Se repite con frecuencia creciente que la entrevista médica se inicia con el paciente presuroso y angustiado que desata bolsa plástica y vierte sobre el escritorio el contenido abigarrado de blísters, frasquitos y enrevesadas recetas. Pareciese que ahí empezara la historia de su vida: en las pastillas que sus médicos le han prescrito sucesivamente y sin éxito sino portadoras mas bien todas de distintos efectos secundarios y terciarios. No en sus pesares y desencuentros humanos, no, ahora nuestros pacientes abren la antología de sus pesadumbres con su historia psicofarmacológica.
Una de las expresiones más empleadas en nuestro medio por nosotros los psiquiatras, dentro de la terminología psicopatológica cotidiana, es la de alucinaciones “comandatorias”: esto es, alucinaciones auditivas que dan órdenes a los pacientes que las sufren. Tan consuetudinario es el empleo de esta expresión que nunca hemos reparado en si su construcción gramatical es correcta y acorde a los preceptos de nuestro idioma.
Si escudriñamos en los textos de psicopatología y psiquiatría más empleados por nosotros y escritos en lengua castellana, quizá nos sorprenda verificar que la expresión “alucinación comandatoria” no se recoge en ninguno de ellos, verbigracia: no figura en el Curso de Psiquiatría de Honorio Delgado, o en el Tratado de Psiquiatría de Vallejo-Nágera, así como tampoco en las clásicas traducciones de la Psicopatología General de Jaspers ni en los textos de Schneider, Ey, Fish, Bash, Sims, Weitbrecht o Scharfetter.
En el diccionario de la Real Academia Española la palabra “comando” designa al “mando militar, pequeño grupo de tropas de choque o grupo armado de terroristas”, mientras que el verbo “comandar” específicamente se refiere a “mandar un ejército, una plaza, un destacamento, una flota” pero no se registra el adjetivo “comandatorio”. Aparentemente, pues, este adjetivo provendría del campo militar hacia la psicopatología.
Así, asumiendo la naturaleza impositiva, atrabiliaria pero incorrecta de estas alucinaciones "comandatorias", darían ganas de repetir el experimento de Rosenhan....
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Otras entradas relacionadas en este blog:
- El experimento Rosenhan
- 'Alucinaciones' hechas en casa
- Musarañas
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Una de las expresiones más empleadas en nuestro medio por nosotros los psiquiatras, dentro de la terminología psicopatológica cotidiana, es la de alucinaciones “comandatorias”: esto es, alucinaciones auditivas que dan órdenes a los pacientes que las sufren. Tan consuetudinario es el empleo de esta expresión que nunca hemos reparado en si su construcción gramatical es correcta y acorde a los preceptos de nuestro idioma.
Si escudriñamos en los textos de psicopatología y psiquiatría más empleados por nosotros y escritos en lengua castellana, quizá nos sorprenda verificar que la expresión “alucinación comandatoria” no se recoge en ninguno de ellos, verbigracia: no figura en el Curso de Psiquiatría de Honorio Delgado, o en el Tratado de Psiquiatría de Vallejo-Nágera, así como tampoco en las clásicas traducciones de la Psicopatología General de Jaspers ni en los textos de Schneider, Ey, Fish, Bash, Sims, Weitbrecht o Scharfetter.
En el diccionario de la Real Academia Española la palabra “comando” designa al “mando militar, pequeño grupo de tropas de choque o grupo armado de terroristas”, mientras que el verbo “comandar” específicamente se refiere a “mandar un ejército, una plaza, un destacamento, una flota” pero no se registra el adjetivo “comandatorio”. Aparentemente, pues, este adjetivo provendría del campo militar hacia la psicopatología.
Así, asumiendo la naturaleza impositiva, atrabiliaria pero incorrecta de estas alucinaciones "comandatorias", darían ganas de repetir el experimento de Rosenhan....
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Hola: por aquí empleamos el términos de alucinaciones o voces " imperativas".En españa es poco frecuente leer u oir " comandatorias.
ResponderEliminarEncantado por seguiros
J.M. Alonso
Gracias, cordial lector, aquí vamos a hacer campaña para recobrar, en el rubro alucinatorio al menos, la pureza de la lengua. Gracias por su amable visita.
ResponderEliminarEsta entrada me ha recordado este vídeo, muy recomendable a propósito de la experiencia de oír voces, propone un interesantísimo abordaje terapéutico:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=Ffw0pyAjiCw
Un saludo afectuoso
Vamos a verlo con calma, parece de antemano un video sugerente e interesante por demás, igualmente un saludo afectuoso y gracias por tu gentil aporte, Paula.
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