Suele suceder que cegados por el instante extraviamos la perspectiva. Y no sólo en el quehacer individual y cotidiano de la vida sino hasta en las inmensas asignaturas de la colectiva existencia. La historia de la medicina por ejemplo, para la opinión desprevenida, puede parecer una extravagancia de hombres de letras metidos a médicos y ciertamente en ocasiones ha llegado a ser convertida así en una especie de divertido anecdotario para las nuevas generaciones. Pero la medicina, al ser un hecho social y cultural más que meramente tecnológico, pierde dimensión y legitimidad sin la cabal reflexión histórica. La carencia de este imprescindible ejercicio fecunda el adocenamiento de galenos convencidos que la medicina nació el día en que recibieron el diploma y que la verdadera ruta del progreso es el último grito de la moda farmacológica.
Recientemente leíamos que son frecuentes entre los defectos de la historia de la medicina usualmente escrita: el parroquialismo, que consiste básicamente en escribir para los propios médicos; el maniqueísmo, que encumbra a 'héroes' enfrentados a adversarios ignorantes; el anacronismo, que busca el origen de instituciones importantes en el excluyente hoy, con la obliteración de factores sociales, culturales y políticos, y una idea del progreso que asume que el futuro no será más que una intensificación del pasado. (1) Si tal puede suceder en la historia de la medicina en general, mayor sería la amenaza en cuanto a la historia de la psiquiatría, por encontrarse ésta más urgida de sopesamiento y revisión y más susceptible también a los condicionantes sociales y culturales. Atisbar los hechos del presente en su ineludible conexión con los avatares del pasado, denunciando el repetido descubrimiento de la pólvora y las vocaciones veleidosas de Proteo, además otorgando al fugaz presente el respaldo o desafío de las luchas y agonías de lo pretérito, tal es sólo uno de los objetivos de la historia de la ciencia, de la medicina, de la psiquiatría.
Dotar de perspectiva a nuestra profesión es indispensable y sin duda hay y han habido valiosísimos elementos empeñados en tal brega. Hoy queremos compartir este artículo de Francisco Alonso-Fernández que grafica vivamente lo esbozado.
Francisco Alonso-Fernández (Oviedo, 1924) es psiquiatra y miembro de la Real Academia Española de Medicina y Catedrático Emérito de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid. El artículo, cuyo título rubrica esta entrada, es la transcripción de una conferencia suya y data del año 2002, erudita pero a la vez asequible y de necesaria lectura.
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ENLACE:
-La clínica psiquiátrica en los últimos 200 años (pdf), por F. Alonso-Fernández, en Redalyc, Universidad de Guadalajara, México.
Referencias:
1. Cueto M, Lossio J, Pasco C. (eds.) El rastro de la salud en el Perú. UPCH, IEP. Lima, 2009.
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N.B.1. La imagen (Washington, D.C. Children's Hospital Circus, 1923) es extraída del muy recomendable blog Dr. X's Free Associations.
N.B.2. Con un saludo a nuestro caro colega S. Stucchi por la reactivación de su blog Psiquiatría Histórica.
Hola Lizardo, me he estado dando una vuelta por tus últimas entradas y sólo quería dejarte un saludo.
ResponderEliminarAhh, estos días estamos en el mismo lado del charco.
En mi caso, disfrutando un montón de mis vcaciones en Ciudad de México.
Esther.
Qué bueno que estés vacacionando en tierra americana, Esther, merecido descanso el tuyo. Deseo lo mejor para tu periplo. Un cariñoso saludo desde aquí.
ResponderEliminarSigo tu blog con interés, pero esta entrada es especialmente grata. Le tengo una gran admiración al Prof. Alonso-Fernández, asistí a un curso que impartió en la UCM al principio de los noventa.
ResponderEliminarGracias Lizardo, un cariñoso saludo.
Cuán gratificante debe haber sido escuchar de viva voz una conferencia del Dr.Alonso-Fernández, querida Susan. Con sólo leerlo puede advertirse la claridad expositiva y la sabiduría de este maestro. Me alegra haber efectuado esta entrada.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
En la Psiquiatría, existe impunidad para los encumbrados por los grupos de poder (tráfico de influencias), como sucedió con los psiquiatras franquistas y como es el caso ahora de Enrique Rojas, el falso catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense, que como tal lleva casi 26 años, llenando una consulta con pacientes que pagan su caché, mientras en el Colegio de Médicos de Madrid, consta como Licenciado en Medicina.
ResponderEliminarGoogle: Enrique Rojas libros y propuesta
http://librosenriquerojas.blogspot.com
Este sujeto, Enrique Rojas, llega a llamar a la víctima que previamente ha seleccionado, a su casa, con una excusa, para que vaya a verlo.
Establecido el contacto, hace lo que quiere, incluso emitir ceritificado oficial médico a sus espaldas prescribiendo internamiento psiquiátrico, previamente ha visto a sus hijos menores y los ha convencido de que tienen una madre enferma mental (sin el conocimiento de la víctima de la entrevista y con la promesa de los niños de que no dirán nada a la madre porque es imprescindible que no lo sepa para "su curación").
Certificado/s (cuando falla el plan en uno emite otro y lo intenta de nuevo), que evidentemente entrega a un tercero.
Google: Enrique Rojas...consentido
http://www.slideshare.net/gueste425f0/consentido-presentation
Google: Compendio de especialidades favoritas de Enrique Rojas
http://enriquerojasremediosparaeldesamor.blogspot.com/2009/10/enrique-rojas-psiquiatria-social-del.html