"El carácter obsesivo del paciente obsesivo puede expresarse mediante cuatro combinaciones:
1) satisfacción regresiva por fijación al placer excrementicio de la retención anal (carácter del erotismo anal): dificultad de abandonar los objetos, obstinación, terquedad, coleccionismo, angustia de separación;
2) formación reactiva contra el erotismo anal, en la que se invierten los rasgos anteriores y aparece la prodigalidad compensadora: tendencia a regalos, resignación, sumisión, prodigalidad, temeridad;
3) agresividad y carácter sádicoanal por reacción excesiva a la prohibición de los placeres excrementicios: suciedad, rechazo, injurias escatológicas, crueldad contra los débiles, lucha contra toda autoridad, y
4) formación reactiva contra la agresividad sádicoanal en forma de meticulosidad y escrúpulos compensadores: superlimpieza, educación esmerada, dadivosidad, preocupación por la justicia, bondad, defensa de los débiles, respeto exquisito por toda autoridad." (1)
1) satisfacción regresiva por fijación al placer excrementicio de la retención anal (carácter del erotismo anal): dificultad de abandonar los objetos, obstinación, terquedad, coleccionismo, angustia de separación;
2) formación reactiva contra el erotismo anal, en la que se invierten los rasgos anteriores y aparece la prodigalidad compensadora: tendencia a regalos, resignación, sumisión, prodigalidad, temeridad;
3) agresividad y carácter sádicoanal por reacción excesiva a la prohibición de los placeres excrementicios: suciedad, rechazo, injurias escatológicas, crueldad contra los débiles, lucha contra toda autoridad, y
4) formación reactiva contra la agresividad sádicoanal en forma de meticulosidad y escrúpulos compensadores: superlimpieza, educación esmerada, dadivosidad, preocupación por la justicia, bondad, defensa de los débiles, respeto exquisito por toda autoridad." (1)
El término anancástico deriva de la protodivinidad griega Ananké que era la personificación de la ineludibilidad, lo inevitable y necesario -lo fatal en el sentido prístino del término, es decir lo que venía de los hados, al margen de la voluntad de los hombres-. Se la representaba como un ser cuyos brazos rodeaban hasta abarcar el universo todo. Anancástico no deriva de anal, aunque Freud, en su teoría del desarrollo psicosexual, estipulaba que una detención de la maduración del niño en esta fase determinaría como rasgos de personalidad prominentes a la obstinación, la tacañería y el ordenancismo.
Conocida es la elevada prevalencia de rasgos anancásticos en profesionales del área médica: lástima que seamos tan poco gregarios, sería bueno formar un club. Lo que sí: ¿hasta cuando procrastinaríamos buscando un logo satisfactorio para nuestra agrupación...?
Referencias
1. Ey H, Bernard P, Brisset C. Tratado de Psiquiatría. Citado en: Vallejo-Ruiloba J, Berrios G. Estados Obsesivos. 3a. ed. Masson. Barcelona, 2006.
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