El día de ayer la FDA aprobó, luego de varios años sin novedades, un nuevo antipsicótico para empleo en el tratamiento de la esquizofrenia: la ILOPERIDONA (cuyo nombre de marca es Fanapt). Como puede apreciarse, en este año en que la Risperidona celebra su fiesta de quinceañero, le nace una linda primita que se le parece enternecedoramente.
Algunos suspicaces recalcitrantes han querido invocar barruntos de mala fe en el hecho de haber tenido el año pasado la misma molécula, Iloperidona, una carta de rechazo de la FDA ante una primera solicitud de aprobación. Usualmente este organismo no revela el contenido de dichas misivas, pero se sabe que los fabricantes de Iloperidona, Vanda Pharmaceuticals, no han efectuado nuevos estudios para repostular al visto bueno de la FDA sino que, meramente, han presentado nuevos datos y nuevos análisis de los ensayos previos. Fueron dos los estudios considerados para la aprobación: uno de 4 y el otro de 6 semanas de duración, abarcando un total de 1308 pacientes con diagnóstico de esquizofrenia (sumados a los participantes en estudios de seguridad llega n=3000); en ambos casos Iloperidona resultó superior a placebo en un rango de dosis que oscila entre 12 y 24 mg del principio activo. Entre los principales efectos adversos (reportados en menos del 5% de pacientes) se hallan la somnolencia, fatiga, mareos, hipotensión ortostática, taquicardia e incremento de peso (y no va a ser...)
Iloperidona, como es de esperarse dada la excelsa calidad de la novedosísima molécula, ha desatado el optimismo más ufano de sus fabricantes al punto que han previsto su uso no sólo en esquizofrenia sino además "en el tratamiento de desórdenes afectivos y atencionales / conductuales" (ver patente). No es necesario abusar de la imaginación para anticipar que se preparan multitud de estudios abiertos para indicaciones off-label de iloperidona en los más diversos diagnósticos psiquiátricos.
Vanda, el laboratorio norteamericano fabricante, debe ser en los actuales momentos una fiesta en todo el sentido de la palabra: sus acciones en la bolsa, luego de la aprobación de la droga, se han elevado en 824%. Y Vanda gozará de la patente exclusiva de Iloperidona hasta el año 2021.
Podemos sentirnos agradecidos de vivir en un mundo donde la industria farmacéutica vela por nosotros fabricando medicamentos cada vez más avanzados y poderosos (¿quién diantre dijo "me-too-drug"?). En nuestro medio, la comunidad psiquiátrica aguarda con emocionada expectativa el momento en que podremos prescribir la nueva panacea psicofarmacológica, Iloperidona, a manos llenas para beneficio de todos nuestros pacientes y todos sus diagnósticos. ¡Bienvenida, Iloperidona!
ENLACES:
- Información del fabricante sobre Iloperidona (Fanapt).
- La noticia en PsychCentral.
8 comentarios:
Es raro encontrar una entrada como esta, justo pensaba en como controlar mi ansiedad con fármacos, obviamente mi problema no es como el de los pacientes que necesitan la iloperidona (creo)...en todo caso si es de ayuda en el tratamiento de alguna enfermedad pues bienvenida sea!...me preguntaba...y los efectos secundarios? y me refiero a si existe la posibilidad de volverse adicto a algún fármaco así?
Claro, Little Red, que todo cuanto constituya un avance en la terapia medicamentosa suena prometedor. El punto es que esta molécula no parece ser tan "nueva" sino que resultará en un gran negocio farmacéutico a expensas de esa supuesta "novedad". Los problemas de ansiedad, como cualquier problema que pueda requerir el uso de fármacos, debieran ser consultados con el profesional competente para determinar la naturaleza del caso y ver si necesita medicación o psicoterapia o algún otro tipo de tratamiento.
Existe la creencia extendida de que los psicofármacos son adictivos pero eso no es así, en la dimensión y tipo que la gente cree.
Ojalá encuentres la solución apropiada a tu problema. Gracias por tu comentario.
hola lizardo, ¿cómo así que los sicofármacos (la p muda no existe en nuestro idioma, me extraña, araña...) no son adictivos en la dimensión y tipo que la gente cree? mejor vayan a que los curen los apus, al menos no dejan huellas y no te dicen que no, pero que sí
Hola Sin pepas:
Algunos psicofármacos sí pueden tener riesgo de abuso, como las benzodiazepinas, si se usan sin seguir una prescripción adecuada; pero seguramente habrás notado que los antipsicóticos o los antidepresivos no se venden en las esquinas como la marihuana o la cocaína. Es que hay enormes diferencias.
Ciertamente una percepción muy generalizada es que los médicos psiquiatras sólo sirven para recetar pastillas. No es necesariamente así. De hecho, hay vertientes muy críticas dentro de la misma psiquiatría respecto a determinados tratamientos psicofarmacológicos, que son posiciones muy valiosas:
http://desdeelmanicomio.blogspot.com/2009/04/el-mito-de-la-cura-quimica.html
La mención que haces a los Apus es interesante porque coincido en que la comprensión de la persona va más allá de unas cuantas moléculas y unas "pepas" -si te tomas la molestia de leer algo más del blog, podrás advertir que tal es mi pensamiento-.
Finalmente, respeto la postura que muchas personas como tú pueden tener de rechazo a determinados tratamientos: en última instancia, la receta médica es solamente un trozo de papel y puede ser o no cumplida.
Ah, no pretendo ser dueño de la verdad, menos de la ortográfica, pero el uso escrito del grupo consonántico "ps" se admite en numerosas voces llamadas cultas por derivar de vocablos griegos, tal es el caso de psiquiatría o psicofármaco.
Gracias por tu comentario.
Extraordinario; llego desde el blog de Nietos de Kraepelin empujado por la recomendación de su autor, y por la nostalgia que me evoca Perú (después de todo, de allí es mi señora y supongo que el 50% de mi hija, concebida entre Lima y Cusco). Muy mimado el blog, con ese verbo trabajado tan propio del peruano (siempre amantes de la precisión y hasta de la poesía) y con esa diversidad abierta de miras. La entrada es fantástica, aunque desde la distancia y permitiéndome una frivolité amistosa, sugeriría estudios bioquímicos del ceviche y del lomito saltado; a ver si no son antidepresivos...
Un saludo desde España
Hombre, gracias por el comentario. Había visitado también tu página web a partir de los comentarios que haces en Nietos de Kraepelin y me pareció muy bien. Qué gusto saber que tienes a alguien querido y de mi patria a tu lado.
Claro que la comida peruana es psicotrópica, yo soy un empecinado autoexperimentador con ella y siempre en sobredosis. Muy recomendable. Lo que no encuentro es tiempo para escribir "Más cebiche y menos Prozac".
Saludos, Gustavo, y gracias por la visita.
Que bella molécula es la iloperidona señoras y señores, noten como de una aburrida amida, se ha transformado en una bella lactona, con un grupo carbonilo sugestivo de mayor liposolubilidad y mejor volumen de distribución en el SNC. Gracias iloperidona, por hacerme recordar las clases con el inmortal maestro Alva Astudillo.
Hola Tony, caramba, me abrumas. Yo sufrí para pasar ese curso pero tú, más de 15 años después, lo ostentas en la punta de la lengua con docta solvencia. Te pasaste...
Publicar un comentario