Pues el tiempo no para
Pues el tiempo no para, nada importa
que los días vividos aproximen
el vaso de agua amarga colocado
donde la sed de vida se exaspera.
No contemos los días que pasaron:
fue hoy cuando nacimos. Sólo ahora
la vida comenzó, y, lejos aún,
la muerte ha de cansarse en nuestra espera.
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"Las miserias del mundo están ahí, y sólo hay dos modos de reaccionar ante ellas: o entender que uno no tiene la culpa y por tanto encogerse de hombros y decir que no está en sus manos remediarlo —y esto es cierto—, o bien asumir que, aun cuando no está en nuestras manos resolverlo, hay que comportarnos como si así lo fuera."
J.S.
En: Otros cuadernos.
Enlaces:
- José Saramago. el escritor que nunca se escondió. Especial en Diario El País.
- José Saramago. Premio Nobel de Literatura 1998. En: Nobel Prize.org
Un post que revela que, tanto en prosa como en verso, José Saramago era un árbol con muchas ramas y profundas raíces.
ResponderEliminarHas escogido esas palabras que él decía nos llevaban al otro margen del río.
Sus cenizas descansarán debajo de un olivo en su querida isla de Lanzarote.
Un cariñoso saludo Lizardo, gracias.
Gracias, Susan. Llevaremos juntos este duelo...
ResponderEliminarMe sumo al duelo por la pérdida de quien nos dio a conocer el evangelio segun su protagonista.
ResponderEliminarRecuerdo un verano, en un pequeño balneario de Arequipa, en que mientras los domingos toda la cucufatería acudía a misa (entre otras cosas para exhibirse), yo me regocijaba con su herética lectura.
Dr. Cruzado, gracias por los oportunos posts.
Gracias, Joselo. Saludos.
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