Nunca hemos sido afectos a someternos al 'qué dirán' -léase 'qué dirá la gente'- aunque literalmente tal doctrina la mamamos desde que estábamos en el regazo materno. Ahora que nos dedicamos a la psiquiatría, es ética y académicamente imprescindible, además de sano y sensato, estar pendientes de lo que se dice de nuestro quehacer y de nuestra especialidad. Por eso esperamos con ansia revisar el nuevo libro de Robert Whitaker: 'Anatomy of an epidemic' y que lleva el largo subtítulo de: 'Magic Bullets, Psychiatric Drugs, and the Astonishing Rise of Mental Illness in America' -Whitaker es reputado periodista y autor de esotro clásico 'Mad in America'-. Ciertamente aunque la indagación es centrada en el quehacer de la psiquiatría en los Estados Unidos de América, ello de todos modos nos compete pues el Perú es, al menos en acápites como éste, un pequeño villorio al sur de Texas.
Whitaker propone la controversial hipótesis de que el paradigma de cuidados psiquiátricos centrado en los psicofármacos no sólo es inadecuado sino que precisamente resulta determinante en incrementar la cronicidad y sufrimiento de las personas hasta llegar a los niveles supuestamente epidémicos de hoy. Mientras esperamos el libro, valgan un par de adelantos:
- Whitaker R. Anatomy of an epidemic: Psychiatric drugs and the astonishing rise of mental illness in America. Ethical Human Psychology and Psychiatry 2005; 7: 23-35.
- Entrevista a Robert Whitaker sobre su reciente libro en Salon (27.04.2010).
Carátula del libro de Whitaker.
6 comentarios:
Por supuesto. Creo incluso que determinadas "enfermedades" psiquiatricas son fabricadas por la propia psiquiatria...
Saludos.
No soy psiquiatra Lizardo, mas bien paciente.. pero a pesar de ello me encanta la forma en que enriqueces mi intelecto..lo siento no puedo decirte Dr., siempre seras mas "Lizardo, el poeta" para mi. Te invito a que pases por mi nuevo blog ..quiza ste parezca interesante
www.borderlineperu.blogspot.com
Lizardo,
A mi me decían que los fármacos solo te ponían peor de cuando iniciabas, pero eso se notaba después, es decir que las crisis se agravaban... ciertamente no sentí esto porque desde que empezé mi tratamiento hasta que lo concluí - o mejor dicho - lo dejé por cuenta propia, seguí igual; y esto no me molestó porque ya sabía yo que se necesitan más que fármacos para salir del hueco. Mi mamá decía "seguro es la dosis, ¡seguro es la dosis!" me hace gracia recordarlo. De todos modos yo odiaba a mi psiquiatra y creo que eso de antemano no era nada bueno.
Tengo que aceptar que lo único agradable era el estado de somnolencia en que me ponían las pastillitas!! jaja
Ahora mismo me voy por mi libro de psicoanálisis, creo que le tengo amor a eso!!
Un besito
K-M-
Jesús: el toque se halla en las comillas y en lo que sea 'fabricar'. Un saludo.
Ser doctor o llamar a alguien así no es trascendente, amiga Blueevangelion. Al contrario, agradezco tu distinción y te felicito por tu nuevo blog. Paso a visitarte. Gracias.
Claro, Karen, los fármacos tienen su importancia pero muchas veces es bastante relativa. Saludos.
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