domingo, 4 de abril de 2010

Otro aporte a la clasificación de las enfermedades mentales, por Galeano





Eduardo Galeano (Montevideo, 1940)


Así como anotamos antes el aporte de Jorge Luis Borges al peliagudo tema de las clasificaciones, específicamente al de las enfermedades mentales, hoy es fecha propicia para recoger un texto de Eduardo Galeano, de su último libro titulado Espejos - Una historia casi universal, editado el año 2008. La inabarcable labor de clasificar -extenuante e imperfecta, qué duda cabe- no debiera obligarnos a su negación nihilista o a la displicente renuncia. He aquí el texto del escritor uruguayo:


Inventario general del mundo

Arthur Bispo do Rosario fue negro, pobre, marinero, boxeador y artista por cuenta de Dios.
Vivió en el manicomio de Río de Janeiro.
Allí, los siete ángeles azules le trasmitieron la orden divina: Dios le mandó hacer un inventario general del mundo.
Monumental era la misión encomendada. Arthur trabajó noche y día, cada día, cada noche, hasta que en el invierno de 1989, cuando estaba en plena tarea, la muerte lo agarró de los pelos y se lo llevó.
El inventario del mundo, inconcluso, estaba hecho de chatarras,
vidrios rotos,
escobas calvas,
zapatillas caminadas,
botellas bebidas,
sábanas dormidas,
ruedas viajadas,
velas navegadas,
banderas vencidas,
cartas leídas,
palabras olvidadas y
aguas llovidas.
Arthur había trabajado con basura. Porque toda basura era vida vivida, y de la basura venía todo lo que en el mundo era o había sido. Nada de lo intacto merecía figurar. Lo intacto había muerto sin nacer. La vida sólo latía en lo que tenía cicatrices.



ENLACE:

- Y para seguir con el tema, con desembozado animus jocandi: "Usted...¿es normal?", vía Página 12 (enlace cortesía del pundonoroso colega y amigo Santiago Stucchi).


Otros enlaces relacionados en el blog:




11 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin duda Eduardo Galeano es un extraordinario contador de historias. Con la de ese "Arthur negro, pobre, marinero, boxeador y artista por cuenta de Dios" me ha dejado con una sonrisa de ternura en los labios. Qué razón le acompaña en el motivo de su inventario del mundo:

"Porque toda basura era vida vivida, y de la basura venía todo lo que en el mundo era o había sido."

Por cierto... soy normal :)
Un cariñoso saludo Lizardo y felices pascuas.
Mañana es festivo en esta zona de España.

todopsicologia dijo...

Bueno, apunteme a mi en la clasificación de "nihilista". La única utilidad que le encuentro a los diagnósticos es ahorrar lenguaje, y eso para el paciente no suele ser bueno....
Supongo que de todo tiene que haber en las viñas del señor (Don Gato).
Por otra parte, no se, la verdad, si los textos que dan soporte a su entrada son para apoyar o para rebatir lo que esta diciendo. A mi el conjuto me suea a irónico, pero claro, eso habla de mi, que lo soy y mucho.
Saludos.

miguel dijo...

Las clasificaciones siempre me recuerdan al relato de Cortazar de "SU FE EN LAS CIENCIAS" en historias de cronopios y famas.
http://www.juliocortazar.com.ar/cuentos/sufeen.htm
EL problema es que si intentamos forzar la metáfora del cuento con la psiquiatría actual no sé quién es la Santa Madre Industria, el psiquiatra, el paciente, quien clasifica, quien es clasificado y quien se aprovecha de quien...

Lizardo Cruzado dijo...

Galeano es muy recomendable como ese otro uruguayo, nuestro querido Onetti. Felices pascuas también para ti, Susan, y gracias por tu comentario.

PS: La verdad, tal parece que también yo soy normal pero como depende de la clasificación, no sé bien cómo tomarlo ;)

Lizardo Cruzado dijo...

No haríamos justicia apuntándolo en los nihilistas, Jesús, puesto que Ud. mismo le encuentra alguna mínima utilidad a la clasificación, al menos para ahorrar palabras a veces. Podríamos añadir que la clasificación también suele ser necesaria con fines de investigación científica, por ejemplo.
Al parecer, dentro de los múltiples problemas de la clasificación se halla que no puede agotar satisfactoriamente ambos aspectos de la persona con un trastorno mental: el nomotético (comprensión generalizada de los casos) e ideográfico (descripción completa del caso en cuestión). Adicionalmente, si la clasificación es influida por poderosas presiones externas...
No debe sonar a retruécano pero ante la complejidad y riqueza de un asunto como éste y tantos otros de la salud mental no es cosa de estar sólo a favor o en contra, sino precisamente todo lo contrario: hay aspectos favorables y otros que no, hay que polemizar sobre ellos. Tal es uno de los humildes propósitos de este blog diletante. Si los textos ofrecen esta perspectiva dual o poliédrica, seguramente andan cercanos a su cometido.
Muchas gracias como siempre por su comentario.

Lizardo Cruzado dijo...

Qué te diré, Miguel, en primer lugar agradecerte la pertinencia del enlace. Además, por ser Cortázar, un escritor de los más bienqueridos para mí. La historia grafica muy bien las dificultades inherentes a cualquier intento clasificatorio, donde deben ponderarse los aspectos particulares respecto a los generales con miras a no sucumbir en el propósito. Ahí está el quid, y en no forzar la metáfora, desde luego.
El intento clasificatorio corrió a cargo de una 'esperanza', habría que ver cómo le habría ido a un 'cronopio' y a un 'fama'.
Muchas gracias por tu comentario.

todopsicologia dijo...

Y tan mínima. La Astrología, o la Kinesionlgía, seguro que también tienen una mínima utilidad, eso no lo discuto. Como mínimo distraen al paciente por un rato de sus problemas. A nivel judicial, y laboral también tienen utilidad las clasificaciones, por supuesto. Mucha gente vive y se beneficia de ello.
Precisamente la investigación es la mas afectada por las clasificaciones. Investigamos sobre los marcadores biológicos del trastorno de hiperactividad con déficit de atención en niños, y nos quedamos tan anchos. Primero "investiguemos" la etiqueta, quién, cuando, porqué, y para que, se idea la etiqueta, y una vez echo esto, y acordado que pertenece a una realidad mas allá de las palabras, entonces si, investiguemos.
Me parece que el salir de lo ideográfico ha generado gran parte de los males que aquejan a nuestras profesiones. Las vidas de las personas, sus identidades, su ideografía.
Saludos.

MIGUEL ANGEL MORALES dijo...

Lizardo:

Hace dos o tres años encontré imágenes del insólito trabajo de este artista. Sería bueno que uno o dos ilustraran este texto. Por cierto, en mi blog miguelangelmoralex.blogspot.com escribí sobre Severo Amador, un dibujante y grabador que finalizó sus días en los treintas en el Manicomio de La Castañeda de la ciudad de México. Espero sea de tu interés.

Saludos desde la ciudad de México.

Lizardo Cruzado dijo...

Concuerdo con Ud., Jesús, cuando lamenta la anulación de lo ideográfico por la primacía excluyente de lo nomotético. Y sin duda es muy pertinente reflexionar sobre el significado de las 'etiquetas' desde niveles previos de comprensión como el síntoma y el síndrome y la 'normalidad' de hecho, titánica tarea. El ejemplo que cita del TDAH ha llegado a ribetes de escándalo ciertamente pero habría que distinguir la paja del trigo. La existencia de nosotaxia y clasificación no obliga al uso excluyente y abusivo del 'etiquetaje' aunque ciertamente este es un problema frecuente.
Saludos igualmente.

Lizardo Cruzado dijo...

Por supuesto estamos hablando de nosotaxia y clasificación en general, no sólo de DSM-IV o dsm 5, valga la aclaración.

Lizardo Cruzado dijo...

Gracias Miguel por alcanzarnos el dato. Efectivamente la historia de Severo Amador, pintor e intelectual mexicano que acabó consumido por la sífilis, y la presencia de sus pinturas revisten claro interés. Permítame añadir el link:

http://miguelangelmoralex-bitacora.blogspot.com/2009/07/severo-amador.html

Gracias por seguir el blog, Miguel Ángel, y déjeme felicitarlo por su labor artística y además sus varias e interesantes bitácoras. Un abrazo para Ud. y la hermana tierra mexicana.