Hace ya algún tiempo hase querido hallar similitud entre la apariencia física del malogrado psiquiatra suizo Hermann Rorschach (1884-1922) creador del muy famoso test psicológico que lleva su nombre, y el actor norteamericano Brad Pitt (1963). En páginas como Totally looks like pueden hallarse diversas parejas de retratos dirigidos a tal fin.
Es cuando menos graciosamente coincidente que Rorschach aparezca en una página que pretende evocar semejanzas y parecidos -por simplonas o cándidas que resulten las propuestas- pues el Test de Rorschach precisamente se basa en presentar imágenes con manchas de tinta y obtener las respuestas verbales que estas imágenes suscitaban en el observador, principalmente en función de a 'qué se parecían' o 'qué se veía' en dichas manchas.
Por supuesto, la sutileza del test estriba en la capacidad de elaboración simbólica y abstractiva de las manchas por parte del espectador, pues las figuras son difusas, ambiguas, heteróclitas.
Lámina 10 del Test de Rorschach.
Y ante el parecido exterior de Pitt y Rorschach, allí nomás salta la noción del doppelgänger: el prevalente mito en la historia de diferentes civilizaciones que afirma la existencia de un doble de cada quién, deambulando como un fantasma en búsqueda de sí mismo, aunque tal encuentro produce inevitablemente la muerte del individuo original. Motivo para un relato: el encuentro desde el punto de vista del doppelgänger.
El otro Rorschach
Pero H. Rorschach tiene otro doppelgänger: un antihéroe de historieta que lleva su nombre y oculta su rostro tras máscaras que reproducen las famosas ink blots. Recientemente se ha filmado la versión fílmica de la historieta -aunque Pitt no encarna a Rorschach-.
La ciencia ha mostrado prometedora explicación del sustento neurobiológico del doppelgänger: el estudio del fenómeno psicopatológico de la autoscopía (o heautoscopía) -raro fenómeno alucinatorio del esquema corporal que consiste en la visión del propio cuerpo, sea de una parte interna o externa, sea de la totalidad, como un doble o una imagen en espejo (H. Delgado)- ha demostrado alteraciones en la corteza limítrofe de los lóbulos temporales y parietales, que aunada a desarreglos del aparato vestibular, percepción visual y claridad del sensorio, produciría dicho fenómeno: el resto sería progresiva elaboración sociocultural e histórica para forjar la idea del doble que mora en las antípodas, el doble que nosotros mismos proyectamos fuera de nosotros.
Rorschach siempre estuvo interesado en las imágenes y en los reflejos. Su tesis doctoral estuvo consagrada a las alucinaciones reflejas, otro interesante fenómeno psicopatológico consistente en que un estímulo producido en un campo sensorial da origen a una alucinación en otro -definición de Fish-.
El tema de las semejanzas y los parecidos, de los espejos y los reflejos, de las diferencias y desemejanzas, siempre ha apasionado al hombre como una manifestación de su honda necesidad de identificación, de reconocimiento, de aceptación, pero a la vez de rechazo y segregación. La búsqueda del doble y del complemento, resumen de la experiencia amorosa, excede las leyes de la óptica: es la búsqueda del otro que es uno pero no un mero reflejo: dos puntos que se atraen no tienen por qué escoger forzosamente la recta (la sabia frase es de Arreola).
Rorschach, que según sus biógrafos fue un hombre de talante donoso y llevadero, habría sonreído al ver a Pitt como su propuesto doppelgänger. Rorschach murió de una peritonitis pocos meses después de publicado su Psychodiagnostik, la monografía en que presentaba su test de manchas de tinta, y no conoció renombre ninguno en vida. La ganancia que obtuvo de su invento fue la astronómica suma de 25 francos.
Enlaces:
- Para pensarlo antes de engullirlo, otra imagen de Totally looks like.
Otras entradas relacionadas en el blog:
- The Perry Bible Fellowship, con un experimento en línea, edificante y humorístico, del famoso test.
Imágenes heteróclitas, pero si la lámina 10 claramente muestra a dos orugas rosadas fumando pipas celestes frente a la Torre Eiffel, con una gala de bellos fuegos artificiales, mientras una calavera de órbitas amarillas y etmoides verdes sirve de fondo tanatoide.
ResponderEliminarMmmmm, sí pues. Pero igual son heteróclitas, ¿no? ;)
ResponderEliminarHola Lizardo:
ResponderEliminarMuy interesante este articulo, me has motivado a buscar màs informacion sobre estos fenomenos asi que cualquier dia hago un resumen en mi blog.
Gracias por compartir tus reflexiones,
Un saludo desde el Rincon de la Psicologia