martes, 6 de enero de 2009

Calateada




Poema


Hoy
alguien me llamó por la
espalda con una palmada:
mi mundo se agolpó de alegría,
sentí que mi vida
tomaba nuevo rumbo.
Después de años de vivir
arrinconado mirando pasar
a la gente,
alguien en

había reconocido a alguien.
En ese instante olvidé todo
lo malo que había sucedido,
la dicha subió de mis uñas
al corazón,
la felicidad me embriagó hasta
las orejas.
Cuando
volteé para abrazar al sin duda,
mi amigo
-cuando giré abrasado
de amor-
aquél balbuceó con rostro
extraño y
grave:
- Disculpe, lo confundí con un amigo.



Y se alejó.

 

Poema tomado de Este es mi cuerpo (Camión editores. Trujillo, 1996. 187 pp.).

Algo debía de haberme estado pasando cuando a los doce añitos escribía tales versículos cebolleros en vez de practicar otras manualidades más convenientes para dicha edad. El dudoso honor de la precocidad, compartido con ciertas demencias y ciertos eyaculadores, coronó mi testa. Será el bochorno del verano o la carencia de ideas para el blog lo que que me induce a semejante strip tease. Exégesis psicopatológicas, bienvenidas.

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