Sumándose a la cruzada que pretende deslindar los intereses comerciales de la industria farmacética de los fines señeros de la ciencia, la Escuela de Medicina de la tradicional y prominente universidad norteamericana Johns Hopkins ha emitido una directiva que prohíbe a su personal y alumnado la recepción de cualquier prebenda de la industria farmacéutica (por trivial que sea el lapicerito o roñoso el sánguche triple). Además se estipula la restricción a recibir muestras médicas, la delimitación de las visitas de los propagandistas en los espacios académicos y asistenciales y se señalan recomendaciones precisas para participar en conferencias auspiciadas por la industria. Así, Johns Hopkins University se aúna a declaraciones y postulados análogos emitidos por la American Psychiatric Association.
- La sana suspicacia sobre este documento a cargo del Dr. Carlat.
1 comentario:
Me parece extraordinarias las medidas adoptadas por la universidad, alejaria cualquier comercializacion con intensiones " ", evitando con ello involucrar a la casa de estudio donde de seguro que los raglitos producen dividendos y la universidad se desprestigiaria.
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