Fotograma de One Flew Over the Cuckoo's Nest (1975).
El año de gracia de nuestro señor de 1972, el psicólogo norteamericano David Rosenhan ejecutó un interesante experimento: apalabró a siete personas cercanas a él (dos psicólogos, un estudiante de psicología, un pediatra, un psiquiatra, una ama de casa y un pintor; en total, tres mujeres y cuatro varones), además de él mismo, para que se presentasen a distintos hospitales psiquiátricos de los Estados Unidos refiriendo la percepción de alucinaciones auditivas poco claras, como voces pronunciando las palabras "hueco" o "vacío"; estos supuestos pacientes no hicieron referencia a ningún otro síntoma psiquiátrico y todos los demás datos biográficos y demográficos fueron estrictamente reales. De los ocho "pacientes", siete fueron diagnosticados como esquizofrénicos y uno como maniacodepresivo. Inmediatamente luego de su admisión hospitalaria, los supuestos pacientes cesaron de referir cualquier síntoma y se comportaron normalmente (de hecho, ni siquiera deglutieron la medicación administrada). Aunque ninguno de los pacientes fue identificado como simulador por sus médicos tratantes, varios sí lo fueron por los otros pacientes compañeros de pabellón. Finalmente todos ellos fueron dados de alta con un tiempo de hospitalización de entre 7 y 52 días (promedio de 19 días) con el diagnóstico correspondiente de "esquizofrenia en remisión".
David Rosenhan
La segunda parte del experimento consistió en lo opuesto: Rosenhan se contactó con un centro psiquiátrico asistencial y docente cuyo staff, luego de conocer el experimento previo, se jactó de que su hospital no podría ser susceptible de semejante situación. Entonces, Rosenham planteó a dichos médicos que en un periodo de tres meses, uno o más pacientes simulados se presentarían para admisión y ellos deberían registrar en todos la probabilidad de que lo fueran. De un total de 193 pacientes, 41 fueron considerados como francamente fraudulentos y 42 adicionalemnte como sospechosos. Pero, de hecho, Rosenhan no envió realmente ningún falso paciente. Todos los admitidos en tal centro y durante ese periodo fueron pacientes reales.
Fotograma de One Flew Over the Cuckoo's Nest (1975).
El experimento de Rosenhan, publicado en la revista Science, fue criticado acerbamente desde diversos frentes: se arguyó que que el diagnóstico psiquiátrico, por basarse fundamentalmente en el propio reporte de las experiencias de los pacientes, en presencia de síntomas simulados el diagnóstico erróneo no demostraría fallas en las categorías psiquiátricas por sí mismas -aunque, de hecho, esta crítica no se aplicaría al experimento en que no hubieron pacientes simulados-. Sin embargo, luego de aquel experimento se diligenciaron los aprestos para la redacción del DSM-III. De hecho, Robert Spitzer, chairman del grupo de trabajo para la elaboración de esa nueva edición del DSM fue uno de los más drásticos denostadores del experimento Rosenhan, calificándolo llanamente de pseudociencia. El trabajo antropológico y sociológico con pacientes simulados ha sido objeto, en general, de cuestionamientos muy diversos.
Ahora que las críticas al DSM menudean, habría que recordar el experimento de Rosenhan, pero sobre todo evocar que las nuevas ediciones del manual DSM fueron elaboradas precisamente para superar las falencias y distorsiones del auge psicoanalítico en Norteamérica -largo éxito del DSM-II, sus exiguas 134 páginas y sus llamadas "reacciones" que abarcaban toda la patología mental-, y que los usuarios del DSM, sus buenos o malos aplicadores, sus acólitos, somos, a fin de cuentas, nosotros.
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ENLACE:
- The Rosenhan Study: On Being Sane in Insane Places
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Más sobre el famoso experimento Rosenhan:
ResponderEliminarhttp://www.mindhacks.com/blog/2009/07/back_to_the_madness.html