jueves, 2 de mayo de 2013

Contra la "dimensionalidad" numerológica en Psiquiatría - G. Berrios







Honestamente, no es que uno posea la versación epistemológica y psicométrica para intentar asir en profundidad los conceptos que Berríos vierte en el reciente artículo suyo: "Is the concept of “dimension” applicable to psychiatric objects?" (World Psychiatry. 2013; 12: 76-78), pero no deja de ser estimulante leer sus conceptos que cuestionan la entronizada investigación cuantitativa y nomotética, llena de escalas y puntajes, sin duda necesaria, pero sin duda también sobrevalorada en desmedro de otros enfoques.

A partir de su concepción de que los síntomas psiquiátricos no son objetos naturales (como los perros, las nubes, los ríos o los átomos) ni abstractos (como la verdad, la sintaxis o la belleza) -puntos extremos adoptados por diferentes posturas en psiquiatría-, Berrios reclama la necesidad de replantear la posibilidad de "medir" dimensionalmente a dichos fenómenos, lo que le parece artificioso, y propone que lo que estamos haciendo en realidad es sutilmente parecido pero distinto: "Differentiating grading from measuring is essential. They are different mental operations and belong to different realms of knowledge. Grading is a form of evaluation and hence it accepts predicates such as fair, just, regular, consistent, benevolent, and so forth. Adjectives such as exact, reliable, valid, sensitive, specific, true, and the like cannot apply to it. Grading is always in the eye of the beholder, and the fact that some evaluators may be consistent in their evaluations (i.e., in attaching the same grading label to the same value or proportion) does not make grading into a form of measurement. Psychiatrists may want to use numbers as grading labels, but what they cannot do is perform mathematical operations on them."

No se refiere estrictamente Berríos a la perspectiva por la cual los síntomas psiquiátricos pueden entenderse como una continuidad desde la normalidad (dimensionalidad), en oposición a la perspectiva categórica, que confina a los síntomas psiquiátricos como objetos ajenos y perfectamente delimitados de la normalidad, sino a la cuantificación numerológica, con decimales y todo, que se hace de los objetos psiquiátricos:  "As they are, grading labels can, in fact, be useful in the description and management of mental symptoms. However, they are not quantifiable. Neither the number-labels attached to them can be treated as real quantities nor can the evaluated qualities be called “dimensions”. The same constraints apply to “mental disorders”. The fact that throughout history mental symptoms have been made to cluster up in particular ways does not make the resulting clusters less qualitative. Like the mental symptoms that constitute them, mental disorders can only be graded or evaluated."

A sopesar detenidamente la lectura (el verbo es sintomático, desde luego, ya que sugiere medición de peso) pues estamos demasiado acostumbrados a un elemento raigal del discurso de la modernidad: esto es, que si deseamos conocer algo sobre determinado ente, todo lo que necesitamos hacer es medirlo (con una cinta métrica o una sofisticada escala). Más que una declaración culminante, textos enjundiosos como los de Berríos, son un profícuo punto de partida y así son bienvenidos.


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ENLACES:

- Berrios GE, Marková IS. Is the concept of “dimension” applicable to psychiatric objects? World Psychiatry. 2013; 12: 76-78.

- Del recordado blog mentor nuestro Nietos de Kraepelin (e inactivo y añorado ahora) una pincelada reflexiva sobre Don Germán Berríos, digo, para atemperar el entusiasmo: http://nietosdekraepelin.blogspot.com/2010/02/not-so-ligth-reading-for-rest-of.html


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2 comentarios:

Félix dijo...

Como ya te he comentado en alguna otra entrada, cada vez son más las voces que se alzan divergentes, ¿estaremos viviendo algo tan emocionante, y necesario, como un cambio de paradigma en la psicopatología? ¿Y además, que oportuno jejeje, justo ahora que estoy revisitando "La estructura de las revoluciones científicas"?

Veo que cada vez es más apremiantes para muchos la necesidad de humanizar las ciencias PSI (psicología, psiquiatría, neuropsicología...), que es algo que lleva ahí mucho tiempo (recordemos al querido Thomas Szasz, a la aproximación humanista a la neurología de Oliver Sacks, etc...) pero que ahora gana fuerza.

Gracias por compartir esto, una nueva invitación a una reflexión necesaria ahora que los cuervos del DSM V sobrevuelan nuestras cabezas y las de las personas que ponen su bienestar psicológico en nuestras manos.

Lizardo Cruzado dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Félix, se requiere una reflexión profunda e informada sobre estos palpitantes temas. Abogamos por ello. Un cordial saludo.