No, no se asusten, no es una falla del monitor ni mucho menos una receta médica como se estila: ininteligible. Se trata de una sección del famoso Código de Hammurabi, compendio de leyes dadas por este soberano babilonio, casi dos milenios antes de Cristo, y grabadas en escritura cuneiforme sobre una roca basáltica de más de dos metros de alto que ahora yace en el Louvre. El Código de Hammurabi es el inicio de la después llamada por los romanos ley del talión (es decir, ojo por ojo, etc.) -y que no debe ser evaluada como provista de una crueldad exagerada sino que, al contrario, intentaba poner coto a las venganzas interminables, exanguinantes, propias de aquellas épocas-.
¿Y a cuento de qué viene esto? Pues que hojeando un libro de historia de la medicina (1) hemos hallado esta cita del códex de Hammurabi que deseamos compartir con Uds., (fíjense en la tercera columna desde la izquierda y el renglón diecisiete desde arriba, se lee clarito):
"Si un médico ha ejecutado una cirugía en un caballero de la nobleza con un escalpelo de bronce y logra salvarle la vida (...) recibirá como sueldo diez siclos de plata (2), pero si le causa la muerte, se le amputará la mano."
"Un médico que cause la muerte de un esclavo, tendrá que reponerlo."
Por supuesto, no se trata sólo de la medicina sino de todo su contexto social y cultural -sin los cuales es imposible comprenderla-. Pareciera que pese a las leyes -que ahora ya no son rocas de basalto sino papeles con hartas letritas- los contextos en que se desenvuelve y se enjuicia nuestra labor no hubiesen cambiado demasiado. Podríamos decir, al orwelliano modo, que todos somos iguales pero algunos son "más iguales" que otros. Además, la judicialización de la medicina no es una novedad sino prédica con antecedentes de hace mucho, mucho rato. Y en medio, malabaristas de la vida y de la muerte, nosotros los médicos.
Referencias
1. Porter R. The greatest benefit to mankind: a medical history of humanity. Norton. New York, 1998.
2. En aquellas épocas, lo que ganaba un artesano en un año.
1 comentario:
Fue una pena que el libro de Masrtha Beal Mitchell ha desaparecido. Yo , lo lei a los meses que ella murio, muchos leimos. Ahora el libro no existe, dicen que ella nunca escribio. No es posible, Yo, lo lei, ella decia en el libro que fue inyectada de celulas cancerosas cuando estuvo raptada por ordenes del gobierno de Nixon. Donde esta ese libro. Ojala alguien me de informacio para volver a comprarlo
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