martes, 10 de febrero de 2009

Galante joyería molecular


Ahora que se acerca el 14 de febrero... ¿Habrá por ventura algo más romántico que sorprender al ser amado con una molécula de dopamina en fino metal argénteo, alegorizando el puro pero ardiente deseo que su presencia voluptuosa nos despierta?



O tal vez, si nuestra pasión adquiere ribetes obsesivos y nuestra amada se entroniza mayestática en el orden monárquico de nuestra mente, ¿no sería un elegante detalle representar dicho amor calcinante y tenaz con una alhaja de donde penda, refulgente, una molécula de serotonina?




O si queremos deslumbrar, apabullar realmente a nuestra consorte, novia, concubina o "trampa" con la exorbitante dimensión de nuestro sentimiento, podríamos, en la pausa relajante que discurre luego del amatorio encuentro, obsequiarla con una gargantilla que grafique el placentero vendaval de endorfinas que la actividad física nos ha producido gracias a su apasionada devoción :





También hay diseños más casuales, por ejemplo si queremos relevar las femeninas cualidades de nuestra pareja -o deseamos insinuarle sutilmente que dichas cualidades debieran ser precisamente más relevantes-, un dije estrogénico como éste podría ser la opción elegante:




Si la homenajeada es aún sólo amiga nuestra, -o sea un "plan" en la fase de "te veo nomás como un amigo" o la variante clásica "primero debiéramos tener una bonita amistad"- y deseamos incitar su interés con nuestro dominio de la alquimia psicofarmacológica, o ella comparte ya tales aficiones, bien podríamos halagarla con este conjunto de pendientes útil para toda ocasión:





También pudiese ser parte de nuestra estrategia seductora ofrendar a la dama que pretendemos conquistar una bella y desconcertante joya como el collar con dije de resveratrol -molécula responsable en el vino tinto de sus varias virtudes salutíferas -. Acto seguido, y como quien no quiere la cosa, podríamos ofrecerle una copa de vino -y si es dulce, mejor, para edulcorar el afecto de la dama si es asaz esquiva-. (1)



Como es posible apreciar, en este Día de San Valentín ya sería tiempo de abandonar los insípidos chocolates y los marchitos ramitos de flores por ideas más audaces y vinculadas a nuestro diario quehacer, con el fin de halagar a la dueña de nuestros pensamientos. Y si son varias las dueñas de nuestros pensamientos, apresurémonos a solicitar descuentos por 1/3 o 1/2 docena a la firma comercial Made with Molecules. ¡Feliz día del Amor y la Amistad!


(1) Según el Dr. X, que nos lo ha referido, este ardid nunca falla: la conquista resultará 100% segura -aunque a veces puede necesitarse incrementar la dosis del espirituoso bebedizo-.

4 comentarios:

  1. De nadie más se podía pensar esa recomendación: "el vinito dulde es infalible", sinó del veterano (en cuestiones de venus claro está) Dr. Lufite

    ResponderEliminar
  2. El Dr. MR1 Luis Fiestas, en efecto, debiera iniciar su propio blog para ilustrarnos con su sapiencia respecto a dichas lides.

    ResponderEliminar
  3. Visite Ud. este enlace:
    http://www.madewithmolecules.com/
    Saludos.

    ResponderEliminar