"Los pueblos tienen sus mitos. (...) Don Quijote fue un hidalgo manchego, pobre en bienes materiales, rico en ideales y en afán de combatir por ellos. Sobre Don Quijote han llovido los diagnósticos psiquiátricos; unos han hablado de paranoia, otros de esquizofrenia, etcétera. Pero «él» se ha mantenido rebelde a cualquier etiqueta nosológica. Algo hay en Don Quijote que quisiera subrayar. Era loco, pero al mismo tiempo cuerdo. No me refiero al hecho de que recobrase su razón al ir a morir, sino a que en plena locura resultaba prodigiosamente sensato. Ahí se ve la genialidad de Cervantes. No se trata de que don Quijote fuese loco y Sancho cuerdo, que uno fuese leptosomático y el otro pícnico, sino de que en cada uno de ellos había locura y cordura,aunque en dosis y modos desiguales. Esto es lo que al psiquiatra interesa, lo que el psiquiatra ve, la convivencia, el diálogo entre cordura y locura, entre razón e insensatez, entre las luces de la razón y los fantasmas de la sinrazón. No existe el loco absoluto. No existe el cuerdo absoluto. Así es el hombre que hace de la vida una aventura abierta entre el mundo de la realidad y el de la posibilidad. Por eso avanza, por eso el hombre es capaz de hacer historia."
Dr. JJ López Ibor, discurso de apertura, IV Congreso Mundial de Psiquiatría, 1966.
No ha existido época alguna en la historia de la humanidad en que no haya concitado interés la brujería. Entremezclados el rechazo y la curiosidad, en ella y sus alegados cultores se ha proyectado diversidad de encontrados sentimientos humanos, no sólo en relación a lo oculto y lo demoniaco sino también lo sexual y lo femenino: baste recordar la multitudinaria quema de brujas en la era moderna. Este complejo fenómeno antropológico, con sus distintas aristas, no ha desaparecido y no tiene visos, a corto plazo, de desaparecer.
Juan José López Ibor (1908-1991), psiquiatra hispano, luminaria de la psiquiatría en nuestra lengua en el siglo XX, ocupó la presidencia de la Asociación Mundial de Psiquiatría en la década de 1960 y dejó profusa obra dentro del campo de la especialidad -como su clásica La angustia vital- e igualmente fuera de ella.
Dr. JJ López Ibor
En Cómo se fabrica una bruja, López Ibor pasa revista a las concepciones y hechos históricos relacionados con la brujería a lo largo del tiempo y aporta lúcidas interpretaciones de distintos casos desde el punto de vista de la psiquiatría. Explora asimismo fenómenos conexos como el ocultismo, las sectas gnósticas, la licantropía, la histeria, siempre con derroche de erudición e impecable donosura en el lenguaje.
Nuestro conspícuo colega Favio Vega, impenitente hurgador de la Internet en pos de bibliografía para su blog Docencia en Psiquiatría, nos ha alcanzado gentilmente con ocasión de ser hoy el Día de las Brujas, este atesorable documento que no queremos guardar para nuestro solo deleite.
Cómo se fabrica una bruja
ENLACE:
- Y para complementar la velada bibliográfica, una de las múltiples versiones que hay en Internet del Malleus Maleficarum (en castellano, vía Scribd).
"De los escritos de ésta clase de “psiquiatras”, González Duro nos expone los tratamientos que aplicaban, terroríficos hasta el punto de que algunos de estos verdaderos locos “psiquiatras” como Ramón Sarró, Solé Segarra, Marco Merenciano, Vallejo Najera, López Ibor …, dejaron constancia escrita de lo que aquellos a quienes trataban les rogaban a gritos “llorando para que no le inyectemos –Cardiazol- invocando la memoria de nuestros padres y nuestros hijos”; el Cardiazol causaba tal estado que llevaba al inyectado al borde de la muerte; y si no era el Cardiazol era el electrochoque, que el doctor González Duro denuncia que aún sigue empleándose, a pesar de los avances en psicofarmacología. ¿Qué queda de la psiquiatría falangista y católica en España? Esta pregunta que hago me recuerda un título de Enrique González Duro: “¿Qué queda del franquismo en España?” Pero los tratamientos de estos doctores asesinos no se reducían al Cardiazol y al electrochoque, sino que aplicaban también la provocación del coma hipoglucémico; el choque acetilcolínico; la carbonarcosis; el bombeo espinal, …, y llevaban a cabo intervenciones neuroquirúrgicas (lobotomía, leucotomía, etc). Sus centros de encierro eran las casas de los horrores católicos y falangistas, donde se llevaban a cabo prácticas empleadas por los nazis. El pecado cometido quienes sufrían semejantes atropellos devenía de su conducta social. El trastorno que podían sufrir algunos provocado por la guerra y sus consecuencias no figuraba entre las causas a tener en cuenta. El terror buscaba reconvertirlos en católicos fieles al orden fascista, orden que despreciaba tanto las causas en los “enfermos” como “el desarrollo psíquico” que llamaba López Ibor. El único objeto del estudio de la psicopatología fenomenológica que empleaban “no era (para) conocer mejor al paciente, sino para diagnosticarlo mejor”, declaraba el psiquiatra falangista y católico; él mismo decía “que no había motivaciones para los síntomas psiquiátricos, ni siquiera para los simples actos humanos”, todo era físico, hasta las neurosis, de ahí que la intervención se llevase a cabo físicamente."
ResponderEliminarAquí como vez, Lizardo, se menciona al amigo Lopez Ibor, menudo elemento.....Si, de película de terror y noche de brujas.
Puedes ver todo el artículo aquí:
http://www.unidadcivicaporlarepublica.es/Cultura%20Web%202009/rojos%20no%20estaban%20locos%20ramon.htm
No se si conocías las filias y las fobias de este hombre, pero si es el mismo individuo (pudiera se el hijo de, aunque creo que no) se lo hizo pasar muy mal a un monton de gente durante la dictadura Franquista, cargado de razones y de "ciencia".
Un saludo
Sabíamos de la coyuntura histórica de España durante la Guerra Civil y que López Ibor había participado del franquismo, cómplice del nazismo. El enlace presenta un comentario sobre el libro de González Duro y apunta datos sobre la actuación de muchos de los psiquiatras de fuste de aquella época en la península -Solé Sagarra, Sarró, Merenciano, Vallejo Nájera- cuyos aportes psiquiátricos han llegado allende los límites de su país de origen.
ResponderEliminarCastilla del Pino no fue de aquella cofradía -le dedicamos un breve post a su muerte- y parece que tampoco Llopis.
Muchas gracias por el comentario y el aporte de dichos elementos de juicio.
De nada. Castilla del Pino, probablemente es el mejor psiquiatra que ha dado este país, y aunque lo acaecido con su hijo, y su actitud al respecto, le granjeó mucha impopularidad, me pareción entender perfectamente su actitud.
ResponderEliminarUn saludo.
Lizardo en un brillante post anterior, mostró las terribles atrocidades cometidas por dos "psicólogos asesinos" americanos en la Guerra contra el Terrorismo. Así es Sr. Jesús Castro, muchas veces los profesionales de la salud, no solo mental, se prestan a ser instrumentos de los esbirros dictatoriales. El hecho que hagan algún descubrimento o contribución a la ciencia no los exime de su responsabilidad penal, que debe ser purgada ante un tribunal, en una cárcel, y recibir todo el oprobio de la sociedad.
ResponderEliminarHola Tony. Me parece muy interesante. Me gustaría, si es posible, que copiaras y pegaras el link, en los mismos comentarios. NO lo encuentro. Mas que nada, tengo curiosidad por saber como dos psicologos adquirieron tanto poder (no me cabe duda de que los psicologos somos capaces de las mismas atrocidades que cualquier otro profesional). O, si no te importa Lizardo, y no te genera mucha molestia, ponlo tú, que seguramente lo tienes mas fresco...
ResponderEliminarUn saludo y como siempre, un placer
Un saludo.
Cómo no, aquí helo: http://desdeelmanicomio.blogspot.com/2009/08/tortura-psicologica.html
ResponderEliminarSaludos.
Muchas grácias Lizardo¡¡.
ResponderEliminarSaludos.
la Reina de la Brujas fue Marie Laveau, Nueva orleans,la mas poderosa y famosa bruja y real ( investiga)
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