En nuestro medio se conmemoró oportunamente, y con el realce que la efeméride ameritaba, el aniversario del 24 de abril de 1908, en que Paul Eugen Bleuler usó públicamente por vez primera el término por él acuñado: esquizofrenia. En aquella ocasión, en una conferencia ofrecida ante la Asociación Alemana de Psiquiatría, Bleuler afirmó: "Para los propósitos de la discusión siguiente, quisiera enfatizar que en la dementia praecox de Kraepelin ninguno de los conceptos es necesariamente ineludible, ni la demencia ni la precocidad de ella. Por tal razón, y debido a que a partir de la expresión dementia praecox no pueden formarse adjetivos ni sustantivos, me tomo la libertad de emplear el término esquizofrenia para redenominar el concepto kraepeliniano. En mi opinión la fractura o escisión del funcionamiento psíquico es un cabal síntoma representativo del conjunto por entero." (1)
Habría que ver cuánto haremos durar el término bleuleriano, ahora tan cargado de estigma, y con esa fea sílaba fricativa que puede hacernos salpicar saliva al pronunciarla. En Japón la esquizofrenia se llama ahora trastorno desintegrativo, por ejemplo. Pero sobre todo hay que ver cuánto haremos durar el estigma que salpicará cualquier término por rápido que lo cambiemos.
Referencia1. Fusar-Poli P, Politi P. Paul Eugen Bleuler and the birth of schizophrenia (1908). Am J Psychiatry 2008; 165:1407.
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