Ennui: acúsome de recién haber tenido noticia de este vocablo. De origen inocultablemente galo, de primera intención podría evocar alguna sutil extravagancia rococó. Y en cierto modo no deja de así serlo. Ennui.
Ennui pretende designar con su tiernas sílabas el hastío, el aburrimiento, el hartazgo, el desinterés, el cansancio, el fastidio, el hostigamiento, el tedio.
Ennui grafica con su breve sonido el aburrimiento, el hartazgo, el hastío, el desinterés, el fastidio, el tedio, la insatisfacción, el desencanto.
Como si una interminable sucesión de úes y de enes inundaran predeciblemente el mundo: ennnnnnuuuuuui. Ennui.
La historia de la palabra no hace honor a su significado pues concita algún interés. En The Free Dictionary se lee: Si estuvieran vivos los hablantes de latín hoy, se sorprenderían de hallar después de tantos siglos una frase suya todavía perviviendo, aunque en forma de palabra sola. La frase 'mihi in odi est', que significa 'me disgusta o me incomoda', dio origen al verbo latín vulgar 'inodire': tornar irritante. Éste término engendró a su vez al antiguo verbo galo 'ennuyer' o 'anoier': aburrir, hastiar. Alrededor de 1275 el idioma inglés lo tomó en préstamo como 'anoien', germen del moderno 'annoy'. Pero fue sobre todo a partir del siglo XVIII que, con el significado de hastío crónico o aburrimiento existencial, se consolidó su uso en el idioma inglés, tal vez para llenar una necesidad de la sociedad más cultivada y cortesana.
Ennui no es vocablo aceptado en el idioma español.
Ennnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuui.
Leemos en una entrada reciente de The Mouse Trap la propuesta de concebir a la tristeza no como opuesta a la felicidad y alegría -postura tradicionalmente aceptada- sino a la felicidad como antagonista específica de la decepción, del hastío, del ennui. A su vez se plantea a la tristeza como extremo de un eje donde al otro lado se hallaría la irritación y la ira. Posteriormente Sandy Gautam, animador del recomendable blog mencionado, revisa acápites relacionados con la definición de salud y enfermedad -tópicos ciertamente arduos de conceptualizar como lo es el tema de la psicología de las emociones- para luego concebir a la felicidad como una medida de la salud mental y a la tristeza como indicador de enfermedad, esto es, no asumiendo la existencia de un indicador en base a la mera ausencia del indicador opuesto -que es lo aceptado tantas veces-.
Se supone que el segundo criterio de los dos principales para diagnosticar depresión mayor haría semblanza del sentimiento de ennui. Por supuesto, el constructo de depresión mayor puede incluir tantas variedades y tan variopintos cuadros que su utilidad y viabilidad en tanto concepto abarcativo y unitario, con fines clínicos y de investigación, se halla cuestionada. Nuestro blog mentor Nietos de Kraepelin reseña interesantes cuestiones al respecto en su última entrada, siempre enjundiosa y bienvenida.
Un poema de Sylvia Plath (1932-1963), la genial poeta norteamericana recordada por su obra y su tormentosa existencia culminada por voluntad propia, lleva el título de Ennui. Fue recién descubierto en el año 2006 y habría sido escrito por la poeta mientras cursaba los años de bachillerato. El poema ostenta la forma de un soneto clásico y nos alegra comprobar la extraordinaria calidad de traducción del Google Translator -para poesía al menos es una maravilla, arroja unos poemas heteróclitos y hasta vanguardistas-. No podemos dejar de ofrecerles dicho texto 'traducido':
__________________
(*) El verso final hace referencia a la conocida historia "¿The lady or the Tiger?" de FR Stockton (1882) sobre un terrible acertijo entre dos puertas que ocultan a uno de estos personajes y que un hombre condenado, a ciegas, debe escoger.
N.B.: Honestamente debemos admitir que el logotipo anterior ya nos estaba causando también ennui. Hoy renovamos.
Otros enlaces relacionados en el blog:
- Se ha suicidado el hijo de la poeta suicida Sylvia Plath.
- Heredabilidad del suicidio.
Ennui grafica con su breve sonido el aburrimiento, el hartazgo, el hastío, el desinterés, el fastidio, el tedio, la insatisfacción, el desencanto.
Como si una interminable sucesión de úes y de enes inundaran predeciblemente el mundo: ennnnnnuuuuuui. Ennui.
La historia de la palabra no hace honor a su significado pues concita algún interés. En The Free Dictionary se lee: Si estuvieran vivos los hablantes de latín hoy, se sorprenderían de hallar después de tantos siglos una frase suya todavía perviviendo, aunque en forma de palabra sola. La frase 'mihi in odi est', que significa 'me disgusta o me incomoda', dio origen al verbo latín vulgar 'inodire': tornar irritante. Éste término engendró a su vez al antiguo verbo galo 'ennuyer' o 'anoier': aburrir, hastiar. Alrededor de 1275 el idioma inglés lo tomó en préstamo como 'anoien', germen del moderno 'annoy'. Pero fue sobre todo a partir del siglo XVIII que, con el significado de hastío crónico o aburrimiento existencial, se consolidó su uso en el idioma inglés, tal vez para llenar una necesidad de la sociedad más cultivada y cortesana.
Ennui no es vocablo aceptado en el idioma español.
Ennnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuui.
Leemos en una entrada reciente de The Mouse Trap la propuesta de concebir a la tristeza no como opuesta a la felicidad y alegría -postura tradicionalmente aceptada- sino a la felicidad como antagonista específica de la decepción, del hastío, del ennui. A su vez se plantea a la tristeza como extremo de un eje donde al otro lado se hallaría la irritación y la ira. Posteriormente Sandy Gautam, animador del recomendable blog mencionado, revisa acápites relacionados con la definición de salud y enfermedad -tópicos ciertamente arduos de conceptualizar como lo es el tema de la psicología de las emociones- para luego concebir a la felicidad como una medida de la salud mental y a la tristeza como indicador de enfermedad, esto es, no asumiendo la existencia de un indicador en base a la mera ausencia del indicador opuesto -que es lo aceptado tantas veces-.
Se supone que el segundo criterio de los dos principales para diagnosticar depresión mayor haría semblanza del sentimiento de ennui. Por supuesto, el constructo de depresión mayor puede incluir tantas variedades y tan variopintos cuadros que su utilidad y viabilidad en tanto concepto abarcativo y unitario, con fines clínicos y de investigación, se halla cuestionada. Nuestro blog mentor Nietos de Kraepelin reseña interesantes cuestiones al respecto en su última entrada, siempre enjundiosa y bienvenida.
Un poema de Sylvia Plath (1932-1963), la genial poeta norteamericana recordada por su obra y su tormentosa existencia culminada por voluntad propia, lleva el título de Ennui. Fue recién descubierto en el año 2006 y habría sido escrito por la poeta mientras cursaba los años de bachillerato. El poema ostenta la forma de un soneto clásico y nos alegra comprobar la extraordinaria calidad de traducción del Google Translator -para poesía al menos es una maravilla, arroja unos poemas heteróclitos y hasta vanguardistas-. No podemos dejar de ofrecerles dicho texto 'traducido':
Ennui
Tea leaves thwart those who court catastrophe,
designing futures where nothing will occur:
cross the gypsy’s palm and yawning she
will still predict no perils left to conquer.
Jeopardy is jejune now: naïve knight
finds ogres out-of-date and dragons unheard
of, while blasé princesses indict
tilts at terror as downright absurd.
The beast in Jamesian grove will never jump,
compelling hero’s dull career to crisis;
and when insouciant angels play God’s trump,
while bored arena crowds for once look eager,
hoping toward havoc, neither pleas nor prizes
shall coax from doom’s blank door lady or tiger.
---oOo---
Ennui
Las hojas de té frustran a quienes cortejan la aventura
pues predicen designios que sucederán jamás,
entre bostezos la gitana cruza una línea de la palma
y asegura arcadias no quedan más por conquistar.
Banal es la odisea: sandios príncipes domeñan
ogros de utilería y oxidados dragones
mientras displicentes princesas simulan
ante lo absurdo dramáticos gritos de horror.
No el salto habrá de la fiera en el bosque umbrío,
así del paladín se desinflará el soso heroísmo
y los ángeles tocarán sin gracia la trompa celestial,
en tanto pugna la multitud por una migaja de asombro,
clama por caos y fragor, mas ni ruego ni dádiva
arrancarán del hado: ¿quién, la dama o el tigre, es?*
Sylvia Plath
__________________
(*) El verso final hace referencia a la conocida historia "¿The lady or the Tiger?" de FR Stockton (1882) sobre un terrible acertijo entre dos puertas que ocultan a uno de estos personajes y que un hombre condenado, a ciegas, debe escoger.
N.B.: Honestamente debemos admitir que el logotipo anterior ya nos estaba causando también ennui. Hoy renovamos.
Otros enlaces relacionados en el blog:
- Se ha suicidado el hijo de la poeta suicida Sylvia Plath.
- Heredabilidad del suicidio.
o sea te estaba causando ennui pero terco te mantenías poniéndolo aunque sabías que me turbaba, eres más perverso de lo que pensaba
ResponderEliminarO a lo mejor es sólo un pretexto y no era aquella imagen la causante...
ResponderEliminarsólo escribo para felicitarte por el cambio de cabecera, sin duda tus contenidos son lo verdaderamente importante pero tal y como creo q ya te había señalado alguna vez "sin pepas" la cabecera anterior... necesitaba un cambio...
ResponderEliminar;)
Saludos amigo!
César M.
Disculpen, respecto a la traducción del poema, ¿Ustedes fueron quiénes la realizaron?
ResponderEliminarLa verdad me quedaron muchas dudas, y realmente soy un novato tratando de traducir de forma coherente este gran soneto, a vuestra lengua natal; sin embargo, me gustaría aprender a trasladar textos de esta índole.