domingo, 28 de febrero de 2010

¿La psiquiatría necesita un psiquiatra?





¿O necesita varios? ¿O requiere psiquiatras diferentes a los que habemos? ¿O no sólo psiquiatras? ¿Qué podemos entrever acerca de los fundamentos de nuestra práctica a partir de la evolución reciente de la clasificación psiquiátrica? ¿La nueva psiquiatría es la de-ese-eme-ología?

Alguna vez Loren Mosher, recordado psiquiatra que renunció a la American Psychiatric Association (APA), denunció en sus considerandos que este colectivo habíase transformado en American Psychopharmacological Association. ¿Somos indiferentes ante la perspectiva diaria de nuestra profesión mimetizada en esa insidiosa conversión?

Edward Shorter, imprescindible investigador contemporáneo de Historia de la Psiquiatría, autor de libros ya clásicos en este campo como A History of Psychiatry from the Era of the Asylum to the Age of Prozac,  From Paralysis to Fatigue: A History of Psychosomatic Illness in the Modern Era y A Historical Dictionary of Psychiatry; nos  ofrece en este artículo del Wall Street Journal su autorizado punto de vista ante la perspectiva de la nueva edición de la clasificación norteamericana de las enfermedades mentales.



N.B. La imagen es la chirriante carátula de Confessions of a Psychiatrist (1954).

2 comentarios:

d.c. dijo...

La psiquiatría necesita mucha vigilancia.

Vídeos donde hablan del doctor Francisco López Ibor (España, opus dei), dopando al hijo de Marcial Maciel (Jefe de los legionarios de Cristo). López Ibor, expide informe cuatro años después. El presunto enfermo no había solicitado el informe.

En el 2º vídeo explican el fin que tenía este informe que no coincide con la realidad psiquiátrica del "enfermo", ya que aparece en el vídeo en un programa de tv sin dopar y parece muy normal.

http://www.youtube.com/watch?v=m7e5ueoGyXY&NR=1

http://www.youtube.com/watch?v=r6PJAzPwUWU&feature=related

Si el hijo de Maciel conceda la entrevista en tv porque los legionarios no le dan la herencia que solicita o porque no hallan querido comprarle el silencio, es un chantajista, no un enfermo (4 años antes no había por qué doparle sin causa justificada).

Tony Chávez Uceda dijo...

Ese es el problema, mi querido amigo. La premisa de la inmaterialidad de la mente, permite que sutano y mengano metan su cuchara en el campo de la psiquiatría, intersectándola con otras disciplinas o indisciplinas seudo científicas. Basados en una lógica retorcida que se puede graficar así: el pensamiento no se puede ver-el pensamiento es intangible-entonces el pensamiento es inmaterial- entonces el pensamiento es espiritual- entonces las enfermedades del pensamiento son enfermedades espirituales, etc etc.

La solución al problema radica en definir contundentemente los límites del estudio de la psiquiatría. Sus métodos son diversos y muchas veces nada uniformes, pero se debo buscar un terreno básico común con el que trabajar, con las herramientas de la ciencia.