Karl Kahlbaum (1828-1899), soslayado descriptor de la hebefrenia.
Reciente entrada ('The mystical path of scientific understanding') en el óptimo blog Neuroskeptic nos detalla, con derroche de hilaridad y perspicacia, los niveles de comprensión de un texto científico por parte de sus eventuales lectores. Descriptivamente las interjecciones suscitadas, a partir del nivel más bisoño al más sofisticado de comprensión, evolucionan desde el incipiente '¿ahh?', progresan al ya mejorcito: '¡Oh!', ascienden decididamente al 'Hmmm...' y finalmente coronan con el asertivo '¡Ajá!' la cúspide del caletre y cacumen ante las novedades de la avasalladora bibliografía científica.
Nos resistimos, por modesto decoro, a comentar las interjecciones nuestras ante el reciente e inusualmente dilatado editorial aparecido en Acta Psychiatrica Scandinavica. Sus autores: Michael Alan Taylor, Edward Shorter, Nutan Atre Vaidya y Max Fink prodigan en el texto una revisión crítica de la formación del concepto de esquizofrenia y de cómo, al haberse subsumido la hebefrenia en el grupo de las esquizofrenias a iniciativa de Kraepelin, se desperdició una concepción nosográfica más consistente que la tan llevada y traída 'dementia praecox'. A partir de las seminales nociones de Kahlbaum, los autores trazan un claro panorama del modo en que, a lo largo de la breve historia transcurrida, los extravíos y malandanzas psicopatológicas y nosológicas se han perpetuado hasta los actuales manuales diagnósticos, pese a los diversos y saludables propósitos de enmienda y contricción.
Desde luego, el análisis va más allá del escueto apunte histórico y no se limita tampoco al veleidoso plano de la terminología -120 referencias bibliográficas que van desde 1862 hasta el año corriente dan plena fe de ello-. Además del prestigio de las plumas involucradas, es resaltante la contundencia de los asertos y el propósito saludablemente polémico que se grafica plenamente en las frases que rematan el editorial reseñado: "Resurrecting hebephrenia as a subtype of schizophrenia will not suffice. Hebephrenia is not a subtype of schizophrenia. It is schizophrenia. Its characteristics are well defined and warrant its replacing the construct of schizophrenia."
(Acogeremos gratamente las respectivas interjecciones de nuestros amabilísimos lectores en la sección comentarios.)
Desde luego, el análisis va más allá del escueto apunte histórico y no se limita tampoco al veleidoso plano de la terminología -120 referencias bibliográficas que van desde 1862 hasta el año corriente dan plena fe de ello-. Además del prestigio de las plumas involucradas, es resaltante la contundencia de los asertos y el propósito saludablemente polémico que se grafica plenamente en las frases que rematan el editorial reseñado: "Resurrecting hebephrenia as a subtype of schizophrenia will not suffice. Hebephrenia is not a subtype of schizophrenia. It is schizophrenia. Its characteristics are well defined and warrant its replacing the construct of schizophrenia."
(Acogeremos gratamente las respectivas interjecciones de nuestros amabilísimos lectores en la sección comentarios.)
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