Desde luego, no habrá profesional de la salud mental que no haya atendido o visto un caso de Trastorno delirante somático en la variedad de Síndrome Referencial Olfatorio: este trastorno es definido por el juicio falso que el individuo afectado defiende respecto a la emisión de un olor fétido proveniente de su propio organismo y que los demás pueden advertir. Hay desacuerdo acerca de si existe siempre la alucinación olfativa correspondiente.
El individuo delirante cree que el olor desagradable es propio y de origen natural (olores axilares, perineales, de pies, halitosis, flatos, etc.) y usualmente existe un prominente correlato de vergüenza que redunda en aislamiento y depresión.
Es interesante revisar a propósito del caso la definición de delirio cuyo núcleo conceptual la psiquiatría norteamericana ha circunscrito a la mera conviccionalidad, además de reflexionar sobre la hipocondriasis, no el mero trastorno somatomorfo, sino como categoría de actitud patológica hacia el "sí mismo".
Jaspers afirmaba que el criterio esencial que distingue las formas diferentes de creencia radica no en su convicción y certeza, tampoco en su incorregibilidad o la imposibilidad de su contenido sino en sus orígenes en el seno de la experiencia del paciente: así, nuestro cuerpo es la única parte del mundo que sentimos por dentro y, en su superficie, además podemos percibir. Ello adjudica insoslayables cualidades a los delirios somáticos y los dota de valores heurísticos en psicopatología, algunos de los cuales se pretende subrayar.
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ENLACE:
- Cruzado L, Cáceres-Taco E, Calizaya JR. Acerca de un caso de síndrome referencial olfatorio. Act Esp Psiquiatr 2012; 40(4): 234-8.
1 comentario:
Aahh, la gran diferencia entre el octavo y el primer par craneal.
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