lunes, 14 de enero de 2013

Primeros momentos tristes del DSM-5




Allen Frances


La publicación de la quinta edición del Manual Estadístico y de Clasificación de los Trastornos Mentales (DSM 5) de la Asociación Psiquiátrica Americana, ha sido calificada como el momento más triste en sus 45 años dedicados a la psiquiatría por Allen Frances, nada menos quien fuera el presidente del comité que elaboró la versión anterior, el DSM-IV. En una publicación reciente inclusive, Frances recomienda descartar y no emplear recientes innovaciones introducidas en esta edición: el síndrome de riesgo de psicosis o "prepsicosis"; el trastorno mixto ansioso-depresivo; el trastorno de disregulación del ánimo y conducta disruptiva (rabietas en niños); el Trastorno Neurocognitivo Menor (los olvidos cotidianos en personas ancianas); el Trastorno por atracones, entre otros.

Y es el momento más triste en la carrera de Frances no porque la edición de la que fue responsable en su momento vaya siendo relegada, para nada. El motivo real en parte lo aclara Neuroskeptic, quien comenta el reciente editorial del American Journal of Psychiatry acerca de las primeras pruebas de campo empleando los nuevos criterios el flamante DSM-5, esto es: la fiabilidad de ellos, ejemplicando que si varios  pacientes son evaluados por dos psiquiatras distintos para ver si coinciden en los diagnósticos que hacen: 0 sería la ausencia completa de coincidencia entre ambos psiquiatras y 1 el valor ideal, la coincidencia absoluta. Sin embargo, es desalentador que en la mayoría de diagnósticos la confiabilidad oscile escasamente alrededor de 0,5; inferior a la fiabilidad que se hallaba con los criterios del DSM-IV, que oscilaba entre 0,6 y 0,8. Y esto no solamente con diagnósticos raros o inusuales sino con los mismísimos diagnósticos de esquizofrenia, trastorno bipolar o alcoholismo, lo cual es bastante decir...

Cabe recordar pues que cuando nos refiramos al DSM-5 no hablaremos de un libro sagrado e infalible sino de un interesante y grueso bodoque de papel...



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ENLACES:

DSM-5 Is a Guide, Not a Bible: Simply Ignore Its 10 Worst Changes, por Allen Frances en The Huffington Post.




2 comentarios:

  1. El uso diagnóstico del modelo médico si bien es útil para entenderse entre profesionales de la Salud Mental no lo es tanto a la hora de servir para una intervención basada en la sintomatología y no en el cuadro que esta pueda representar (según el constructo de la APA), y menos cuando existen tantos intereses por crear nuevas patologías o eliminar algunas antiguas.

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  2. Totalmente de acuerdo, Jonatan, el problema es que nos quedamos en la nosotaxia como si ello fuese el asunto principal de nuestra labor y eso es pésimo. Gracias por tu comentario.

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