1 Glorificarte he, oh Jehová; porque me has ensalzado, Y no hiciste a mis enemigos alegrarse de mí.
2 Jehová Dios mío, A ti clamé, y me sanaste.
3 Oh Jehová, hiciste subir mi alma del sepulcro; Dísteme vida, para que no descendiese a la sepultura.
4 Cantad a Jehová, vosotros sus santos, Y celebrad la memoria de su santidad.
5 Porque un momento será su furor; Mas en su voluntad está la vida: Por la tarde durará el llanto, Y a la mañana vendrá la alegría.
6 Y dije yo en mi prosperidad: No seré jamás conmovido;
7 Porque tú, Jehová, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.
8 A ti, oh Jehová, clamaré; Y al Señor suplicaré.
9 ¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descienda al hoyo? ¿Te alabará el polvo? ¿anunciará tu verdad?
10 Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí: Jehová, sé tú mi ayudador.
11 Has tornado mi endecha en baile; Desataste mi saco, y ceñísteme de alegría.
12 Por tanto a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.
Stein halla especialmente en los versículos 3-5 y 8-12 la patente oscilación anímica que supuestamente sólo una persona con experiencia de tales bruscos cambios de humor, del duelo (mourning) a la euforia (elation), podría describir tan bien. Acto seguido constata que también los pacientes hoy atribuyen sus cambios de humor a la intercesión de la divinidad y finiquita achacando al salmista un probable diagnóstico de trastorno bipolar o, cuando menos, de ciclotimia.
Sinceramente, ¿es menester añadir algún comentario?
6 comentarios:
¿Y que me cuentas de los brotes psicóticos? la biblia está lleno de ellos....Gente que oye voces, otra gente que ve cosas arder, seres alados......Gente que está a punto de matar o mata a otra gente porque una voz se lo dicta.....
Reconoceré en primer término que no soy exégeta de textos sagrados ni mucho menos, pero entre supuestos vaivenes emocionales de bipolaridad deducidos a partir de un escueto cántico y alegados fenómenos pseudoperceptivos sufridos por líderes religiosos en varios acápites bíblicos, sin duda hay diferencias, digo, me parece...
¿cuales?.....
Ya me conoces un poquito Lizardo....
No entiendo que diferencias, a no ser que aceptemos que es posible y que todos esos líderes vieron y oyeron REALMENTE lo que dicen. También existe otra posibilidad, un brote psicótico inducido por consumo de drogas. Esta me parece mucho mejor, y explicaría la vuelta a la relativa normalidad, mas antes, que después.
En el caso de Santa Teresa, y como bien decía Huxley, es suficiente el martirio y el hambre, para producir caleidoscopicas percepciones.
Saludos.
A ver: a mí me parece desmesuradamente aventurado atribuir un diagnóstico de trastorno bipolar, aunque sea 'probable', en base al endeble análisis efectuado de los versículos del salmo. Ciertamente se trata de una apostilla menor en el British Journal of Psychiatry pero tengo la impresión de que es una manifestación de cierto sobrediagnóstico del trastorno bipolar hoy muy en boga.
Respecto a los episodios psicóticos alegados en la Biblia, soy del parecer de que efectivamente se tratarían en muchos casos de psicosis, al igual que eventos similares de otras varias religiones.
Mi apunte iba dirigido específicamente a lo que afirmo en el primer párrafo de este comentario pues mi postura ante la religión está ya denotada por una letra mayúscula en la columna izquierda del blog.
Saludos.
Claro Lizardo, toda la serie de comentarios pretende solo la hilaridad, o al menos la sonrisa...
Saludos
Ah, ya. Más vale que así sea... Ya estaba yo comenzando a enojarme ;)
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