lunes, 6 de agosto de 2012

Bronceosis: enfermedad especulativa por depósito de bronce






Al fin tenemos la respuesta acerca de porqué no menudean los maestros de la psiquiatría en nuestro medio. Cuando buscábamos explicaciones sesudas a tal intríngulis, escudriñando estérilmente en arcanos socioantropológicos y psicoculturales o hasta económico-dialécticos, el asunto se circunscribe a una enfermedad genética, ah, es que la neurociencia alberga el secreto de todo: ¡malhaya nuestra tosudez! La bronceosis lo explica todo... ¡TODO!

Y si se ha dicho que un maestro se mide no por el número de los que le siguen sino por el número de los que lo superan (desde ese tramposo punto de vista ni Honorio Delgado ni Carlos Alberto Seguín habrían sido maestros de la Psiquiatría Peruana), ahora hay una respuesta basada en evidencias, sí, pues todo lo demás es ñanga y chancay de a medio. Al fin vislumbramos la verdadera y científica luz...

Qué tranquilidad de alma: ¡bienvenida, bronceosis! Humildemente aspiramos a reportar los casos locales con todo su folklorismo y ridícula solemnidad: aunque ¿deberíamos "aplicar" a Transcultural Psychiatry o a Social Psychiatry and Epidemiological Psychiatry o a Acta Psychiatrica Scandinavica -esperanzados en el interés que estos journals brindan a tribus no contactadas como la nuestra-?



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ENLACE:

- Young P. Bronceosis: enfermedad especulativa por depósito de bronce. Rev Med Chile 2012; 140: 824-825. (Texto completo PDF)


2 comentarios:

Tony Chávez Uceda dijo...

En nuestra querida alma mater muchos docentes deberían dosarse el bronce en la sangre, eso es un hecho.

Lizardo Cruzado dijo...

Sin duda, amigo mío, aunque sea por interés académico nomás, dada la irreversibilidad de dichos casos. ;)