miércoles, 21 de noviembre de 2012

El manicomio que se llenó de flores






Luego de casi un siglo de funcionamiento ininterrumpido se ha planificado la demolición de un amplio edificio del Massachussets Mental Health Center con el fin de levantar construcciones modernas y a tono con la arquitectura y comodidades contemporáneas. Se plantea en este momento: si se van a esfumar así años y años de historias personales, de trajines cotidianos y pesares y alivios y rutinas, tanto de incontables pacientes cuanto de trabajadores ¿cómo de algún modo perennizar esa historia colectiva y rendirle homenaje y debida memoria?

Se convoca a la artista Anna Schuleit, el tiempo disponible es escaso pues la demolición se halla anticipadamente programada, ella visita los pabellones y percibe de inmediato la umbría disposición y el ambiente lóbrego entre las paredes donde un día se aplicaron comas insulínicos y electrochoques. Deambulando corredor tras corredor, se percata: a los enfermos mentales hospitalizados nunca se les envía ramos de flores como a los otros pacientes: los obstétricos, los quirúrgicos, los de especialidades médicas (excepto psiquiatría). Se le ilumina el rostro entonces. ¡Eureka!

Veintiocho mil flores de diversos tipos y colores, sembradas en sus respectivos canteros, son distribuidas  por la artista colmando todas las habitaciones, pasillos, escaleras, la piscina abandonada e inclusive el sótano. Simultáneamente a través de los sistemas de sonido y parlantes se difunde por doquier un collage de sonidos característicos de la época en que las instalaciones se hallaban activas, en funcionamiento. El edificio, que durante años funcionó bajo llave y con acceso restringido, es abierto a la visita del público en general durante algunos días, los últimos que tendrá en pie.

Todos los canteros con las flores vivas son luego distribuidos a centros comunitarios de salud mental y hospitales de día en el área geográfica adyacente. La instalación artística se denominó inevitable, simplemente, escuetamente: Bloom (Florecer). Y aconteció en el año 2003.







_________________________


ENLACES:




Otras entradas relacionadas en este blog:


- Goya

- Hoy en el manicomio


1 comentario:

sin pepas dijo...

interesante. nunca se me hubiera ocurrido pensar que a los pacientes siquiatricos no se les envian flores, ¿será que las flores son un deseo de pronta recuperacion y a las personas que sufren de enfermedades mentales se les considera sin cura?

que triste!