ha dado alguna explicación para el mecanismo por el cual pude crear estos dos "gayos trinares".

Dos onirismos

De la elipsis


Despertares
(del Onirismo No 2)

Apareciste por tercera vez consecutiva
Momentos antes de despertarme
Segundos del tiempo real
Sentí haber vivido meses realmente

¿Por qué latirá tan fuerte en ese instante?
Sin razones, motivos
Algo así jamás siento a tu vista, bien despierto
Solo un saludo, sonrisa dulce, un hola que tal
Máximo un comentario
Un favor muy raramente

Desapercibidos en el mundo de los vivos
Somos el centro en el de los sueños
Príncipes de sus amantes
Reyes de los besos
Zares de las caricias
Emperadores del clímax y del éxtasis

Pero todo acaba con el sol
Solo él, latiendo locamente
Es lo único entre mis sueños
Y mi conciencia:
Incitación para dormir eternamente

¡Dulces momentos!
Parece vivirse meses
Siendo solo unos segundos
Anhelos de vivir de otra manera.
Pero no sé, sigo consciente
Despertaré, y a vivir como hoy
Siempre.

De la silepsis

Onirismo No 3

“Me niego a perderte”
decía ella
sobrio, digno, hermoso
Amor fenecido

Recorre con premura
Rápidas y veloces
Como imbuida de agua
Turbias y fatal…
remolinos…

Orgullosa como el águila
Egregia y fugaces
Volátiles
audaz y voraz águila

Como un atardecer del ansia
loca y reprimida
fugaz
fatal ansia, ¡locas
de ansia!

Me dicen
“Es que no puedo perderte”
“Es que no puedo permitirlo”

Por momentos parece sofocarse
en un enjambre de azulejos
rosadas, verdes, turquesas
baldosa ámbar, magnolia
carmesí.

Y yo siento cada instante
Apasionada, toque de
labios
inolvidables,
dicha, infinitas
van sus lágrimas
inunda poco a poco
el último momento
en que me dice
tiernamente
su palabra

“Te amo”
(Antes del bus)

“Es que no puedo perderte”
(Antes del sonido del despertador)

“Realmente…
no puedo”
(Poco antes del sonido del despertador)

sin pepas... dijo...

hum... habrá que pedirle al amigo miope que la próxima no se atreva...

Lizardo Cruzado dijo...

Hola Tony:
Gracias por compartir con nosotros tus creaciones. Sé que sigues escribiendo en diversos géneros y me alegra que el élan vital subsista pleno en ti.
Un gran abrazo.

Anónimo dijo...

¿Cómo es que se ha determinado que los sueños son en escala de grises y no a colores?

Pedro K. Albornoz Cauti. Uruguay.

Lizardo Cruzado dijo...

Eso mismo he escuchado repetidas veces y habré de revisarlo, pero a mí me parece que yo sueño a colores. Queda pendiente. Saludos.

sin pepas... dijo...

yo también sueño a colores, hasta el grado de poder describir los colores de la ropa que usan las personas con las que sueño, ¿de dónde salió que nomás en escala de grises? habrá que pasarles la voz de que es hora de pasar a technicolor el canal