jueves, 8 de enero de 2009

Los Nobel de Psiquiatría







Solamente dos cultores de la disciplina psiquiátrica han obtenido hasta hoy el Nobel de Fisiología y Medicina -situación que cambiará radicalmente, claro está, cuando la internacionalización de la institución rectora de la salud mental en nuestro medio logre cristalizarse-: Wagner von Jauregg en 1927 -quien inventó la malarioterapia frente a la sífilis cerebral- y Eric Kandel en el año 2000.



Este neurobiólogo, psiquiatra y psicoanalista de envidiable sonrisa kolynos, procedente de familia judía y nacido en Austria a pocas cuadras de la casa de Freud, afincado luego en los Estados Unidos de América en los inicios de la persecución nazista, es uno de los principales teóricos de la neurociencia actual. Kandel ha enunciado los principios de la relación mente-cerebro para la psiquiatría contemporánea en su fundacional artículo A new intellectual framework for psychiatry:


Principio 1: Todos los procesos mentales, incluso los más complejos, se derivan de la actividad cerebral. Lo que llamamos mente es un conjunto de acciones ejecutadas por el cerebro.

Principio 2: Los genes y sus productos, las proteínas, son determinantes del patrón de interacción de las neuronas y su funcionamiento.

Principio 3: Las alteraciones genéticas no explican por sí solas todas las variaciones de la patología mental. Los factores psicosociales y del desarrollo también influyen modificando la expresión de los genes y por tanto el funcionamiento neuronal. ("...all of nurture is ultimately expressed as nature.")

Principio 4: Modificaciones en la expresión genética inducidos por el aprendizaje originan cambios en el patrón de conecciones neuronales.

Principio 5: En la medida que la psicoterapia es efectiva y produce cambios conductuales a largo plazo (aprendizaje), su sustrato son modificaciones en la expresión genética y cambios estructurales en las interconecciones neuronales.

Como es previsible, Kandel augura la posibilidad de un renacimiento del psicoanálisis en base a los avances neurobiológicos que sucesivamente se alcanzan.(1) De hecho, él confiesa haber iniciado su interés en la neurobiología gracias al afán de descubrir los sustratos biológicos del yo, el ello y el superyo.(2) El relato de su biografía es apasionante y conmovedor, como cuando relata que en su época también existía la maniquea escisión entre el quehacer clínico y el de la investigación científica -en todas partes se cuecen habas, qué consuelo, no sólo en nuestro instituto-.

Es imprescindible hoy leer a Kandel. Y pensar que en sus investigaciones, como la mayoría de los neurobiólogos, Kandel usa alimañas tan minúsculas como el caracol Aplysia.







O sea que a fin de cuentas los seres humanos no debemos ser tan complicados: si hasta nos parecemos fenotípicamente a Aplysia: baboseantes, amorfos, inermes, frágiles, cornudos...



Referencias


1. Kandel ER. Psiquiatría, psicoanálisis y la nueva biología de la mente. Ars Médica. Madrid, 2005.

2. Kandel ER. En busca de la memoria. El nacimiento de una nueva ciencia de la mente. Katz. Buenos Aires, 2008.

2 comentarios:

Santiago Stucchi-Portocarrero dijo...

No olvide usted a Antônio Egaz Moniz, quien aunque no fue psiquiatra, ganó el Premio Nobel en 1949 por la lobotomía prefrontal, método quirúrgico de fugaz pero muy controversial paso por nuestra especialidad.

Lizardo Cruzado dijo...

De ningún modo olvidado: a cada tecla que oprimía al redactar el post tenía en mi mente a don Antonio Caetano de Abreu Freire más conocido como Egas Moniz, casi parecíame percibir su aliento y escuchar su voz... pero piña, no era psiquiatra pues.(1)
Tampoco tampoco tan fugaz, oiga Ud., de hecho hoy subsiste aunque de manera muy restringida la lobotomía y sus variantes,(2) y en nuestro país incluso el colega Teobaldo Llosa a inicios de la década de 1980 indicó cingulotomías para el tratamiento de las adicciones.(3)
De hecho, Moniz no fue el primero de los que removieron la tapa de los sesos de la gente para intentar curarla; sin remontarnos a trepanadores preincas y de otras civilizaciones, el primero en hacer un reporte formal fue Burckhardt en 1891. Pero Moniz se llevó los laureles de la gloria porque, entre otras cosas, ya era un médico famoso debido a su genial aporte de la angiografía cerebral. (4)
Para más laureados relacionados a la neuropsiquiatría, hay una breve nota de Javier Mariátegui en nuestra difunta Revista de Neuropsiquiatría.(5)

1. http://nobelprize.org/nobel_prizes/medicine/laureates/1949/index.html

2. http://jnnp.bmj.com/cgi/reprint/63/6/701

3. http://www.kallpa.com.pe/entrevistaaldoctorteobaldollosaetiquetanegra.pdf

4. http://nobelprize.org/nobel_prizes/medicine/articles/moniz/index.html

5. http://sisbib.unmsm.edu.pe/BVRevistas/Neuro_psiquiatria/v60_n2/premio%20nobel.htm