Ya usé y abusé de la buena y mala tijera aquí: he copiado textos diversos de variopintos autores como entradas en el blog una y otra vez. Ya hasta incurrí en la impudicia de transcribir -oh, nefando, aborrecible pecado- versos míos para subsanar un post. He desplegado originalísimos refranes inclusive, sarcasmos banales, comentarios boyantes de obviedad e intrascendencia. He colocado asimismo una impúdica fotografía de calatas por ahí. Pecador de mí, carente de imaginación yo, profeta de las pocas nueces y el mucho ruido: sólo me falta glosar unos chistes sin gracia o abocarme a comentarista de la farándula local para hundirme del todo en el sótano de la abyección.
Allí nos veremos pues... Lo importante es tirar pa' lante... ¿O no?
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