martes, 27 de abril de 2010

Noticias frescas desde Macondo






Aunque el realismo mágico desplegado magistralmente por García Márquez ha sido declarado literariamente extinguido, clausurado y superado por sus nietos en el oficio -quienes trocaron humorísticamente el Macondo de Cien Años de Soledad en el iconoclasta McOndo-, tal parece que improvisados y espontáneos seguidores de Gabo en nuestro medio han decidido llevar el realismo mágico más allá de lo meramente libresco. Aunque hasta el hartazgo se ha dicho que la realidad puede superar a la ficción, aquí sí que se lo han tomado en serio. Veamos porqué: 






Hace pocos días un caballero X, de manera súbita y extrañamente rápida, consiguió una orden judicial y policial para 'recuperar' un área del terreno del Hospital Hermilio Valdizán que supuestamente le pertenece. Y con briosa elegancia y vehemencia digna de mejor causa, se apersonó con un grupo de personas extrañas quienes perpetraron a combazos un forado en el cerco perimétrico del hospital  mientras las 'fuerzas del orden' esparcían graciosamente por doquier gases lacrimógenos. Ni más ni menos.

Aquí hay otro cuento peregrino, qué duda cabe: "Este manicomio es mío""La guerra por el manicomio"; es cuestión de escoger el título y pasarle la voz a Gabo.

Por supuesto, en el culto involuntario al realismo mágico, nuestro centro de labores, el Instituto Nacional de Salud Mental, no quiere ni puede quedarse atrás: aunque no merecedora de un titular por poco espectacular y casi  consuetudinaria, la clamorosa falta de medicamentos indispensables hace largas semanas para resolver inclusive hasta las más elementales EMERGENCIAS psiquiátricas (por ejemplo, haloperidol o diazepam en ampollas), convertiría la faz de Gabo en una especie de farola intermitente: ora palideciendo de envidia por el derroche de 'realismo mágico' de nuestras autoridades, ora ruborizándose de vergüenza ajena por semejante récord de indiferencia e/o incompetencia.



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11 comentarios:

  1. ¡Tremendo amigo Lizardo!... y coincido contigo, realismo mágico cuando no directamente surrealismo.

    Y buena idea la de incorporar alguna canción de cuando en cuando (me encantó "Crazy") para "desengrasar" un poco. Me la apunto.

    Saludos.

    César M.

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  2. ¿y se supone que los cuerdos son los que estan fuera del muro?

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  3. El non plus ulta del macondianismo hubiera sido el enfrentamiento de internos y la policia.

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  4. Olvida usted nuestro ícono arquitectónico, que hace palidecer cualquier otro macondismo local:
    http://santiagostucchi.blogspot.com/2009/08/oda-una-puerta.html

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  5. Lo que cuentas, querido Lizardo, sería digno de incluir en un guión cinematográfico para un film surrealista, aunque creo que algún lío hospitalario semejante ya fue interpretado en la gran pantalla por los Hermanos Marx. Y más que al realismo mágico (uno de cuyos precursores es el galaico Álvaro Cunqueiro), tal hecho se asemeja a un esperpento valleinclanesco. O a mí me lo parece. Un abrazo.

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  6. Mmmmm... De todos los bienvenidos comentarios amicales el tuyo me deja un poquito turulato, Tony. Me parece que ya habías mencionado algo hace muchas entradas. Disculpa mis pocas luces pero, ¿qué andamiaje es ese?

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  7. En tu entrada "Yo trabajo en Macondo" había la foto de un andamiaje, sobre la cual te hice algunas sugerencias para su mejor uso en la página de comentarios. A lo mejor ya fue desmantelado...

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  8. Pues yo temí que te refirieses a andamiaje como 'estructura exterior desde la que se organiza y se configura una construcción intelectual, política, analítica, etc.' -que es una de las definiciones del DRAE- sobre todo sabiendo lo poco afecto que soy a los debates largos y sesudos.
    Felizmente así no lo es y 'el conjunto de andamios' -la otra acepción del DRAE- ha sido retirado: por los albañiles dueños, sin duda, si por el Instituto fuese ahí seguirían, invitando a otras novedosas utilizaciones.
    Un abrazo.

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  9. andamiaje jajajajaja el miope me hace reir al estilo del chavo, sin querer queriendo

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  10. Pues dentro de todo este argumento de novela, la actitud de los trabajadores que defendieron su "manicomio" me parece loable, cojonuda. En estos tiempos donde a nadie ya le importa nada, salvo estar a tono con los ideales de producir, ganar, gastar, vegetar, ser indiferente siempre, la acitud de los trabajadores del Valdizan es un ejemplo a seguir.

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