lunes, 29 de marzo de 2010

'La Nueva Psiquiatría' de Danny Carlat M.D.







Daniel Carlat y la carátula de su libro próximo a ser publicado.


Danny Carlat, psiquiatra y catedrático en la Universidad de Tufts, es uno de los más conspicuos representantes de la especialidad en la blogósfera de habla inglesa, no sólo mantiene su ameno blog personal (The Carlat Psychiatry Blog) sino también una valiosa página dedicada a la actualización psicofarmacológica pero con independencia de cualquier publicidad o auspicio de la empresa farmacéutica: The Carlat Report. Ahora el Dr. Carlat anuncia un nuevo blog suyo, albergado en el portal Psychology Today,  y que ha sido bautizado como The New Psychiatry, ni más ni menos.

El primer post se propone precisamente dilucidar a qué se refiere Carlat con tal término: 'nueva psiquiatría':

"Nueva Psiquiatría significa emplear todas las herramientas a nuestra disposición incluyendo medicamentos, terapia, libros de auto-ayuda, yoga, política, música y todo lo que sea útil. La Nueva Psiquiatría no está constreñida por constructos artificiales como 'campo profesional'. No es mantenida por ninguna industria o comercio tal como la empresa farmacéutica. Tampoco está hipnotizada por el DSM-4 sino que lo aprovecha para aquello que fue diseñado: una lista de criterios diagnósticos útiles pero no una biblia."

"Tal vez uno de Uds. ha tenido la suerte de ser atendido por un 'nuevo psiquiatra'. Estos doctores entienden cómo seleccionar  la medicación apropiada para los síntomas pero también entienden sus limitaciones. No son influídos por la publicidad de los representantes farmacéuticos y quieren que su desempeño vaya más allá de prescribir el medicamento más flamante en el mercado. Estos médicos conocen efectivas técnicas psicoterapéuticas y recurren a ellas cuando es pertinente. En pocas palabras, acomodan el tratamiento para adecuarlo a las necesidades individuales de cada paciente."

Pasma pensar que esto sea 'nuevo'. ¿Está abusando Carlat de la retórica? ¿Carcomidos por el cinismo debemos nosotros leer sus párrafos 'tongue in cheek'? Continúa él mismo:

"La psiquiatría se ha desquiciado a partir de su misión original de ayudar a los pacientes a recuperarse de su enfermedades mentales. En vez de ello, hemos acabado seducidos por las empresas farmacéuticas para creer que los medicamentos son la única respuesta. Estamos abrumados por la idea de que somos 'doctores de verdad' y por tanto superiores a los psicoterapeutas, encargados del trabajo sucio y menudo de comprender la vida de la gente. (...)"

Consterna participar de la impresión de Carlat sobre el estado de las cosas en la asistencia psiquiátrica aunque el texto en general es muy breve y, al parecer, redactado de prisa. Es necesario aclarar que Carlat sabe de qué habla y lo sabe bien pues hace algunos años fue conferencista remunerado de un importante laboratorio farmacéutico. En un artículo del año 2007 en el New York Times Magazine (Dr. Drug Rep), Carlat rememora extensamente aquella época en que recibía jugosas retribuciones por cada cena en que participaba, cómo estaba constreñido a resaltar sólo información favorable para el producto auspiciado en sus charlas y callar o minimizar la información sobre los efectos deletéreos, cómo hipotecó su ética a la mirada aprobatoria del representante de la industria; en sus propias palabras, cómo se convirtió en un propagandista farmacéutico con título de médico.

En ese interesante artículo Carlat narra cómo se vive en las entrañas del monstruo si uno se deja devorar: plácidamente, acallado cada escrúpulo con una prebenda lujosa, sin asombrarse ya de la corrupta miasma circundante sino todo lo contrario: defendiéndola como lo más natural y justiciero en la espuria línea de razonamiento de que si los laboratorios obtienen jugosas ganancias, los médicos que prescriben gozan de legítimo derecho a recibir una buena tajada de la torta.

Precisamente este artículo fue primordio para el libro que Carlat ahora anuncia Unhinged: The trouble with Psychiatry - A Doctor's Revelation about a Profession in Crisis (Fuera de quicio: El problema de la Psiquiatría y las revelaciones de un médico sobre una profesión en crisis).

Pienso en el acostumbrado y mal entendido espíritu de cuerpo que solapa los entuertos que cometemos, que nos adormece con el eufemismo edulcorado para el colega que traiciona la ética, con la mal entendida discreción y la malsana inercia que nos inmoviliza frente a la situación clamorosa, empobrecedora de nuestra práctica tanto en riqueza de conocimientos como en riqueza de valores y que sólo enriquece a los adoradores de Mammon, sean ladinos o ingenuos, y que exige definición y contundencia en su rechazo. No basta el alegarnos inocentes si no propiciamos la denuncia y el cambio. En tal tenor, la palabra de Danny Carlat merece resonancia: seguiremos atentamente su nuevo blog y su libro nuevo.


Enlaces:

- Testimonio de D. Carlat ante Comité especial del Senado norteamericano.

- Entrevista a D. Carlat. Vía Reporting on Health (11.09.2009)

- Otro de los libros de D.Carlat: The Psychiatric Interview (2005), en Google Books.


Otros enlaces relacionados en el blog:

- Psiquiatras & 'Big Pharma': ¿Somos parte del problema o parte de la solución?

9 comentarios:

  1. FAntástico. El problema Lizardo es que así funciona la INMENSA MAYORÍA. Lo triste es que mi profesión se situó en una magnífica posición para hacer de alternativa válida y considerada, pero también en gran mayoría, se optó por el seguidismo mas estúpido y acrítico, pareciendo que en ocasiones, el deséo del psicólogo fué ser médico, pero por falta de enerígia o capacidad, no pudo serlo. Yo incluso iría aún mas lejos que Carlat, separaría la biología de ese "trabajo sucio" (si es sucio, lo encuentro de una suciedad apasionante, de la que está hecha la literatura y el cine) que menciona, porque los datos no apoyan en absoluto que la biología tenga nada que ver, en la inmensa mayoría de los casos. Aun siendo tibio, el Dr. Carlat, bajo mi punto de vista, al hablar de lo que habla ya es algo, y algo a mi modo de ver importantísimo.
    Si aplicamos lo que este Sr. dice, a un sitio provinciano y pueblerino como el que yo habito, no se puede usted imaginar a que extremos se están llegando. Hay instituciones por aquí, a las que solo les falta quitarse la careta, poner las bandas sonoras de las antiguas milicias, y dejarse de amenazas veladas para pasar a las auténticas. Se censura, se engaña, se menosprecia, se obvia, y todos los males posibles de instituciones corruptas, que funcionan para el bien de unos cuantos, que no son los pacientes.
    Lamentable.
    Como en todos sitios, también hay personas que hacen mas que correctamente su trabajo, y el ver la putrefacción y la ignorancia que les rodea, hace que su propia salud mental se deteriore.
    Dejo al lector que decida quienes son quienes dentro de la isla que habito.
    Existen profesionales a los que se les podrá acusar de falta de preparación, de haberse equivocado, de no estudiar lo suficiente, y un largo etc que tendrá que ver con su competencia, ahora bien, creo que si siempre hacen todo lo que pueden y buenamente saben, de forma honesta, jamás engañan a nadie, no han ocultado jamás información, siempre han sido críticos consigo mismos y con los demás de forma abierta, y siempre han puesto argumentos por delante, con algo tan simple como eso, seguramente, otro gallo nos cantaría, en estas y otras latitudes. Creo que todo esto debería de ser algo prioritario en esta profesión donde tan pocas certezas existen, ser honesto y crítico, sobre todo con uno mismo.
    Saludos y como siempre, gracias por seguir en la brega (término utilizado en la lucha canaria, para decir que sigue uno en la pelea).

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  2. Estimado Jesús, son realmente muy pobres de mente aquellos que se sientan con derecho de menospreciar el trabajo del psicólogo. Hay una gran cantidad de psicólogos con un bagaje cultural y social que supera con creces el de centenares de médicos juntos. El psicólogo tiene más aceptación en la sociedad, no porque se diga "el depre al psicólogo y el loco al psiquiatra", si no porque en aquella profesión hay un contacto más humilde y más humano con los pacientes.

    La desafortunada expresión "trabajo sucio", refleja un prejuicio y complejo de superioridad atroz. Hablar con el paciente es trabajo sucio? Enterarnos de sus problemas íntimos? Probar terapias que no incluyan fármacos? Hurgar en sus conflictos familiares?

    Yo recuerdo a uno de mis profesores de psiquiatría, el Dr. Guarniz, nos explicó un caso de síndrome de somatización, que remitió apenas con psicoterapia. Al mismo tiempo nos hizo ver que muchas dolencias mentales pueden remitir con este tratamiento, y que no por el hecho de carecer de fármacos, debería subestimarse.

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  3. Cuando Carlat habla de 'trabajo sucio' lo hace metafóricamente y refiriéndose a la percepción lamentable de muchos colegas respecto al involucramiento en la comprensión de nuestro paciente: asomarnos a sus conflictos, a sus estados de ánimo, a sus fantasmas y traumas, es 'trabajo sucio' porque uno va a tener que 'remangarse la camisa' y 'sudarla', porque eso también resonará con nuestros propios fantasmas y temores y complejos, porque eso nos enfrentará de bruces con nosotros mismos en el trabajo psicoterapèutico. Tal es la expresión de Carlat en oposición a lo qe para muchos colegas es más facilista y que no implica más trajín que escribir con pluma de oro -regalada por algún laboratorio- una bien adobada receta psicofarmacológica.
    Ciertamente los médicos muchas veces nos hemos dejado ganar por esta manera simplista de 'resolver' las cosas pero urge la reflexión. Los problemas de salud mental son tantos y tan frecuentes que mientras más gente conozca y mejor estemos preparados, mejor será para todos.
    Saludos y gracias por sus comentarios.

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  4. Por supuesto Tony y Lizardo, por supuesto. Lo que mas me repugna de todo son los esfuerzos desesperados desde determinadas instancias para que todo continúe igual, y se hace de las formas que expliqué en mi comentario: obviando la información no coherente con lo que se ha vendido como verdad última, o haciendo ver que se está en posesión de ella. Se trata de que la gente no conozca el estado actual de discusión y duda dentro del área, y se les trata como niñitos de los que se sabe lo que les conviene.¿Que costaría cuando se explica al paciente, decir que esto es lo que YO creo, que es mi opinión profesional, pero que tal y cual señor piensa esto o aquello?. DArle toda la información posible al paciente o a la familia del paciente para que luego pueda tomar decisiones.¿Tendrá esto que ver con que asumimos que al no estar "en sus cabales" ya no puede ni debe tomar decisiones?¿Empieza aquí, el tan traido y llevado, estigma?.
    Saludos.....

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  5. Sin duda aquí hay rezago de la relación médico-paciente más tradicional y autoritaria, asimétrica y unilateral, que bien puede ser uno de los mecanismos muchos que perpetúan el estigma.
    La psiquiatría tiene defectos muchos pero en una u otra forma es un producto social. Lo cual no significa que sólo pueda iniciarse el cambio desde allí.
    Saludos.

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  6. César M. Estévez5 de abril de 2010, 13:42

    por si fuera de tu interés:
    http://www.nogracias.eu/v_portal/informacion/informacionver.asp?cod=7030&te=&idage=&vap=0&codrel=472

    Saludos,
    César M.

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  7. Gracias, César. Alguna vez añadimos el enlace a
    http://www.nofreelunch-uk.org/
    pero el enlace que alcanzas ahora es sobre la bienvenida versión hispana.
    El artículo que se comenta someramente en el link proporcionado es el que aludimos hace un par de entradas, a cargo de Tom Insel, director del National Institute of Mental Health en EUA.
    Seguiremos explorando y difundiendo estas valiosas iniciativas. Gracias por el alcance.

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  8. Estimados colegas:

    Recuerdo que un profesor mío de psicofarmacología, el Dr. Stingo, nos insistía en aprender sólo los efectos adversos de los fármacos cuando cursábamos su materia porque según él, la industria se encargaba de enseñarnos sus multiples usos, pero nunca sus riesgos. No dejo nunca de recordarlo y de agradecerle su consejo.
    Por otro lado, agradezco los links ya que me han abierto una puerta a una tendencia que comparto como profesional pero en la que me sentía bastante solo.
    Un abrazo

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  9. Sabio el Dr. Stingo, amigo Juan, muy certero el apunte. Tenemos que seguir divulgando estas posiciones que mo tendrán mucha prensa pero merecen todo el empeño en la brega. Un cordial saludo.

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