lunes, 1 de marzo de 2010

Cervantes en el 'American Journal of Psychiatry'





Oigo el murmullo desde los tendidos: que es un refrito de hace años, vamos, que la bitácora adopte como subtítulo 'descubriendo la pólvora' o algo así. Pero es lo que hay, válganos el desplante torero, es lo que hay, ¡jolines!

La sección Images del American Journal of Psychiatry suele ofrecer retratos de ceñudos y cariacontecidos psiquiatras, abrumados por el ropaje de su fama y su prosapia académica, al punto que parecen pedir un poco de aire o que por favor se les afloje siquiera un dedo el nudo de la corbata. Pero en este caso no es un empingorotado 'Herr Professor' el que nos atisba ni un F.R.C.P. Ph. D., sino nuestro bienamado Miguel de Cervantes Saavedra, el creador del Caballero de la Triste Figura, ese loco universal y sin parangón alguno.


Enlace:

- Tabarés-Seisdedos R, Corral-Márquez R. Miguel de Cervantes (1547-1616). Am J Psychiatry 2001; 158: 1392.

Otros enlaces relacionados en el blog:

- 'Tiempo de silencio' de Luis Martín Santos.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Lizardo por el artículo. Hay un antes y un después de leer El Quijote. Te puedo contar que en cada época de mi vida he hecho una lectura diferente de la novela, según iba digamos que "madurando"; y siempre quedo contenta, con ganas de que no termine. Es un libro que hace compañía, un universo que a modo de espejo te devuelve la imagen de la vida "real", y en el que te reconoces.
Un cariñoso saludo

Lizardo Cruzado dijo...

Igual me sucede, Susan, aunque todavía pende mi lectura de El Quijote desde mi momento actual. Me animas a hacerla. Un afectuoso saludo y gracias por tu comentario.

Paula dijo...

Me imagino, porque yo sólo imagino, que la inclusión de Cervantes en el mundo de los sesudos Herr Professer pueda deberse a una aventura de carácter autópsico que tendría como finalidad convertir la literaria locura de Don Quijote en etiquetación modelo DSM. Ojalá me equivoque.
¿O será que el Journal ese se ha vuelto humanista y emprende la única aventura necesaria en el campo de la psiquiatría y todos los demás?
Hagan sus apuestas

Lizardo Cruzado dijo...

Esperemos y apostemos, etiquetada, a que no se emplee al hidalgo manchego con fines 'de-ese-eme-ológicos' -aunque a veces se ha querido llamar síndrome de Don Quijote a una variante de Trastorno Delirante con delirios de grandeza-.
Asistimos expectantes al nacimiento de tu blog. Enhorabuena y gracias por tu comentario.

Santiago Stucchi-Portocarrero dijo...

Alguien de cuyo nombre no quiero acordarme se aventuró una vez a diagnosticar como neuroluético al hidalgo de los de lanza en astillero, basándose en el inicio tardío y la grandiosidad que caracterizó la sequedad cerebral de aquél. Quién sabe si un VDRL literario aclararía el misterio.

Lizardo Cruzado dijo...

Parécenos, Dr. Stucchi, que cuando se confunde y entrevera la realidad y la ficción, los que estamos en el lado de la 'realidad' salimos abrumadoramente perdiendo. Así parece con el desmesurado etiquetaje que comenta Ud.
Gracias por su comentario y saludos.