"El color de un placebo puede influir en sus efectos. Cuando son administradas sin información acerca de si son estimulantes o sedantes, las píldoras de placebo de color azul producen efectos sedativos e hipnóticos mientras que las píldoras rojas inducen efectos estimulantes. Los pacientes reportan haber quedado dormidos de manera significativamente más rápida y además haber dormido por más tiempo luego de haber ingerido una píldora azul que cuando tomaban una de color naranja. Las píldoras de placebo de color rojo son más efectivas en el alivio del dolor que los placebos blancos, azules o verdes."
La cita es del libro The power of belief: psychological influence on illness, disability, and medicine (editado por Halligan P, Aylward M. Oxford University Press, 2006). Y fue hallada en un blog muy ameno y recomendable para los interesados en las desconcertantes neurociencias o psicociencias:
Aquí cabe evocar lo que solia decirnos nuestro Maestro Doctor Grover Mori, citando a su bienamado Michael Balint: "La droga más frecuentemente utilizada en la práctica médica general es, con mucho, el propio médico..." (1)
Si el simple color de una capsulita puede producir determinados efectos... ¿Qué no podrá hacer el médico dueño de la conciencia de su poder sugestivo y persuasorio?
Referencia
1. Balint M. El médico, el paciente y la enfermedad. Libros Básicos. Bs, As. 1961.
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