Bello e inspirador, empezando por su propio título, el hallazgo en el Manual de Psiquiatría en Hospitales Generales (del Massachusetts General Hospital) de un capítulo intitulado Música Límbica, cuyo autor es el psiquiatra George B. Murray. De allí nos permitimos glosar:
“Por diversas razones no es frecuente que se mencione al sistema límbico. En primer lugar, es difícil acceder al sistema límbico dentro del cerebro; hay que atravesar mucha corteza para alcanzarlo. Segundo, el sistema límbico no es una estructura netamente diferenciada, hasta el punto de que algunos, como Brodal, opinan que no existe como sistema propiamente dicho. Una tercera razón, detectable en comentarios casuales, aunque no suele decirse abiertamente, es que el sistema límbico no favorece las “funciones superiores”, sino que se asocia a vías mediadoras de las funciones inferiores del ser humano. Los más académicos no se enorgullecen de los músculos que les permiten jugar al fútbol, sino de sus funciones más elevadas, de ahí que no suelan considerar el estudio de las “funciones inferiores” como una tarea especialmente digna, limpia, intelectual y liberadora".
(…)
"Me atrevo a afirmar que el sistema límbico es una clave parcial para comprender la fusión mente-cerebro o mente-cuerpo. De forma cartesiana, puede considerarse que el sistema límbico es en parte mente y en parte cuerpo".
(…)
"A menudo el intelecto humano no es formalmente consciente de lo que está sucediendo en su interior. (...) La conducta a menudo nos habla del estado interno de otro o de nosotros mismos. Por ejemplo, los perros tienen un “limbicómetro” visible, la cola. Si un perro mueve o no la cola, así como el ritmo y la intensidad con que lo hace, nos indica sus sentimientos".
"Probablemente lo más parecido a un limbicómetro en los humanos sea la sonrisa. Una sonrisa es el reconocimiento límbico de la realidad antes de su plena comprensión por la inteligencia (neocórtex). Cuando alguien sonríe, si se le pregunta por qué lo hace, a menudo no sabrá especificar el motivo o dará una respuesta intelectual no derivada de la presente sonrisa-realidad".
(…)
"El sistema límbico interviene en la motivación, la atención, la emoción y la memoria. Podemos estudiarlo desde una perspectiva animal o humana. En forma desdeñosa, se habla a menudo del sistema límbico como el mediador de las funciones más básicas, miedo, comida, lucha y fornicación (las cuatro FF del inglés, fear, food, fight y fornication). Ésta es una visión desde las cimas del Olimpo de la corteza cerebral. Una formulación más noble es considerar al sistema límbico como mediador del rol de género, la territorialidad y los vínculos. Por ejemplo, en lo relativo a la territorialidad, el sistema límbico sirve como vehículo a los sentimientos hacia la familia, los derechos, los “no pisar el césped” y otras áreas con algún componente espacial o de relación. Respecto a los vínculos, el sistema límbico es mediador de la forma en que nos vinculamos a la esposa, la familia, el padre, la patria, la bandera o la religión; en suma, tiene que ver con la lealtad. De ser cierto lo anterior, la mayoría de las acciones cotidianas ya han sido configuradas por el sistema límbico antes de hacer una operación de intelectualización neocortical y los tres elementos citados constituyen gran parte del trabajo del psiquiatra".
"El neocórtex, con el área de Broca, es el sustrato de la letra o de las palabras que acompañan a los pensamientos y sentimientos. El sistema límbico no tiene área de Broca, carece de palabras, pero es el locus de la música de los afectos".
Finalmente Murray, plantea algunas conclusiones a su hermoso capítulo:
- "El sistema límbico puede ayudar a comprender el así llamado hiato entre mente y cuerpo.
- La materia sustancial de la psiquiatría clínica está primariamente mediada por el sistema límbico y no por las estructuras no-sensoriales del neocórtex.
- Música límbica es un término que denota el “sentimiento en crudo”, existencial y clínico, que emana del paciente. Es una interpretación más auténtica del estado clínico del paciente que el lenguaje hablado. La música límbica nunca miente".
Hasta aquí la larga parrafada de Murray.
Hay una cifra desopilante y que siempre conviene mencionar a los que nos iniciamos en este quehacer: ¿Cuál es el porcentaje de la actividad cerebral humana que es racional, consciente y voluntaria? Respuesta: ¿cincuenta, treinta, veinte, diez...?
No. Nada de eso. No se pasen. La respuesta es sólo el dos por ciento (¡sí, el 2%!). (2) Pero nos hemos acostumbrado a magnificar, a sobrevalorar nuestro delgadísimo córtex y a ignorar todas las estructuras subyacentes como si fueran sólo un relleno de aserrín para que el encéfalo sea así, redondito, abombadito.
El trabajo pendiente es aprender a escuchar esa música límbica en nuestros pacientes. ¡Pero sobre todo en nosotros mismos!
Referencias
1. Cassem NH, Stern TA, Rosenbaum JF, Jellinek MS. Manual de psiquiatría en hospitales generales. 4a ed. Harcourt Brace, 1998. (La 5a edición es del 2004).
2. Gazzaniga MS. The mind's past. California University Press, 1998.
Me ha gustado la parrafada der nota ese. El sistema límbico se encarga de juntar entorno y emoción, y de ahí su importancia, a mi parecer, en la conciencia humana. No digo ke ahí radique la conciencia, sino que es una parte tan fundamental como la corteza prefrontal. No hay más que fijarse en la cantidad de axones que transcurren por el cíngulo desde el hipocampo (parte fundamental en el sistema límbico) hasta la corteza orbitofrontal.
ResponderEliminarPor otro lado me he fijado en el blog por la fotografía. No se si sabes lo que son los fractales. Los fractales es un concepto matemático que reproduce formas naturales como la circulación, las nubes las montañas siguen la ecuación fractal. Y cuando se empieza a multiplicar forma dibujos como el tuyo. El fractal es la armonia natural, y me habia gustado la idea de relacionarla con el funcionamiento de la mente.
Bueno estaba to fumaillo y me ha dao por desarrollarla. Espero ke alguien lea esto.jejejeje
Tengo un blog que es inquieto patologico, por si te interesa el tema ese de pensar y tal y cual... Lo tengo todo abandonao...