La neuropsicofarmacología, que hasta la actualidad se ha visto constreñida al mero tratamiento sintomatológico de las diferentes patologías psiquiátricas -ergo, ansiolíticos contra síntomas ansiosos, antipsicóticos contra síntomas psicóticos, etc.- ha llegado finalmente al umbral de la sexta y definitiva revolución psiquiátrica. Asumiendo a plenitud los desafíos contemporáneos de la ciencia médica, la industria farmacéutica ha llegado a producir un medicamento que promete el logro de la felicidad más que sólo la insípida y aburrida paliación de algunos síntomas.
HAVIDOL (Avafynetyme HCl - cuyo lírico slogan es "when more is not enough") es la prometedora droga que acaba de aparecer en el mercado norteamericano y está dirigida específicamente a un padecimiento moderno, de elevadas tasas de prevalencia aunque usualmente soslayado por los profesionales y desconocido por la mayoría de los que lo padecen: en inglés se le denomina Dysphoric Social Attention Consumption Deficit Anxiety Disorder (DSACDAD) y podría traducirse como Trastorno de ansiedad y disforia por déficit de consumo y desatencion social.
El DSACDAD se desarrolla cuando el sistema cerebral de recompensa sufre desajustes, dejando a los que padecen de tales desequilibrios con una emoción desagradable de insatisfacción y frustración al no sentirse "de lo mejor". Aquí HAVIDOL interviene, agonizando la hormona hedonina recientemente descubierta, con lo que se restablece la capacidad de disfrutar los retos de nuestra cultura altamente competitiva y la posibilidad de vivir al máximo con una perenne experiencia de incondicional bienestar. Los fabricantes grafican la psicopatología subyacente y el curso terapéutico en estas reveladoras ilustraciones:
El balance de las tres A restablecido con HAVIDOL
Curva de respuesta al tratamiento con HAVIDOL
HAVIDOL se presenta en tabletas de 20 mg. y supositorios, formas de presentación al gusto de cada usuario. Es excepcionalmente bien tolerado y sin mayores efectos adversos, hasta donde se ha estudiado. Estos son tiempos áureos para la especie humana y la ciencia psicofarmacológica: al fin tenemos en HAVIDOL a la primera droga que transita decididamente el sendero de la psicofarmacología correctiva y cosmética, la "bala mágica" para aniquilar esas sutiles pero insoportables imperfecciones de nuestro estilo de vida contemporáneo.
ENLACE:- HAVIDOL, "when more is not enough".
9 comentarios:
Cuestión de modas, con su sazón económica, por supuesto. Lo mismo se dijo en su momento de la fluoxetina (Prozac). Recordemos que Peter Kramer ("Listening to Prozac", 1987) llegó a proponerla no solamente para trastornos depresivos, sino para toda clase de dolencias psíquicas, e inclusive para personas normales que desearan una "cosmetología psicológica", equiparando su uso con la cirugía estética. En la actualidad, sólo a los que tienen prometido un viaje al próximo congreso internacional financiado por algún laboratorio, se les ocurriría recetar fluoxetina con fines "cosméticos".
En realidad parecía una broma muy elaborada, hasta tuve que entrar a la página fuente para convencerme de su veracidad, increíble... por eso tienen eco las corrientes antipsiquiátricas, hasta que no nos convezcamos que la interacción humana no sólo depende de la biología (muchas veces cuestionablemente enfocada por la industria farmacéutica), sino también de las interacciones familiares, sociales, culturales, económicas, etc, etc,(en las cuales si bien es cierto es más difícil intervenir, no exime de la responsabilidad de atenderlas) no será posible ayudar a las personas que asimilan de manera disfuncional sus efectos.
Saludos
Ya decía yo que era una farsa:
http://en.wikipedia.org/wiki/Havidol
Havidol (avafynetyme HCL) is a parody campaign for a fictional medication to treat a fake psychological disorder called Dysphoric Social Attention Consumption Deficit Anxiety Disorder (DSACDAD). [Pronounced Dee-sack-dad] The name is a play on the phrase: "have it all"; its chemical name, "avafynetyme HCL", reads, "Have a fine time".
According to the artist, Justine Cooper, the "official HAVIDOL website", havidol.com, had 5,000 hits within a few days after its creation, and some visitors to her gallery have believed HAVIDOL to be a real prescription drug.[1]
HAVIDOL was presented at the 18th Consumers International World Congress on The Ethics of Drug Promotion held in Sydney, Australia October 29 to November 1, 2007.[2]
[edit] Justine Cooper
Australian artist Justine Cooper created the marketing campaign as a social satire on the tactics used by the drug industry to sell prescription medications. The pseudo advertising campaign also examines our collective desire and expectation, that there is always room for improvement, and our doubts as to whether we are ever good enough, or have enough.[3][4] Cooper stated she intended the exhibit to be humorous, but subtle. The campaign recreates the entire drug marketing process. It starts from the invention of a new disorder to the branding process of naming the drug, its pill and logo design, and promotional merchandise. The campaign was on display at the Daneyal Mahmood Art Gallery in New York City from February 8 to March 17, 2007 and included TV, print and billboard ads along with merchandise and branding material.[5]
Cooper had the initial idea while waiting for a flight at the Los Angeles International Airport. She viewed her first direct-to-consumer (DTC) pharmaceutical advertisements, promoting drugs for allergies, insomnia, depression, and erectile dysfunction, while watching the news on TV. DTC advertising is only allowed in the United States and New Zealand. She received funding from the Australia Council for the Arts, the Greenwall Foundation in New York, and the New York State Council on the Arts.[6]
http://en.wikipedia.org/wiki/Havidol
Aunque se trataba sólo de una broma, habría que preguntarse por qué resultó tan verosímil en nuestro mundo actual...
JA,JA, JA...
jajajajajaja no sabía que era broma, pero cuando lo leí, pensé, fuck you! definitivamente, con gente como yo, esos laboratorios se van a la bancarrota
Todos locos. Todos con Neurosis Domingueras. Qué diría el abuelillo Frankl... en lugar de lo costoso que es encontrar un sentido a la existencia a base de preguntas de respuesta incómoda, con una pildorita podemos disfrutar de las tardes del Domingo.
Si no es verdad, pronto lo será. Tiempo al tiempo
Lamentablemente, así como van las cosas, tal parece...
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