viernes, 13 de noviembre de 2009

La 'psicosis' de Jon Arbuckle o Garfield sin Garfield

























Garfield sin Garfield
es una página electrónica dedicada a remover la imagen del rollizo y perezoso gato de tal nombre desde las tiras cómicas originales (véase Garfield en español) a fin de desnudar la angustia existencial de Jon Arbuckle, el dueño del minino.

Como es sabido, Jon Arbuckle es el típico loser -en el sentido norteamericano del término-: un treintón soltero, grisáceo y bobalicón, habitante de un suburbio, carente de atractivo y sin éxito con las chicas que afronta la soledad de vivir sólo con su gato Garfield y su perro Odie -se sabe que el infalible entretenimiento de Jon cuando el aburrimiento lo abruma es comprar calcetines o cortarse las uñas-.

El efecto del artilugio de extraer a Garfield de los tebeos es asombroso y no debe ser asumido como mero ejercicio antojadizo: en la historieta está explicitado que, de hecho, Garfield no entiende lo que Jon habla -dado que Garfield es nada más que un gato-. Y así en 'Garfield sin Garfield' se logra presentar a Jon en su forma más cruda y sin el consuelo de un gato ficticio que lo entienda. Adicionalmente, si nos sumimos en la totalidad de la ficción, Jon Arbuckle no sabe que estamos viéndolo... por lo que ahora podemos ser testigos de su más álgida soledad y de lo pertubador que ello puede ser: el verdadero Jon Arbuckle, remedo de un psicótico que alucina a un gato hablándole pero a fin de cuentas encarnación de un hombre solo y su dimensión más íntima y desencantada, más anodina y desoladora. Véanse algunos ejemplos que me tomé la libertad de traducir:







(Y lo encontré en este muy recomendable blog: Beautiful Decay)

2 comentarios:

  1. Aún con el gato, ya de por sí es desolador que una persona se llegue a imaginar que el gato (o el perro o lo que fuese la mascota) lo entienda. Claro que viendo las viñetas sin Garfield, se hace todo más visible.

    Gracias por compartir, tanto las tiras como la reflexión.

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  2. Tristemente, debo admitir que me identifico con Jon Arbuckle... estoy a un grado de ser como él.

    Excelente artículo.

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